José Ramón Fernández: “La Liga mexicana de fútbol no tiene descenso para evitar que los empresarios pierdan su dinero”
El emblemático periodista deportivo reflexiona, en entrevista con EL PAÍS, sobre su carrera en la televisión mexicana, el fútbol y la industria del deporte
A José Ramón Fernández (Puebla, 75 años) se le hace raro no trabajar. Ha labrado una trayectoria periodística de más de 50 años en los que ha pasado miles de horas frente a las cámaras de televisión. A veces ha tenido que pasar más tiempo en los estudios de grabación que con su propia familia. Durante años mantuvo una batalla directa en contra del “monopolio de Televisa” y de su manera laxa de hacer periodismo deportivo. Ha entrevistado a Maradona y a Pelé, ha cubierto once Juegos Olímpicos y su mente aún quiere seguir recabando recuerdos. Incluso en su primer día de vacaciones del año sigue atento en Twitter y recibe en su casa a EL PAÍS.
La guarida de Fernández es un viaje exprés por todas las décadas que ha vivido: balones de cada uno de los Mundiales de fútbol, guantes de box, mascotas de los Juegos Olímpicos, dos premios Emmy. Hay un espacio dedicado al momento cuando, en 2006, un toro llamado Pajarito saltó del ruedo hacia las tribunas de la Plaza México. En primera fila estaba Fernández. “¡Un toro de 520 kilos!”, remarca el fundador de uno de los programas emblema de la televisión mexicana y que duró 34 años al aire: DeporTV en Imevisión y después en TV Azteca.
Pregunta. ¿Cuál fue su primer trabajo?
Respuesta. Daba clases en las universidades, en preparatorias. Estudié seis años en Oviedo, cuando regresé mis estudios estaban más avanzados. Terminé dando clases de filosofía, cálculo mercantil, historia del arte, historia universal. No había relaciones entre México y España por Franco, no querían reconocer mis estudios. Daba clases de historia de México, mejores que las que da el presidente actualmente.
P. ¿Cómo pasó de ser un docente adelantado a sus tiempos a estar en los medios de comunicación?
R. Cuando terminé mi carrera había medios muy locales en Puebla. Hice mis pininos en canal 3 de Puebla. Vine a Ciudad de México. Pasé tres meses por Televisa, rapidísimos, fulgurantes, imprevistos, desesperantes. Y apareció el canal 13 que lo compró el Gobierno de Luis Echeverría. Luis de Llano Palmer, que era el director general de producción de canal 13, me conocía. Fui a verlo a los estudios de Mina, que eran peligrosísimos, estaban delante de Tepito, cerca del centro. Era terrible, era un lugar esquizofrénico. Estaban ahí las oficinas y también en la Torre Latinoamericana. De Llano era un refugiado español, creador de las telenovelas, había estado en NBC con las radionovelas. Era un genio de la televisión. Trabajamos juntos seis años, fue mi gran maestro.
P. ¿Qué hacía en estas primeras experiencias?
R. Creamos rápidamente el programa DeporTV, en 1974. Entré en 1973. Luis de Llano le puso el nombre. Lo hacíamos con material de ABC, donde casi todo era en blanco y negro. Pasábamos deportes diferentes: patinaje artístico, pescadores, canadienses subiendo árboles o cortando leña. Contábamos con cámaras de 16 milímetros de cine para filmar los pocos goles que lográbamos captar en México, estaba todo copado por Televisa. Tenía un puesto gerencial. Un día le dije al director general: “Oye, están pasando un amistoso entre España e Italia y el narrador decía que Italia iba ganando, pero en realidad era España. Confundió los colores”. Y me metió al estudio. Y ahí medio lo compuse, sin dejar al locutor en evidencia. Ahí me fui quedando en los micrófonos. El primer evento que conseguimos fue a finales de 1973, en la eliminatoria de México contra Haití, para ir al Mundial de Alemania 74. Fui a Haití junto con un solo ingeniero. México fue eliminado. Trinidad y Tobago nos metió 4-0. Fue terrible. Convivimos con la selección mexicana, pero el fútbol mexicano profesionalmente dejaba mucho que desear. Recuerdo que le ganaron a Antillas neerlandesas 7-0 y les dieron la noche libre y aquello fue algo terrible: sacaron la botella de ron y algún jugador me tiró a la alberca.
P. ¿Tuvo jefes duros? Usted tiene la fama de ser muy exigente.
R. Tenía jefes inteligentes, te enseñaban en vez de que te exigieran. Una cosa es tener un jefe que te diga que le pases una pelota y le frotes los zapatos, y otra que te diga qué es una pelota de tenis, que se juega de esta forma. El carácter es fundamental en la vida del periodista. Un periodista sin carácter no llega a ningún lado. Tuve un carácter fuerte, lo heredé de mi padre, no era mal encarado ni mucho menos. Fui juntando gente que no tuviera el mismo carácter que yo, ni mucho menos, pero me gustaba la disciplina, la honestidad, la lealtad, el trabajo, el equipo, que la gente estudiara no solo cómo iba a ser la alineación de un partido, que se prepararan a conciencia. Se fue formando un equipo que creció y ahí andan todos regados por la patria.
P. ¿Por qué cree que DeporTV triunfó durante 34 años?
R. Fue el primer programa de su tipo, no existía la televisión deportiva. Televisa tenía partidos de fútbol, tenía algunos programas aislados. Ya con el nombre jaló mucho. A pesar de estar en los sótanos de Mina, hicimos una buena escenografía y juntamos talento, pasamos el primer 10 de Nadia Comaneci de los campeonatos europeos de 1974. Todos éramos jóvenes, el promedio de edad era de 30-35 años. Otros querían ser estrellas y llegar a la TV. El camino es largo y complicado. No solo es narrar, eso lo puede hacer cualquiera. Hay que investigar, prepararse para lograr temas tan difíciles como los Cachirules, un tema de investigación que nos trajo muchos problemas, amenazas y vetos [La investigación contaba cómo cuatro jugadores mintieron sobre su edad durante un torneo juvenil. La FIFA castigó a México prohibiéndole asistir al Mundial de Italia 90].
P. ¿Se considera un hombre antisistema?
R. Televisa creció mucho, era la primera empresa de la televisión en México. Es la fábrica de sueños, como le llaman ellos. Hacía sus novelas, terriblemente ridículas. Son el monopolio. Tenía tres canales, pocas televisoras con tres canales y luego tuvo cuatro. Así competíamos, fue una competencia atractiva, desleal sí, ellos vendían mejor, tenían más dinero. Imevisión producía telenovelas, teatro, el Gobierno no te daba mucho dinero. El riesgo de ser un canal del Gobierno es que estabas transmitiendo un partido muy emocionante y cortaban para dar un mensaje del presidente de la República.
P. ¿Le guarda rencor a Televisa?
R. No, no le guardo rencor. Eran competidores desleales, duros, muy pegados al Gobierno del PRI. Y siguen pegados al Gobierno. Desarrollan un deporte que ha tenido mucho éxito en México sin que el país haya ganado algo. No hemos ganado una Copa del Mundo. Hemos ganado dos Mundiales de inferiores, pero cuando llegan a adultos desaparecen. Hemos ganado una medalla olímpica a Brasil en Wembley...
P. ¿Qué le parecen las alianzas entre Televisa y TV Azteca para transmitir las finales del fútbol mexicano?
R. Ha cambiado mucho la televisión. La gente joven se mete mucho en las redes sociales. Si pongo en este momento en mis redes que el campeón del mundo va a ser Brasil, de las respuestas 250 me mentarán mi madre. La televisión restringida como ESPN o incluso como Netflix significó un derrumbe terrible para las televisoras abiertas que ya no pueden competir. Un partido de fútbol en TV abierta solo emite el mero juego y se van. En la televisión restringida se quedan dos o tres horas analizando el partido. Las alianzas de ahora en la televisión abierta se hacen por supervivencia. Estos acuerdos no se hacían en mis tiempos. En mis años logramos que Televisa accediera a compartir los derechos de la selección mexicana.
P. ¿Qué le parecen los debates deportivos en la televisión? ¿No le parecen agresivos?
R. David Faitelson es un terco, lo aprecio mucho. Si le contradices se enoja y pega gritos. Los programas de debate están de moda, lo hacen todos. A veces se sube de tono. Los debates son orgánicos, no son preparados. Van surgiendo cuando no te vas poniendo de acuerdo en nada. El debate se va incendiando hasta que hay que apagarlo.
P. ¿Qué ocurre en las pausas comerciales? ¿Ha ocurrido alguna pelea física?
R. Baja el productor a calmar las cosas, pero nadie le hace caso porque siguen los alegatos. Hasta que cada quien se da la mano y adiós. Nunca se ha llegado a los golpes, se llega al insulto estúpido. En cuanto termina el programa se enfrían.
P. Usted es el padre del antiamericanismo, el equipo de Televisa.
R. Emilio Azcárraga, con quien tengo buena relación, me invitó a hablar del antiamericanismo. Surge porque cuando llego a la televisión me doy cuenta que solo se hablaba del América. Nadie hablaba del Guadalajara. Era muy amigo del rector [Guillermo] Soberón de la UNAM. Le dije que teníamos que impulsar a Pumas para ser el gran rival del América. Y lo impulsamos hasta que los Pumas empezaron a ganarle al América. Se creó el clásico capitalino. Hablamos con las porras y estas calentaban el partido.
P. ¿Cuál es su diagnóstico del fútbol mexicano?
R. Es una Liga de plástico. Significa que juegan 18 equipos, no hay ascenso ni descenso para evitar que los empresarios no tengan miedo de perder su dinero. Tienen pavor de que su equipo se vaya a segunda división. Por eso se congeló el ascenso-descenso. Cuando de los 18 equipos 12 pueden clasificarse es malísimo. Luego el repechaje. De repechaje vas a una liguilla de ocho. El fútbol mexicano vive de las liguillas, ahí es cuando sube el rating. Durante el torneo bostezas viendo un Toluca-Mazatlán, dices dios mío.
P. ¿México ha progresado con el Tata Martino?
R. Tú me dirás si perder tres partidos consecutivos contra EE UU es progresar. Si pierdes la final de la Copa Oro, la final de la Nations League y el primer partido de eliminatoria. México no es un país exportador de talento, es importador. Exporta lo que puede y cuando lo hace es muy caro. Los futbolistas se tienen que ir a escondidas a Europa. Estados Unidos, en cambio, va a crecer después del Mundial de Qatar y puede ganarlo en 2026.
P. ¿Qué tan difícil fue trabajar durante la pandemia en casa?
R. En marzo de 2020 se cerraron nuestras oficinas, 20 meses después se reabrieron. Corres riesgos. Estoy vacunado, pero aún así te pones ronco, hay frío, pasamos etapas difíciles. Si los del Real Madrid se contagian, imagínate uno que es común y corriente. Lógico que hubo dificultades: pusimos vía Zoom el programa. Llamar a los técnicos de ESPN para que te expliquen cómo conectar. Al principio me costaba, era una locura, aunque mi hija me enseñó. Un parto total. Han sido mejores los resultados que las fallas. Soy un hombre de trabajo.
P. ¿Ve cercano el retiro?
R. No. Llegará el momento en que diga que estoy cansado. Cuando me sienta mermado. Mientras no me enferme y me sienta apto para hablar con el público, de que te crea. Lo más importante para un periodista es que te crean, tener credibilidad.
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