Checo Pérez vuelve a darle una lección a Lewis Hamilton para subirse al podio en Silverstone

El mexicano Checo Pérez quería redención a toda costa. En Silverstone, con mucho dolor, la encontró. El piloto de Red Bull tuvo una caótica carrera en la que fue último, remontó y batalló frente a Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo y quien terminó tercero. Pérez alcanzó un meritorio segundo lugar en el día de la primera victoria del español Carlos Sainz. Max Verstappen, con problemas de aerodinámica, quedó frustrado en el séptimo lugar. “¡Fue una gran remontada!”, apuntó el mexicano.

Pérez arrancó en la cuarta posición, detrás de Leclerc, Verstappen y el recién estrenado Sainz Jr. en la punta. Hace un año, Pérez había largado desde la última posición y alcanzó un decimosexto puesto. También en 2021 ocurrió el salvaje choque entre Hamilton y Verstappen, que llevó al neerlandés a las barreras de protección. Este 2022 el drama se coló por la pista.

Las cosas también fueron caóticas en el encendido de motores en el Reino Unido. Un accidente entre varios monoplazas provocó la bandera roja, la suspensión parcial de la carrera. El coche de Guanyu Zhou, de Alfa Romeo, se volcó tras un golpe, avanzó metros de cabeza e incluso se saltó los muros de protección. Un brutal accidente que, gracias a las medidas de seguridad, salvaron la salud del piloto chino. Entre tanto despelote, el mexicano había perdido posiciones frente a Hamilton y Alonso, pero desde la dirección de carrera pidieron reiniciar todo.

Tras casi una hora, la carrera volvió. La segunda oportunidad para Checo Pérez fue buena porque esta vez sí pudo meter turbo para proteger su posición y pelearle a Leclerc. Pero llegó el momento agrio para el de Guadalajara porque sufrió un daño en la trompa del auto en la riña con el Ferrari y, en el sexto giro de la carrera, tuvo que salir al garaje por uno nuevo. Así, terminó en la decimosexta posición. Un revés.

Lo divertido estaba en la punta con los errores de Sainz, una batalla entre los Ferrari y una pinchadura de neumático de Verstappen que desencadenó los problemas de aerodinámica del auto. Al mexicano le quedó con remontar posiciones. No había de otra y a esperar algún milagro de esos que la Fórmula 1 tiene cada fin de semana. En la vuelta 24, Checo Pérez ya era sexto, aunque aún debía cuidar sus neumáticos, una de sus especialidades. La suerte, por fin, le favoreció. En el giro 40 el auto de Esteban Ocon, de Alpine, se quedó atascado en la pista y forzó el coche de seguridad. Eso le abrió la oportunidad para cambiar de neumáticos y tener a tiro la oportunidad por pelear por el tercer lugar de Hamilton.

La mejor parte de la carrera sucedió cuando Checo Pérez le aventó el coche a Hamilton para poderle ganar la posición. Tras varios intentos, donde el mexicano desconoce el currículum rival, pudo pasar por delante del británico. También pudo pasar a Leclerc, quien estaba en desventaja por el tipo de neumáticos. El segundo lugar en Silverstone, además de ser el piloto del día para los aficionados, significó demasiado para el mexicano porque esta pista había sido un calvario donde lo único que había obtenido era un sexto lugar con Force India en 2016.

El mexicano, tras este domingo, se queda en el segundo lugar en el mundial de pilotos con 147, por detrás de Verstappen (181). Detrás quedan Leclerc (138) y Sainz (127). La siguiente parada es en el nido de Red Bull, Austria. Checo Pérez quiere alargar su estela de podios frente a los dueños.

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