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¿Cómo llegar al aeropuerto Felipe Ángeles? Las rutas, a examen

EL PAÍS recorre dos de las rutas más alejadas del aeródromo. El Gobierno habilita 14 líneas de autobús y anuncia taxis aéreos “para quienes tengan los recursos”

El segundo piso del periférico es una de las rutas más despejadas para llegar al nuevo aeropuerto.Foto: Mónica González | Vídeo: EPV
Darinka Rodríguez

Llegar hasta el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) es una travesía larga y accidentada. Los días antes de su inauguración, el próximo lunes 21 de marzo, las obras en las carreteras aún no han terminado. A marchas forzadas, cientos de trabajadores de la construcción trabajan horas extra para habilitar nuevos tramos en las autopistas que deberán aligerar el tráfico. Hasta después de la inauguración, no estarán abiertos al público.

La movilidad en los municipios donde se sitúa el AIFA, como Tecámac, Zumpango y otras poblaciones aledañas, actualmente es reducida y padece de rutas de transporte público muy limitadas, así como de grandes atascos debido al exceso de tránsito en las vialidades. Según el anuncio del Gobierno mexicano, la creación de 14 rutas de autobuses desde varios puntos concurridos de la capital y el Estado de México permitirán a los pasajeros llegar en máximo una hora con cuarenta minutos, dependiendo del punto de arribo.

Un ejercicio realizado por EL PAÍS desde dos de las rutas más alejadas del aeródromo, en Perisur y Santa Fe, dos centros comerciales al sur y poniente de Ciudad de México, muestran que el traslado está plagado de tránsito pesado y pocas alternativas asequibles de transporte público. Pese a realizar el trayecto en transporte particular y a falta de la apertura definitiva de los nuevos tramos, la duración es con mucho mayor a la de las previsiones de las nuevas rutas de autobús.

El viacrucis del transporte público

Antes de la inauguración del nuevo aeropuerto, arribar a la base aérea militar de Santa Lucía era una odisea, sobre todo en transporte público. Si se toma como referencia los puntos de movilidad más cercanos, como el Centro de Transferencia Modal de Indios Verdes, al norte de Ciudad de México, existen actualmente apenas unas cuatro rutas de transporte concesionado que cobran por lo menos 47 pesos (más de dos dólares) y que conducen a los municipios de Zumpango o de Tecámac, desde los cuales se puede arribar al nuevo aeródromo.

Desde el centro comercial Perisur, la ruta de 73 kilómetros desde el sur de la capital, el traslado en transporte público antes de la habilitación de las nuevas rutas al AIFA van de los 60 a los 105 pesos (poco más de 5 dólares) y toman hasta tres horas haciendo uso de rutas del Metrobús y finalmente subirse en los autobuses privados que conducen al municipio de Zumpango. El planteamiento de llegar desde este punto en una hora con 35 minutos provocó la incredulidad de varios usuarios en redes sociales.

Historia distinta es tomar camino desde el centro de negocios en Santa Fe, al poniente de Ciudad de México. Actualmente, usando el servicio de Ruta de Transporte de Pasajeros y del Metro, se puede llegar al AIFA por un costo de alrededor de 65 pesos (poco más de tres dólares). Eso sí, se tiene que caminar bastante para encontrar las rutas y se tiene que llegar a Indios Verdes de cualquier modo.

Tres horas y 500 pesos desde Perisur

En el ejercicio de movilidad realizado por EL PAÍS, realizado en un servicio de automóvil particular y haciendo uso de un navegador, el traslado cronometrado desde Perisur al AIFA fue de dos horas y 59 minutos, no sin menoscabo de hacer uso de rutas de peaje, como el segundo piso del periférico y el Circuito Exterior Mexiquense, con un costo superior a los 500 pesos (24,5 dólares) por pago de casetas, siguiendo la ruta que plantean seguir los autobuses desde el 21 de marzo por algunos tramos.

El camino desde este punto está plagado de tráfico. A las cuatro de la tarde, una hora que aún no se considera complicada en la capital, un poco de lluvia y algunos accidentes en el camino pueden extender el tiempo de traslado por varios minutos. Quien se traslada en esta zona, sabe que hay que tener paciencia ante las eventualidades.

En las grandes vialidades como el Periférico ya existen numerosos señalamientos que anuncian la llegada del AIFA. Si se sigue las flechas, más adelante las señalizaciones desaparecen y no hay más remedio que seguir el navegador o preguntar de voz a un buen samaritano que sepa cómo llegar a la nueva gran obra.

En contraste con el veloz y puntual camino que se suele tener al Aeropuerto Internacional Benito Juárez de Ciudad de México, trasladarse al Felipe Ángeles deja la sensación de que se está abandonando el entorno urbano. Una vez que se superan los municipios de Cuautitlán y Tultitlán, en el Estado de México, en su mayoría compuestos por pasajes industriales y amplias avenidas, llega un momento en que todo lo que se observa son amplios terrenos polvorientos. Y obras viales. Muchas obras viales.

El punto principal de entrada al AIFA, localizado al costado del municipio de Nextlalpan, un puente de amplias magnitudes, aún se encuentra en obra a unas horas de su inauguración, y está rodeado por cientos de trabajadores que trabajan de sol a sol y por las noches también. Si se sigue el consejo del navegador, hay que cruzar la cabecera municipal de Nextlalpan, donde se pueden encontrar tacos de canasta, nueces y puestos de cervezas en caguamas, pero ni un solo aviso de cómo llegar al nuevo aeródromo.

Para conectar al AIFA se contemplaron más de una decena de obras, entre ellas las relacionadas con la autopista México-Pachuca, México-Querétaro y el Circuito Exterior Mexiquense. Esta obra, a decir de uno de los ingenieros de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, no estará lista al menos en 30 días más. “Los demás ya van a estar funcionando desde el lunes”, dice.

Santa Fe: una hora y 55 minutos (con tarifa de peaje)

Desde Santa Fe se puede seguir una ruta similar que incluye un amplio recorrido por Periférico, o si se prefiere tomar una ruta alterna. El camino, aunque es apenas 15 minutos más rápida (una hora y 55 minutos) no es más sencillo. Las calles que pasan por la zona de Santa Fe e Interlomas son más estrechos y mucho más concurridos de autos, lo que dificulta el traslado y puede extender el tiempo.

“Ese puente está chueco, mire”, grita un trabajador desde una combi abarrotada en la autopista libre México-Pachuca, donde se ubica otro de los accesos principales al AIFA. Esta vialidad luce repleta de autos, camiones y motocicletas. En este frenético avance, el peligro está a la vuelta de la esquina: en dos recorridos, por lo menos un par de accidentes viales dejaron dos heridos atropellados en torno al frenesí de la inauguración. Aunque a un costado de la entrada al AIFA se encuentra el Hospital Regional Número 200 del IMSS, la cantidad de vehículos alrededor del nuevo aeropuerto dificultan la entrada de los paramédicos, que, en uno de los casos, tardaron más de una hora en llegar.

La movilidad después de la inauguración

Los caminos se abrirán solo después del 21 de marzo, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador lleve a cabo el evento de apertura. Junto con la inauguración de la terminal aérea de Santa Lucía, también entrarán en operaciones los nuevos servicios de transporte. Las empresas de autobuses que hasta ahora han confirmado la apertura de sus nuevas rutas son TMT-Caminante, Pullman de Morelos y Primera Plus y Estrella Roja. El costo, advierten, no será mayor de los 150 pesos (poco más de 7 dólares por viaje sencillo).

Para quienes tienen más recursos cabe la posibilidad de llegar en pocos minutos haciendo usos de taxis aéreos (helicópteros particulares) que partirían desde la acaudalada zona de Polanco, en el poniente de Ciudad de México. “De su departamento al aeropuerto”, dijo el presidente al anunciar este servicio. De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, son tres empresas las que darán este exclusivo servicio al AIFA y que ahorrará muchos minutos, pero no poco dinero a los interesados. El precio por helicóptero aún no está definido, pero se estima que podría ser de unos 2.500 pesos (unos 122 dólares).

Para los más pacientes, queda la posibilidad del Tren Suburbano, que promete un traslado en 39 minutos desde la estación Buenavista, en el centro de Ciudad de México, hasta la terminal aérea. La ruta de este ferrocarril es de 42 kilómetros en línea recta, un proyecto del que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha presumido en varias oportunidades.

El tren suburbano al nuevo aeropuerto de Santa Lucía contará con 10 trenes eléctricos y correrá por 15,6 kilómetros sobre un trecho de vía ya existente para un tren de carga y prevé la construcción de seis estaciones. El único inconveniente de esta, la que parece la mejor opción de traslado, es que estará disponible hasta el año 2023.

La operación del Aeropuerto Felipe Ángeles comenzará con una docena de vuelos diarios, principalmente programados en la mañana. Ante la gran travesía que se tiene para llegar al aeropuerto, se puede optar por pernoctar en el hotel que se encuentra en las instalaciones del aeródromo, una opción que el propio presidente rechazó para su inauguración. Volar en el AIFA ya es una realidad, pero lo que se tiene que hacer para conseguirlo, es otro boleto.

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Sobre la firma

Darinka Rodríguez
Periodista nacida en Iztapalapa, en Ciudad de México. Es licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (2006-2010). Formó parte del equipo de Verne México desde julio de 2017 y en 2021 se sumó a la redacción de EL PAÍS México. Le apasiona andar en bicicleta.

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