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López Obrador critica a los estudiantes de Ayotzinapa que se enfrentaron con la Guardia Nacional

Los normalistas intentaron asaltar una caseta de tráfico en la carretera de la capital a Acapulco. El conflicto con la policía escaló y los estudiantes estrellaron tráiler un camión contra un puesto de comida

Alejandro Santos Cid
Estudiantes de Ayotzinapa se enfrentan con miembros de la Guardia Nacional en la caseta de cobros de Palo Blanco (Guerrero).
Estudiantes de Ayotzinapa se enfrentan con miembros de la Guardia Nacional en la caseta de cobros de Palo Blanco (Guerrero).José Luis de la Cruz (EFE)

La carretera de Ciudad de México a Acapulco fue escenario de una batalla campal entre más de 500 agentes de la policía, la Guardia Nacional y cientos de estudiantes normalistas de Ayotzinapa el pasado viernes. El conflicto escaló durante una hora, con su punto más tenso cuando los jóvenes dejaron estrellarse un tráiler que iba sin conductor contra un puesto de comida. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha cargado este lunes contra los manifestantes en la mañanera: “Es muy lamentable lo que sucedió, pudo haber una tragedia, muchos muertos. Se tuvo suerte de que el tráiler se estrelló en una caseta, porque había puestos de comerciantes e iban a perder la vida muchos”.

No hubo ningún herido derivado del impacto del camión. Sí otros, resultado del enfrentamiento: 20 estudiantes, ocho de ellos con heridas graves que fueron internados en el hospital de Tixtla, según los portavoces de los normalistas; además de 21 policías lesionados —10 pertenecientes a la Guardia Nacional y 11 estatales—, de acuerdo con el periódico El Financiero.

Los normalistas —alumnos de escuelas rurales, normalmente hijos de campesinos de bajos recursos— intentaron tomar la caseta de tráfico de Palo Blanco (Guerrero), una medida habitual para ellos, aprovechando la gran afluencia turística por el puente de la Constitución. Fue una manera de protestar y ejercer presión, para exigir que se resuelva el caso de los 43 alumnos desaparecidos en 2014 por las fuerzas de seguridad y el narco en Iguala, una investigación que sigue abierta y sin apenas avances más de siete años después. Pero cuando llegaron al lugar los agentes de seguridad ya les estaban esperando, y de los insultos se pasó a la reyerta.

Miembros de la Guardia Nacional se protegen durante enfrentamientos con estudiantes de Ayotzinapa en la autopista del Sol este viernes en Guerrero.
Miembros de la Guardia Nacional se protegen durante enfrentamientos con estudiantes de Ayotzinapa en la autopista del Sol este viernes en Guerrero.José Luis de la Cruz (EFE)

En las imágenes se observa a los contingentes de las fuerzas de seguridad ocupando todo el ancho de la Autopista del Sol. Enfrente, los normalistas con las caras protegidas por pañuelos. Y por encima de ambos columnas de humo enturbiando el paisaje, fruto del intercambio entre ambos bandos de petardos, gas lacrimógeno, proyectiles caseros e incluso bombas molotov, según han recogido algunos medios. Al menos cinco estudiantes fueron detenidos.

Durante el altercado se provocaron dos incendios forestales en los márgenes de la autopista, que fueron intervenidos por los cuerpos de bomberos de Tierra Colorada y Acapulco, sin que se reportaran heridos. La circulación permaneció cerrada entre las doce de la mañana y las tres de la tarde, de acuerdo con Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe).

Las reacciones de la población mexicana han variado entre el apoyo a los estudiantes compañeros de los 43 desaparecidos y los reclamos de sanciones contra los manifestantes por el impacto del camión. Abelina López Rodríguez, la presidenta municipal de Acapulco por Morena, ha asegurado en sus redes sociales que “en términos estrictamente legales, el tráiler iba circulando en punto muerto, sin conductor, por ello, no hay a quien acusar, pues tampoco hay evidencia de qué individuo particular provocó esto”.

Aun así, López Rodríguez ha defendido que si alguien hubiera ido conduciendo hubiera podido ser acusado de intento de homicidio “y varios delitos más”. “Mientras diversos sectores y actores políticos piden mano dura y represión contra el movimiento social, yo creo tener derecho a disentir y pido nunca dejar de buscar el diálogo como única solución”, ha concluido.

López Obrador ha apoyado a López Rodríguez en la mañanera: “Vi a los conservadores cuestionando lo que dijo, los más famosos burlándose, porque yo lo que imagino es que ella no quiere actuar como los de antes, o como actuaba el Gobierno de Felipe Calderón, que todo era garrote, el ‘mátalos en caliente’. Ya pasaron esos tiempos, ya no está García Luna, ya no somos lo mismo”.

El presidente se ha dirigido también directamente a los normalistas, a los que ha pedido “que ya no actúen de esa forma porque ponen en riesgo la vida de otras personas y el revolucionario tiene que cuidar al pueblo. Les pido también a sus papás que nos ayuden, que hablen con ellos, porque ese no es el camino”. El mandatario ha calificado el enfrentamiento del viernes como una manera de “hacerle el juego a la derecha”. “Los conservadores quisieran o que se diera una desgracia para echarle la culpa a los jóvenes o que el Gobierno los reprimiera, porque están como zopilotes [buitres]. Los jóvenes son muy inteligentes y no tienen por qué tocarse los extremos”.

También ha barajado la hipótesis de que entre los estudiantes haya “infiltrados” del crimen organizado. “Sí, no lo descarto, por eso estoy haciendo el llamado a los jóvenes, porque es una región donde hay delincuencia organizada”, ha expuesto. López Obrador ha sostenido que “ha dado instrucción de que reciban a los estudiantes”.

El sábado, el día después del enfrentamiento, los estudiantes normalistas se manifestaron y ofrecieron un mitin en Chilpancingo (Guerrero), en el que aseguraron que fueron las fuerza de seguridad los que comenzaron a agredirlos. “Nosotros íbamos a realizar una protesta pacífica y una jornada de información tranquila”, declaró uno de los portavoces. En declaraciones a Efe, un participante en la marcha defendió que “son los policías los que siempre golpean a estudiantes, estudiantes que vienen exigiendo justicia, justicia por las caídas que hemos tenido”.

“Nosotros somos una escuela de lucha, una escuela que no se queda callada, no se queda sumisa ante los atropellos del Gobierno”, amplió otro joven. Y como conclusión, los portavoces normalistas señalaron que dejarán en paz las casetas de cobro de las autopistas, “pero siempre y cuando presenten a nuestros 43 compañeros con vida”.

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Sobre la firma

Alejandro Santos Cid
Reportero en El País México desde 2021. Es licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Madrid y máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Cubre la actualidad mexicana con especial interés por temas migratorios, derechos humanos, violencia política y cultura.

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