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López Obrador deja claro que no acudirá a la Cumbre de las Américas si Biden no invita a todos los países de la región

El presidente mexicano insiste en que Estados Unidos no excluya a nadie, pero asegura que espera una respuesta formal para definir su presencia. “No se trata de confrontarnos”, asegura

Francesco Manetto
Presidente de México definirá este viernes su asistencia a Cumbre de Américas
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante una de sus conferencias de prensa matutinas.José Méndez (EFE)

Primero fue “la semana que viene”, después “lunes o martes” y luego “probablemente mañana”. El pulso entre Andrés Manuel López Obrador y la Casa Blanca para que Estados Unidos invite a todos los Gobiernos de la región a la Cumbre de las Américas se ha convertido en un tira y afloja en el que las posiciones están cada vez más claras, aunque nadie se atreve a zanjar la discusión. Y el presidente mexicano ha dejado claro que no acudirá si Joe Biden no invita también a los representantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Sin embargo, se ha resistido a definir su presencia en el cónclave, que se celebrará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, a la espera de una respuesta oficial de Washington. “Vamos a esperar que formalmente nos respondan y a partir de ahí vamos a tomar una decisión”, ha reiterado este viernes.

López Obrador insiste en que su homólogo estadounidense, Joe Biden, incluya a representantes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. “México va a participar, nada más que si no se invitan a todos los países, yo no asistiría. Yo estoy planteando que se inviten a todos los países. Ya algunos están planteando que no van a ir, pero que sean esos países, que se haga la invitación a todos. No excluir. ¿Va a ser Cumbre de las Américas o va a ser cumbre de los amigos de América?”, ha afirmado este viernes el mandatario en su conferencia de prensa matutina.

La presión del presidente mexicano, al que se sumó el Gobierno argentino de Alberto Fernández, no ha remitido, pero tampoco la Administración de Biden ha acabado de cerrar, al menos oficialmente, la lista de los invitados. El cubano Miguel Díaz-Canel anticipó en cualquier caso que no asistiría y convocó en La Habana un encuentro alternativo de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), una organización antiimperialista fundada por los fallecidos Fidel Castro y Hugo Chávez.

“Todavía estoy esperando a que lleguen las invitaciones a todos los países de América para que en efecto sea una cumbre de las Américas”, ha afirmado López Obrador, quien en cualquier caso ha manifestado su deseo de evitar tensiones con Washington. “No se trata de confrontarnos. El presidente Biden es una gente respetuosa, siempre me habla de respeto a la soberanía, siempre piensa en que debemos mantener una relación en pie de igualdad y estamos en espera de que se lleve a la práctica el principio de que los países somos libres, independientes y soberanos y que no se puede excluir a nadie”, ha agregado.

Si la participación de México no peligra, pues en todo caso viajaría a Los Ángeles una delegación encabezada por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, la probable ausencia del jefe de Estado sembró inquietud en los círculos diplomáticos. Washington trató de evitarlo por la vía de la negociación. Un hombre de confianza de Biden, el exsenador Chris Dodd, se volcó en una negociación con López Obrador y el embajador en Ciudad de México, Ken Salazar, ha multiplicado los contactos con el presidente y su gabinete. El propósito de la Casa Blanca consistía en presentar en la cumbre varios acuerdos conjuntos de América del Norte en materia económica, sanitaria, de migración y seguridad.

López Obrador, no obstante, llegó a lanzar el jueves un mensaje equidistante. “Tenemos muy buena relación con el gobierno de Estados Unidos, con el presidente Biden. Y tenemos muy buena relación con el Gobierno de Cuba y considero que el presidente Miguel Díaz-Canel es un hombre íntegro, una persona con principios, una gente honesta”, avanzó. El Gobierno mexicano ha recuperado una política de respaldo activo a La Habana y hace tres semanas el mandatario viajó a Cuba tras una gira por el triángulo norte de Centroamérica. Pero el presidente sabe que puede vivir de espaldas a Estados Unidos, del que depende su economía. Con estas premisas, su participación todavía sigue en el aire.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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