Más de tres años de libertad asistida para el segundo condenado por la violación grupal a Ainara Suárez

El caso de Ainara Suárez, la joven que fue violada con una botella de champán por cuatro adolescentes en una fiesta en 2018, se ha cobrado su tercera condena. Uno de los jóvenes acusados, que en el momento de la agresión sexual era menor de edad, ha reconocido su culpabilidad “por los hechos ocurridos la noche del día 25 de mayo de 2018 y la madrugada del día siguiente, constitutivos de los delitos de violación equiparada y trata de personas en modalidad de pornografía infantil”, de acuerdo con un comunicado difundido por Schütte y Delsol Gojon, el bufete de abogados que lleva la defensa de Suárez.

El joven ha sido condenado a tres años, siete meses y 18 días, aunque no será internado en ninguna institución, ya que todavía era menor de edad cuando cometió el delito, y las penas en esos casos tratan de tener un fin socioeducativo y no punitivo. En su lugar, “el adolescente optó por la medida alterna de libertad asistida”, se explicita en el comunicado. Durante el tiempo que dura la sanción, el procesado tendrá que asistir a “cursos y sesiones en materia de perspectiva de género, nuevas masculinidades, sexualidad y violencia contra mujeres”. En caso de incumplimiento de esta sentencia, sería encarcelado por el tiempo restante de condena.

El primer procesado, cuya sentencia se publicó a finales de noviembre de 2021, también tuvo una condena similar: cursos con el mismo contenido con el objetivo de reeducar, aunque durante un tiempo menor, dos años y dos meses. En ese momento, Suárez celebró el fallo del juez. “Uno de mis agresores aceptó su responsabilidad en los delitos de violación equiparada y pornografía cometidos en mi contra. Me siento muy satisfecha sabiendo que hay justicia y se sepa la verdad”, escribió en sus redes sociales. Por el momento, la joven no se ha manifestado ante esta nueva decisión judicial.

Suárez, que ahora tiene 19 años, fue víctima de la violación grupal cuando aún tenía 16. Los agresores, aprovechándose de que ella estaba semiinconsciente después de haber consumido alcohol en la fiesta, grabaron el acto en un video que difundieron en internet. Más tarde, las imágenes fueron compartidas por la youtuber Yoseline Hoffman (31 años), conocida como YosStop. Hoffman fue denunciada por Suárez por distribución de pornografía infantil y pasó cinco meses en prisión, de donde salió el 3 de diciembre de 2021 después de que un juez reclasificara el delito como discriminación, un cargo que no conlleva penas de cárcel. Sin embargo, tuvo que llevar a cabo medidas reparatorias, tales como pedir disculpas públicas a la víctima, compensarla económicamente o, al igual que los dos jóvenes procesados, tomar cursos de “capacitación y sensibilización sobre víctimas, género y discriminación”, una vez al mes durante los próximos tres años.

Estas medidas, que se han repetido en los tres procesados del caso hasta el momento, forman parte de la estrategia que persiguen los abogados de Suárez. Como plantean en el comunicado, “esta salida evita la revictimización que implica un proceso ordinario y garantiza el derecho a la verdad, la reparación del daño y garantías de no repetición”. “Para Ainara [Suárez]lo más importante es que sus agresores no le vuelvan a hacer daño a ninguna mujer o niña, y enviar el mensaje de que nadie tiene derecho a tocar el cuerpo de una persona que no tiene capacidad de consentir, comprender o resistir el acto”, continúa el texto.

Por delante quedan los juicios de los otros dos adolescentes acusados de violación grupal, que previsiblemente seguirán la misma línea. Como parte del acuerdo legal, el joven cuya condena se ha conocido hoy se ha comprometido a colaborar en las investigaciones restantes, y “ya entregó unas entrevistas sobre los hechos investigados y la participación de otras personas”.

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