Raquel Buenrostro: “No buscamos ser proteccionistas, simplemente queremos evitar el comercio desleal”

Los procesos abiertos entre los tres países que conforman el tratado de libre comercio de Norteamérica, el TMEC, tienen implicaciones multimillonarias, pero se han visto estancados o, en algunos casos, ignorados. Las consultas que Estados Unidos abrió para argumentar que México viola el acuerdo en materia energética no han avanzado y, más recientemente, la Casa Blanca llevó su disputa por la prohibición del maíz transgénico a un panel de controversias. “No pasa nada”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el tema.

Quizás es por esto que la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, se muestra tranquila cuando habla del TMEC. México demostrará que la prohibición de este cultivo no tiene implicaciones comerciales, asegura la dependencia. Mientras tanto, hay buenas noticias para el país, el cual “lleva la ventaja” en la lucha global por recibir inversiones por nearshoring, asegura la funcionaria en entrevista con EL PAÍS.

Pregunta: Se han acumulado varios procesos del TMEC que no se han acatado. En el caso de México, el país ganó el fallo contra Estados Unidos en tema de reglas de origen desde enero. ¿Ha presionado México para que EE UU cumpla?

Respuesta: Cuando ya está el fallo, sigue una coordinación entre los tres países para armar un protocolo de cómo se va a aplicar la resolución. La verdad, la aplicación de la resolución es muy sencilla porque para calcular el contenido regional, existe una fórmula. No hay mucho que discutir. Hemos tenido reuniones para armar el protocolo y en este momento a nosotros no nos corre prisa porque el contenido regional, sobre todo en la parte automotriz, está muy por arriba de los límites establecidos.

P. ¿No hay frustración por parte de los empresarios?

R. No, esto no corre prisa porque nadie está cerca del rango límite. De hecho, con el tema de la relocalización se está fortaleciendo el contenido regional en el sector automotriz.

P. La inversión extranjera directa (IED) del primer semestre del año fue, en su mayoría, inversión de las utilidades de las empresas que ya están en el país. Esto nos dice que los flujos por relocalización de empresas, el llamado nearshoring, no ha llegado. ¿Cuándo espera que llegue?

R. Los anuncios que se están haciendo suman 68.000 millones de dólares. El desembolso llega en la medida que van avanzando los proyectos. Lo que nosotros estamos viendo es que estamos en la época donde todas las empresas grandes, las globales, están pasando sus proyectos de inversión por sus corporativos, porque se está dando la pelea entre las diferentes empresas, en diferentes países, a nivel global, de quién atrae mayor inversión. Nos están diciendo que México lleva la gran ventaja y por eso los anuncios de 68.000 millones de dólares. En cuanto empiece la obra veremos ya el flujo financiero.

P. ¿Cuándo llegarán a México estos 68.000 millones?

R. Son anuncios de proyectos completos y los proyectos oscilan entre un año y tres años. Además, por ser una guerra comercial, los anuncios están subanunciados. La IED y los proyectos que registran en la Secretaría también están subregistrados, a decir de las propias empresas. Por cada tres pesos que piensan invertir, solo dan a conocer uno.

P. ¿Esto quiere decir que le tocará a la próxima Administración los beneficios de la relocalización?

R. Ya estamos viendo una parte ahora y lo que vamos a empezar a ver es el desarrollo de la infraestructura privada. Al día de hoy, todos los parques industriales están agotados. La gente que se dedica a los parques industriales anda buscando terrenos para desarrollar más parques. Nosotros creemos que este año va a ser de conseguir terrenos y permisos para que la infraestructura comience el próximo año. Incluso los del Corredor Interoceánico y a lo largo del año de 2024 vamos a ir viendo inversiones más concretas en proyectos muy avanzados.

P. La Secretaría de Economía impuso aranceles a países con los que no se tiene acuerdo comercial en algunas industrias. ¿Cómo se eligieron las industrias?

R. Primero, recibimos muchas pymes y mipymes que estaban sufriendo por el comercio desleal y estaban quebrando, porque si ellos quieren promover una demanda antidumping, la tarifa de cualquier despacho es de siete millones de pesos mínimo y no lo pueden costear. Hicimos una investigación para identificar fracciones arancelarias donde, por los montos de importación y del valor de la mercancía, podríamos inferir que había una alguna actuación de comercio desleal, de subvaluación o de dumping. Después, hicimos un análisis para entender dónde estaba el problema y encontramos 2.000 fracciones arancelarias. De esas, depuramos aquellas que tienen que ver con alimentación, con insumos básicos, con insumos de salud o que fuera algo que no produjera México, porque no tiene ningún sentido encarecer algo que nosotros no producimos. Después nos sentamos con las cámaras y quedaron 400 fracciones. No buscamos ser proteccionistas. Simplemente, evitar el comercio desleal. Y esto lo veíamos como una primera aproximación, porque las investigaciones de antidumping se llevan mucho tiempo y las fracciones arancelarias son una medida expedita que podía dar un resultado muy rápido. Además, firmamos convenios de compromiso donde las empresas se comprometieron a que no hubiera efectos inflacionarios.

P. Uno de los países más afectados por estos aranceles será Corea del Sur, país con el cual México estaba en discusión para firmar un tratado comercial.

R. Corea del Sur alzó la mano para entrar al TIPAT [Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico]. Para que eso suceda, todos los países miembros tienen que estar de acuerdo. Quien toca primero a la puerta es el que tiene derecho a ser analizado primero y justo acabamos de terminar con Reino Unido. En la fila hay varios países, entre ellos Corea.

P. La fortaleza del peso mexicano ha afectado al turismo, ingresos petroleros, exportaciones y remesas familiares. ¿Considera que se debe hacer algo para proteger a los más afectados por este fenómeno?

R. Nosotros estamos dejando que los factores externos y el mercado vayan equilibrando los asuntos. Hemos sugerido que este es el mejor momento para que las empresas inviertan en ampliar sus capacidades. Las que compran su herramienta o equipo en el extranjero para ampliar tu planta productiva, este momento cuando el peso mexicano vale más, es el mejor. Creo que muchas empresas lo han asimilado bien.

P. Hablemos del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. ¿Cuántos contratos han firmado empresas privadas para instalarse en los polos de desarrollo que está promoviendo la Secretaría?

R. El procedimiento es una subasta. Son diez polos que se van a subastar, todos se ubican entre Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca. La primera subasta incluye cinco polos e inició el 20 de junio. Hubo 100 empresas interesadas, de esas 65 concluyeron el registro de participación y al lunes [14 de agosto] había 12 empresas que pagaron derechos de participación. Cada empresa está pujando más o menos por tres polos. Estamos hablando de seis empresas por cada polo. Faltan otros cinco y vamos a empezar a dar los anuncios pronto. Vamos a estar subastando en la medida que vayamos integrando un expediente de cada polo y ese expediente consiste en tener ya adelantadas las autorizaciones y todos los estudios de prefactibilidad de agua, energía eléctrica, conectividad, permisos de medio ambiente, todos los permisos que son necesarios para que la construcción y el desarrollo sea lo más ágil posible.

P. Los otros cinco polos ¿no se han subastado porque hay quejas de grupos originarios en el área que no quieren el proyecto?

R. De los cinco polos que faltan, tenemos dos polos con un tema por resolver. En uno de ellos, una persona se acreditó como persona originaria del lugar e interpuso una queja porque él no quiere el polo. Eso se está atendiendo porque nosotros creemos que no tiene mérito su queja porque ya se adquirió la propiedad por parte del Gobierno. Ya estamos a días de resolver. El otro nada más faltaba un trámite ante el Registro Agrario por el tipo de suelo, que en cuanto se termine ya estaría listo, y con eso tenemos los 10 polos ya preparados para la subasta.

P. ¿Cómo planea el Gobierno garantizar que se va a continuar con el Corredor en la nueva Administración que llega el próximo año?

R. El proceso concluye este año en diciembre de 2023. En ese momento se dan todos los fallos, se hace la asignación del polo al ganador y las empresas ya pueden empezar la construcción y la inversión. Es decir, como toda la documentación jurídica concluye en 2023, no creemos que haya ningún problema.

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