La explotación del litio en México se abre a la “asociación de empresas nacionales y extrajeras”
López Obrador promete que la explotación será “propiedad de la nación” y declara reserva del mineral 235.000 hectáreas en Sonora
De viaje por Sonora, Andrés Manuel López Obrador ha prometido a los de aquel Estado que el Gobierno “tiene la decisión de que el litio sea propiedad de la nación, de todos los mexicanos”. Sonora tiene una reserva del codiciado mineral que el presidente se ha propuesto nacionalizar, en un gesto que pretende emular otros históricos, como el que tuvo el general Cárdenas con el petróleo. Así lo ha afirmado también el gobernador del Estado, Alfonso Durazo, quién ha señalado que la empresa estatal LitioMx se abre “a la asociación de empresas nacionales y extranjeras”, aunque no se ha señalado de qué forma o en qué medida se articulará la intervención de la iniciativa privada en la explotación del mineral. Se mantiene así la ambigüedad que ya recoge el decreto publicado en el Diario Oficial de la Nación sobre dicha participación privada. La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, ha anunciado que se han declarado “zona de reserva minera de litio 234.855 hectáreas”, que abarcan siete municipios: Arivechi, Divisadero, Granados, Huásabas, Nácori Chico, Sahuaripa y Bacadéhuachi, donde se han reunido todos este sábado.
En Sonora, López Obrador ha dicho que nacionalizan el litio “para que no lo puedan explotar extranjeros, ni de Rusia, ni de China ni de Estados Unidos. Se ha referido a la ley que se aprobó en el Congreso y a los amparos, pero ha advertido: “No van a poder con sus controversias en el Poder Judicial, el litio es de la nación”. El presidente ha recordado una de las cuestiones de mayor relevancia en el intercambio comercial con sus socios del norte, Estados Unidos y Canadá, la fabricación de vehículos eléctricos, para los que se necesitan baterías, por tanto, litio. “Desarrollaremos la exploración y producción de este mineral estratégico para los carros eléctricos, como es el propósito de los pueblos y gobiernos de América del Norte. Se van a reconvertir toda la planta automotriz, por eso es fundamental el litio, y eso se encuentra aquí, en Sonora”, ha dicho. Las reservas mexicanas, siendo importantes, no llegan a la magnitud de las que tienen Bolivia o Argentina. Pero su producción tendría que aumentar un 500% de aquí a 2050 si se quiere atender debidamente la demanda de coches eléctricos, según datos del Banco Mundial. En México, la cantidad de “oro blanco” se cifra en 1,7 millones de toneladas, frente a los 21 millones de Bolivia. A pesar de ello, es el décimo país del mundo en reservas.
El presidente de Estados Unidos, ha dicho Durazo, estableció en 2021 que para 2030, el 50% de los vehículos nuevos que se vendan en ese país tendrán que ser eléctricos, es decir, “grandes consumidores de litio, de grafito y de cobre”, minerales todos ellos con presencia en Sonora .
El yacimiento descubierto en 2019 despertó el interés de México por hacerse con esa fuente de energía, una de las más codiciadas hoy en el mundo. Pronto empezaron los choques con alguna empresa china, que ya tenía concesiones para la explotación. Derivado de todo ello, el Gobierno se planteó la nacionalización del litio, y suspendió nuevas concesiones, a pesar de que los expertos avisaron de que el país no tenía capacidad tecnológica de exploración ni de producción todavía. En abril del año pasado, el Congreso aprobó la reforma minera, que facultó al Estado como el único que puede explorar, explotar y producir litio y se ha designado al gobernador de Sonora como responsable de la empresa paraestatal, que dirigirá Pablo Taddei. Pero el decreto del pasado agosto tiene letra pequeña: LitioMx, dice el texto, “podrá asociarse con otras instituciones públicas y privadas”. No menciona la palabra empresas, ni organizaciones, lo deja en una expresión ambigua que ha hecho pensar a los interesados en el sector que hay una puerta abierta a la participación privada. Hoy sí se ha hablado abiertamente de la “asociación de empresas”.
Las declaraciones no han salido del terreno de la ambigüedad desde que aquellos días el presidente hablara de un modelo de inversión “público-privado”. “No nos alcanzaría para que [la explotación] fuese solo pública, se requiere de bastante inversión”, reconoció en su día. Hoy ha afirmado que los técnicos mexicanos “ya están haciendo los estudios para buscar la forma de extraerlo” de la arcilla y procesarlo. “Se inicia un proceso de exploración, de desarrollo tecnológico para tener la materia prima, también con el propósito de que se instalen plantas para la elaboración de baterías”.
El día de hoy en Sonora, el presidente ha hablado de la reunión mantenida el viernes con las autoridades de Arizona y mencionado al presidente estadounidense, Joe Biden: “Ha tomado la decisión acertada de que América del Norte no dependa de los semiconductores que se necesitan para el desarrollo industrial, que sigue dependiendo de Asia. Ahora se busca que se puedan elaborar aquí, en el norte de América, y se ha seleccionado Arizona para producir esos chips”, ha dicho López Obrador.
El mandatario ha hecho hincapié en toda esta industria de vehículos eléctricos y explotación del litio, como un proyecto que “permitirá inversiones, empleo y bienestar” para los sonorenses. La visita tenía como objetivo, además, la inauguración de una carretera que unirá comunidades largo tiempo mal comunicadas. Durazo contó que desde 1933, los habitantes de Agua Prieta venían solicitando ese trazado, que nunca les fue concedido hasta ahora, con una inversión de 1.571 millones de pesos. “Es una ocasión histórica que responde a una demanda histórica”, ha dicho el gobernador de Sonora.
Pero quien esperara mayor concreción sobre la explotación del litio, tiene que conformarse con una promesa que no aclara en qué forma se llevará a cabo, sino que abunda en una consigna política aún no resuelta, que el litio “será para todos lo mexicanos”.
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