El ‘rey del cobre’ Germán Larrea busca un acuerdo con López Obrador sobre el derrame tóxico en Sonora

El segundo hombre más rico de México, el empresario Germán Larrea, ha tocado a las puertas de Palacio Nacional. El dueño del conglomerado minero y de infraestructura ha pedido establecer una mesa de diálogo sobre los estragos del derrame tóxico en una de sus minas en Sonora ocurrido en 2014 y que derivó en días recientes en una demanda en su contra por parte de la Secretaría del Medio Ambiente. La dependencia federal tomó las cartas legales tras concluir que el desastre químico se provocó por la negligencia de la compañía y, además, afirmó que las acciones de remediación tras el derrame fueron insuficientes para los ocho municipios afectados.

La demanda penal del Gobierno en contra de Grupo México ha elevado una tensión que, ahora, la propia empresa busca atemperar. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró esta mañana en su habitual conferencia matutina que el multimillonario ha puesto sobre la mesa la revisión de los estudios que hizo la Secretaría de Medio Ambiente. “Hay la mejor disposición para este diálogo, el tiempo que se requiera y por supuesto que se va a invitar a los representantes de las comunidades afectadas. La empresa quiere abrir el diálogo para una solución y están dispuestos a participar, es un avance”, refirió el mandatario.

López Obrador rechazó que las concesiones mineras de Grupo México estén en riesgo de cancelación porque existe una disposición de la minera en llegar a un acuerdo. “No se trata de cancelar concesiones ni nada por el estilo, solamente que no haya disposición de la empresa”, remató el presidente.

En el centro del debate se encuentran los indicios contaminación que persisten en la zona a A nueve años de uno de los desastres ecológicos más relevantes en México por el derrame de más de 40 millones de litros de tóxicos sobre los caudales de los ríos Sonora y Bancanuchi. La Secretaría del Medio Ambiente defiende que a empresa minera Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, es responsable del derrame por el mal diseño de su sistema de presas de jales (residuos). Según los cálculos de la dependencia, el costo estimado de los impactos ambientales, sanitarios y económicos del derrame asciende a 20.508 millones de pesos.

Por su parte, Grupo México afirmó que la remediación del Río Sonora fue exitosa, plenamente apegada a la legalidad y avalada por estudios científicos y autoridades. “Las condiciones ambientales y la integridad de los ecosistemas de los Ríos Sonora y Bacanuchi son las mismas que existían hasta antes del accidente de 2014. Los metales presentes en aguas superficiales, aguas subterráneas, suelos y sedimentos en estos ríos son iguales o inferiores a los valores de fondo existentes en la zona, es decir, a los niveles que ya existían antes del incidente”, esgrimió la firma por escrito. El consorcio es uno de los principales productores de cobre a nivel internacional y tiene presencia en México, Perú y Estados Unidos.

Tras el desastre, El Gobierno federal obligó a Grupo México —el operador de la minera— a crear un fideicomiso de 150 millones de dólares para reparar el daño, sin embargo, los pobladores han acusado reiteradamente que se incumplieron con los compromisos. A casi una década del derrame inédito, los afectados exigen al Gobierno atención de la crisis social, sanitaria, económica y medioambiental; y que se finquen responsabilidades a la empresa.

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