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Los Pumas amargan a Santiago Solari

El argentino colecciona su tercer fracaso en el fútbol mexicano con el América

Diego Mancera
Alan Mozo, de los Pumas, celebra su gol frente al América.
Alan Mozo, de los Pumas, celebra su gol frente al América.CLAUDIO CRUZ (AFP)

A Solari no se le da bien el fútbol mexicano. En un año ha coleccionado tres fallos. Uno fue perder el boleto del Mundial de Clubes en octubre frente a los Rayados de Javier Aguirre y dos han sido en la liguilla del campeonato. Hace seis meses lo noqueó en cuartos de final el Pachuca, un equipo inestable. Ahora, los Pumas, uno de sus peores oponentes en Ciudad de México. Y de nuevo pasó: otro club con más sudor que estabilidad, le explotó en la cara al estratega argentino.

Los Pumas, el equipo que representa a la mayor universidad de Latinoamérica, se colaron a la liguilla de última hora. Como aquellos pasajeros que están en la lista de espera de un avión. En las últimas fechas enterraron uno de sus peores torneos para clasificarse a la repesca, vencer a Toluca y meterse a cuartos de final. Dicho de otra forma: el lugar once de la tabla tumbó al primero gracias al formato de competencia de México que no premia al más constante, sino al más audaz.

Ya en el estadio Azteca, los de la UNAM hicieron suyo ese césped repleto de historia. Pegaron como los aficionados añoraban. La noche empezaba mal para los universitarios que encajaron con once minutos en el cronómetro un gol de penalti de Emmanuel Aguilera. Mal trago y a lo siguiente. La resurrección de los Pumas empezó con el pie de Alan Mozo. Primero puso un la mitad de un gol a Washington Corozo para el empate. Para el 1-2 la conexión Mozo-Corozo, sin forzar la rima, volvió a aparecer para amargar al América. Y en un tercer centro de Mozo apareció el brasileño Higor para el 1-3. Fue una venganza bien trabajada de los dirigidos de Andrés Lillini (1-3) que sufrieron por armar una plantilla competitiva.

Y es que aún quedaba en su recuerdo esas goleadas, como aquel 6-2 global en cuartos de final en 2018 o incluso el 6-1 en el partido de vuelta seis meses después. Los Pumas querían volver a sonreír frente a su vecino repudiado.

A Solari le ofrecieron dirigir al equipo más ganador en México. Le dieron pauta para sacarle jugo a la plantilla. En la primera fase del campeonato mexicano, una Liga de 17 fechas, las águilas del rosario eran imbatibles en los dos torneos, terminaron en la punta con cierto sabor salado porque no terminaban de agradar a sus aficionados. “Estamos muy dolidos, hemos trabajado durante todo el año, el grupo ha hecho un enorme esfuerzo y hoy no pudimos plasmar esos resultados”, ha dicho Solari en conferencia de prensa.

“Esto es fútbol. El torneo es así. Es maravilloso, es único. Tiene dos fases: la de la regularidad, que es larga, que la hemos realizado con nota y luego tiene esta otra fase donde todo inicia de nuevo. Se iguala todo. Quedamos a deber”, zanjó el argentino, cuestionado por los hinchas.

Duro golpe para un Solari que aún no logra descifrar el caprichoso fútbol mexicano. Los Pumas, que juegan contra Goliat, buscan otra final.

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Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016 escribiendo historias deportivas. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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