La coalición de las derechas, formada por los partidos ultra de Hermanos de Italia y la Liga y por la Forza Italia de Silvio Berlusconi, ha obtenido una victoria neta (con más del 44% de los votos en la Cámara de Diputados y en el Senado, con más del 90 de los distritos escrutados) que les permitiría alcanzar, si el escrutinio lo confirma, la mayoría absoluta