La división marca las primarias de Nevada donde Trump compite en solitario
Nikki Haley decide no comparecer en las internas del Estado al considerar que están amañadas en favor del expresidente
Bienvenidos al caos del Partido Republicano en Nevada. El Estado servirá esta semana de ejemplo de cómo se ven en la práctica las divisiones al interior de la organización conservadora. De manera inusual, la región celebra este martes unas primarias para elegir candidato a la presidencia. El jueves llevará a cabo un caucus con el mismo propósito. Los funcionarios locales del partido han hecho más complejo el proceso por la sombra de sospecha que Donald Trump ha proyectado sobre las instituciones electorales desde su derrota en 2020. Hay una certeza en todo esto, el expresidente ganará los delegados que hay en juego tras las votaciones del jueves. Nikki Haley, la única contendiente de Trump, se ha saltado el Estado para jugarse el resto el 24 de febrero en su territorio, Carolina del Sur, el Estado que gobernó entre 2011 y 2017.
De forma paradójica, Nikki Haley es la favorita para ganar las primarias del martes. La embajadora de Trump ante Naciones Unidas triunfará esta tarde, casi por descontado, por un motivo sencillo: compite en solitario. Haley, quien ganó New Hampshire, es la única candidata de renombre que aparece en la boleta republicana porque Trump no se apuntó al proceso. Será una victoria hueca para la exgobernadora, que debía pagar una fuerte cantidad para competir. “No hemos gastado un centavo ni un gramo de energía en Nevada. Decidimos desde hace mucho que no íbamos a dar 55.000 dólares a una entidad de Trump para participar en un proceso que está amañado para que gane”, aseguró este lunes Betsy Ankney, la jefa de campaña de Haley.
El botín de este proceso se juega en realidad el jueves, cuando Trump compite en un caucus donde Haley no figura entre las opciones. Su único rival será el empresario texano Ryan Binkley. Será ese día cuando el expresidente sume a su causa los 26 delegados electorales que otorga Nevada y lo acercará al objetivo de 1.215 que necesita para asegurar la nominación.
A Nevada se le considera un Estado morado por su pragmatismo para votar por republicanos como demócratas en los comicios. A pesar de esto, la región ha respaldado a los candidatos demócratas a la presidencia de manera continua desde 2008. En noviembre de 2020, Joe Biden se impuso a Trump por un ajustado margen de 2,39%. El expresidente mejoró en las más recientes elecciones sus resultados respecto a los comicios de 2016. Y se espera que este año la pelea sea aún más ajustada.
El Partido Republicano de Nevada abandonó toda apariencia de objetividad en diciembre, cuando el presidente de la organización apareció en un mitin de Trump en Reno, la capital. “¡Ocho de febrero!”, gritó Michael McDonald a forma de bienvenida del hombre que busca volver a la Casa Blanca. “Marquen sus calendarios. Ese es el día que hay que aparecer en el caucus en favor de Donald Trump”, añadió. “Ese día hay que ir a las casillas con tus vecinos, sentarse con ellos y decirles lo grandioso que es Donald Trump. Y después, hay que marcar Donald J. Trump en la boleta”, aseguró McDonald a la multitud.
En aquel mitin, celebrado a mediados de diciembre, la contienda republicana aún contaba con varios perfiles que intentaban arrebatar a Trump el primer lugar rumbo a la nominación. Uno a uno, los aspirantes fueron bajándose del proceso. Ron DeSantis, el gobernador de Florida, puso en pausa sus ambiciones presidenciales el 21 de enero, cuando anunció que suspendía su campaña. La salida del político dejó a Haley como la única competencia seria que enfrenta el exmandatario, quien sigue siendo el amplio favorito.
Aunque las primarias y los caucus suelen utilizarse como sinónimos, los procesos son distintos. Las primarias son organizadas por las autoridades estatales y son un evento abierto a cualquiera que esté registrado en los censos de los partidos. Son también más flexibles, pues Nevada es uno de los Estados que permiten registrarse el mismo día de las votaciones o mudar el registro a otro partido. Muchos de los habitantes de la entidad, con 3,1 millones de habitantes, han recibido boletas para votar por correo en las que Trump no aparece. El gobernador de Nevada, el republicano Joe Lombardo, afirmó que participará en las primarias organizadas por funcionarios de su Gobierno. Ha comunicado el sentido de su voto. Marcará la casilla de “ninguno de los anteriores” este martes. El jueves apoyará a Donald Trump.
El caucus, en cambio, es un proceso cerrado organizado por los responsables del partido y donde solo pueden participar quienes están registrados como republicanos. No se permite sumarse al padrón el mismo día de los comicios y los funcionarios de las casillas deben mostrar una identificación expedida por el Gobierno.
El sistema del caucus puede ser problemático para los votantes que prefieren enviar sus boletas por correo para no interrumpir sus actividades o salir del trabajo. Esto hace que los resultados de los caucus sean más impredecibles. No en esta ocasión, donde Trump compite sin rivales. Los simpatizantes del expresidente prefieren volver al proceso tradicional argumentando que es más fácil orquestar un fraude con algunas facilidades que se han dado a los ciudadanos para sufragar, como el sistema por correspondencia.
Primarias demócratas
Trump no es el único que transitará por Nevada sin sobresaltos. El presidente Joe Biden también comparece en unas primarias. Se prevé que Biden gane fácilmente a su rival, como hizo en Carolna sel Sur, la autora Marianne Williamson, la más conocida entre un puñado de aspirantes que pretende arrebatar la candidatura al actual ocupante de la Casa Blanca. El congresista Dean Phillips también se ha saltado Nevada.
Biden ya piensa en noviembre. El presidente visitó Las Vegas este domingo y lunes, donde ha dejado ver que da por descontado que se medirá nuevamente a Trump. Biden advirtió que una segunda presidencia del polémico empresario convertido a político sería una “pesadilla” para Estados Unidos.
El lunes, el mandatario acudió a un evento organizado por el sindicato de trabajadores del sector turístico. La industria de la hostelería fue clave en el triunfo de Biden en 2020. Mantener su respaldo será vital para que los demócratas en los comicios de otoño. “Vine a agradecer el apoyo que me han dado y el que espero que me den. Y gracias por tener fe en los sindicatos”, aseguró Biden a los integrantes de una organización que representa a 60.000 trabajadores de los casinos y hoteles del Strip. Los sindicatos llegaron el lunes a un acuerdo con la patronal que evitó una huelga en plena semana donde la ciudad será la casa del Super Bowl, la final del fútbol americano.
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