Las siete víctimas del yate hundido en Sicilia quedaron atrapadas en los camarotes

Los investigadores que tratan de aclar cómo se produjo el naufragio del velero de lujo Bayesian creen que las siete víctimas de la tragedia fueron sorprendidas “por un evento repentino e inesperado” mientras dormían y se despertaron bruscamente y trataron de escapar, pero quedaron atrapadas en el interior del barco.

El fiscal italiano que está llevando el caso, Ambrogio Cartosio, ofreció una rueda de prensa este sábado por la mañana, acompañado por el fiscal adjunto y representantes del cuerpo de bomberos y de la Marina que han colaborado en la búsqueda y las labores de rescate. Durante la conferencia ofrecieron algunos detalles de la investigación, aunque la mayor parte se mantiene bajo secreto de sumario.

Cartosio explicó que el cuerpo de Hannah Lynch, la última de los desaparecidos, se encontró en el tercer camarote del lado izquierdo de la embarcación. Los cuerpos de los otros cinco fallecidos se hallaban en el primer camarote, también a babor. Teniendo en cuenta que, como han relatado los supervivientes, sus habitaciones no estaban en ese lado del barco, los investigadores creen que lo más probable es que los fallecidos trataran de escapar del agua que estaba entrando en el barco. El yate se hundió por la popa y luego se tumbó lentamente sobre su costado derecho, como apuntó el comandante provincial de los bomberos, Bentivoglio Fiandra. Las seis víctimas trataron de refugiarse en las cabinas del lado izquierdo buscando burbujas de aire para seguir respirando. Los fiscales señalaron que “probablemente” no pudieron alcanzar la cubierta a tiempo y, por tanto, el bote salvavidas “porque les sorprendió la tormenta mientras dormían”.

Los investigadores deberán aclarar esta dinámica y dilucidar si se respetaron las normas y los protocolos de seguridad, y detalles como si se advirtió al pasaje del riesgo de tormenta y de las medidas que debían tomarse en caso de accidente. Para poder esclarecer con más precisión lo ocurrido, Cartosio considera que es “fundamental” que se reflote el Bayesian, que yace a 50 metros de profundidad sobre el lecho marino. “Si no lo recuperamos y lo examinamos atentamente difícilmente podremos configurar eventuales responsabilidades sobre lo ocurrido”, sostuvo.

Los fiscales consideran que hay evidencias suficientes para probar negligencias en el naufragio del Bayesian, tanto antes de que el velero comenzara a hacer aguas como durante la fase de hundimiento del barco. Pero aún no han identificado al posible responsable o a los posibles responsables de ello, por lo que todavía no tienen sospechosos oficiales. Todo dependerá del análisis de los datos que aporte la investigación y del estudio del pecio en la superficie.

La responsabilidad, como explicó el fiscal Ambrogio Cartosio podría recaer en el capitán de la embarcación, en la tripulación o incluso en el armador del barco. “Esta tragedia sería aún más dolorosa si se demostrase que fue causada por comportamientos no perfectamente en línea con la responsabilidad que cada uno debe tener en la gestión de la navegación”, opinó Cartosio. El fiscal añadió que los investigadores “no excluyen nada”. Como explicaron, eventuales imputaciones dependerán del estudio del velero hundido y de otros datos, técnicos y meteorológicos, y declaraciones.

Libres de abandonar Italia

Los magistrados han resaltado también que tanto el capitán, el neozelandés James Catfield, como los nueve de los diez miembros de la tripulación que sobrevivieron al naufragio se han mostrado “muy colaboradores” y esperan que lo sigan haciendo, porque tienen más preguntas para ellos. No obstante, los fiscales recalcaron que, por el momento, son libres de abandonar Italia cuando lo deseen.

Un dato relevante hasta ahora desconocido es que, como explicó el fiscal adjunto, Raffaele Cammarano, que coordina la investigación, la noche de la tormenta había un oficial de guardia en el puente cuya tarea consistía en advertir del mal tiempo repentino, aunque no se ha revelado qué miembro de la tripulación tenía ese cometido. “Me pregunto por qué no vio venir la tormenta. También estamos investigando por qué la tripulación se salvó subiéndose al bote salvavidas mientras los demás huéspedes estaban todavía en el casco. Lo que sí sabemos es que el suceso fue realmente repentino y brusco”, señaló Cammarano.

El fiscal Cartosio y su equipo habían guardado hasta el momento silencio, a pesar de las críticas de la prensa por la falta de información de las autoridades italianas sobre el operativo de emergencia. El fiscal explicó que “la ley solo permite a las autoridades judiciales divulgar información a través de ruedas de prensa o comunicados de prensa”. Y reiteró que su investigación plantea los delitos de naufragio culposo y homicidio culposo múltiple.

El Bayesian —una lujosa embarcación con 56 metros de eslora y 11 de manga y bandera británica— iba al máximo de su capacidad, transportaba a 22 personas, de las cuales 10 eran miembros de la tripulación y 12 eran pasajeros. La madrugada del lunes el mar lo engulló durante una fuerte tormenta cerca de las costas de la localidad siciliana de Porticello. 15 personas lograron sobrevivir al naufragio y siete fallecieron. Las víctimas del naufragio son el magnate británico de las tecnologías Mike Lynch y su hija Hannah, el banquero y presidente no ejecutivo de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer; su esposa, Judy; el abogado de Lynch, Chris Morvillo; y su esposa, Neda. Además, Recaldo Thomas, el cocinero del barco, cuyo cuerpo fue recuperado por los bomberos a las pocas horas del hundimiento.

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