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Bruselas promete reducir las cargas administrativas al campo tras la protesta de tractores a sus puertas

La Comisión Europea promete también integrar más a los agricultores en las discusiones sobre la política de transición ecológica

Silvia Ayuso

Los agricultores que con sus tractores bloquearon este jueves el barrio europeo de Bruselas en protesta por la “incoherencia de las políticas europeas” lograron lo que buscaban: ser escuchados. Tras colarse sus demandas en la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno celebrada a pocos centenares de metros del núcleo de la manifestación, frente a la Eurocámara, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió que trabajará rápidamente en una propuesta para “reducir las cargas administrativas”. También buscará, adelantó, cómo incluir a los agricultores en el proceso de transición verde, haciéndose eco así de dos de las principales demandas de los manifestantes. Hace ya varias semanas que el sector del campo se ha movilizado en buena parte de Europa

En su lista de reclamaciones figura además poner coto a tratados comerciales como Mercosur, extremo sobre el que se han hecho eco en los pasados días varios de los mandatarios más acosados por las protestas, del francés Emmanuel Macron al belga Alexander De Croo, para quien “la discusión de reciprocidad es pertinente y debe ser más integrada” antes de concluir las negociaciones.

“Los agricultores pueden contar con el apoyo europeo”, aseguró Von der Leyen al término de la cumbre extraordinaria dedicada a la financiación de Ucrania, pero que se vio perturbada desde primera hora por la presencia de un millar de tractores y agricultores que bloquearon durante toda la jornada las vías principales que llevan a las instituciones europeas. Los representantes de los principales sindicatos agrícolas que habían convocado a la protesta fueron recibidos, nada más concluir la cita de los Veintisiete, por la jefa del Ejecutivo europeo y De Croo, cuyo país ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE, así como por su homólogo holandés, Mark Rutte.

La reunión, que según Von der Leyen fue “muy cordial y productiva”, había sido acordada a última hora, en vista de que la protesta bruselense, aunque no multitudinaria, sí estaba teniendo un fuerte eco. Sobre todo por las imágenes de calles inundadas por gigantescos —y bastante nuevos— tractores, cuyas bocinas se podían oír incluso en algunas zonas del Consejo Europeo donde los mandatarios debatían sobre Ucrania y el veto del húngaro Viktor Orbán.

“La UE debe presentarnos respuestas pragmáticas y concretas, lejos de la ideología y dogmatismo desarrollados por la Comisión Europea en los últimos años, que no ha escuchado las crecientes preocupaciones de todo un sector”, había advertido Copa-Cogeca, que reúne a los principales sindicatos agrícolas europeos.

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“Sorpresa grata”

Para José María Castilla, representante en Bruselas de la patronal agraria española Asaja y presente en el encuentro, la invitación fue una “sorpresa grata” que muestra que “la situación ha cambiado”, según dijo a los periodistas. “En Bruselas hay una nueva corriente, un nuevo aire, y creo que seremos capaces de aprovechar esta nueva oportunidad”, celebró. Sobre todo con el horizonte de las elecciones europeas de junio tan cercano: “Los primeros cinco años hemos sufrido un tsunami legislativo, un ataque frontal por parte de todas las instituciones, no solo de la Comisión, sino del Parlamento Europeo. Pero ahora somos nosotros los que tenemos la sartén por el mango y vamos a utilizar estos cuatro meses que quedan antes de las elecciones para conseguir todas nuestras reivindicaciones”, advirtió.

El primer gesto de Bruselas había llegado 24 horas antes de la manifestación, cuando la Comisión planteó una derogación temporal de la exigencia de dejar un porcentaje mínimo de terreno en barbecho cada año. Este jueves, Von der Leyen ha ido más allá y ha adelantado el compromiso de presentar, de cara al Consejo de Agricultura y Pesca del 26 de febrero, una propuesta para reducir la “carga burocrática” del sector.

“Es muy importante que encontremos soluciones conjuntas. Compartimos los objetivos, como la protección de la naturaleza, y lo importante es cómo encontrar soluciones conjuntas, cómo lograr por ejemplo la meta de proteger el medio ambiente”, subrayó Von der Leyen tras el encuentro, que duró algo más de una hora.

Poco después, los primeros tractores empezaron a partir, tras haber permanecido desde la madrugada en el corazón de la capital belga junto a unos agricultores que reclamaban una mayor comprensión para un sector que, afirman, no logra recibir un ingreso suficiente por su trabajo.

“Europa tiene que tomar una decisión: el Pacto Verde europeo y el ultraliberalismo no son compatibles”, reclamaba Astrid Ayral, del sindicato agrícola belga FUGEA, en la plaza Luxemburgo, ante la entrada principal a la Eurocámara, donde se concentraron las protestas y se produjeron algunos incidentes a primera hora de la mañana, cuando algunos manifestantes quemaron balas de paja y neumáticos y derribaron parte de una estatua. Los incidentes provocaron una intervención policial, pero la protesta estuvo bastante contenida durante el resto de la jornada.

El sindicato de Ayral defiende una agricultura “respetuosa con el medio ambiente”, como promueven las políticas del Pacto Verde de la UE. El problema, señalaba Ayral, es que para ello se necesitan “precios justos” que les permitan a los agricultores vivir dignamente y rentabilizar las inversiones que requieren esas políticas europeas, pero que no logran siquiera amortizar. Y ello implica, subrayó, que Europa sea “más proteccionista” y deje de firmar acuerdos comerciales como el de Mercosur con países que, según la opinión generalizada de los manifestantes, abren la puerta a productos con menos requisitos que los que se imponen en la UE.

“No vamos en contra de Europa, pero hay que replantear las reglas si no quieren que abandonemos el campo”, advertía también Enerico Pasini, presidente nacional de los jóvenes agricultores del sindicato italiano Coldiretti y cultivador de olivos en el sur de su país.

“Nuestros agricultores son los más sostenibles del mundo, muy productivos y ofrecen productos de calidad. Pero hace falta un ingreso de calidad. Esa es una discusión más complicada”, reconocía tras la reunión con los sindicatos el primer ministro belga, que aseguró que la cita de este jueves es solo la primera de un diálogo más largo.

Al igual que ha sucedido en otros países, algunas formaciones, sobre todo las más ultras y euroescépticas, han intentado capitalizar las protestas agrícolas y usarlas sobre todo para arremeter contra la política medioambiental de la UE. Representantes de Vox, que ya desplegó una pancarta en la primera manifestación en Bruselas hace una semana, también estuvieron muy presentes este jueves en el punto central de la protesta, adonde acudió además el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de la formación ultra.

Hogueras ante la sede del Parlamento Europeo, este jueves en Bruselas.
Hogueras ante la sede del Parlamento Europeo, este jueves en Bruselas. YVES HERMAN (REUTERS)

La víspera, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, aprovechó para pasearse entre los primeros tractores llegados a Bruselas para afirmar que es su Gobierno el que está “del lado de la voz del pueblo”. Esto es algo que De Croo, que también se enfrentará a elecciones nacionales en Bélgica a la par que las europeas, niega. “Hemos tenido una concertación real con la gente que conoce su trabajo y que quieren seguir trabajando. Creo que hemos demostrado que somos nosotros los interlocutores para ello y no otros”, aseveró.

Portugal también protesta

En Portugal, los agricultores también se han movilizado, a pesar de que el día anterior el Gobierno había anunciado apoyos financieros para el sector por un importe de 500 millones de euros, informa Tereixa Constenla. En la frontera española entre Elvas y Badajoz se interrumpió el tráfico, ya que los tractores bloquearon la circulación en la A-6 y provocaron colas de camiones. Las protestas también obligaron a cortar otras vías, como la A-25, en el centro.

Las acciones han sido promovidas por el Movimiento Civil de Agricultores, al margen de las organizaciones tradicionales. De hecho, la Confederación de Agricultores de Portugal se desmarcó de las protestas. “Entendiendo el enfado de los agricultores, no vamos a organizar de momento acciones que condicionen el normal funcionamiento del Mercado Único e impidan la libre circulación de bienes agrícolas”, señaló su presidente, Álvaro Mendonça.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
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