Nueva Zelanda prohíbe la venta de armas de asalto y semiautomáticas tras el atentado de Christchurch
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, impulsa una nueva ley de armas tras la masacre que dejó 50 muertos
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha asegurado este jueves que se prohibirá de forma inmediata la venta de fusiles de asalto y armas semiautomáticas de estilo militar, tras el atentado de Christchurch en el que murieron 50 personas y varias decenas de heridos.
"Anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas semiautomáticas de estilo militar. También prohibiremos todos los fusiles de asalto", aseguró Ardern, al mismo tiempo que anunciaba medidas provisionales para evitar una avalancha de compras antes de que entren en vigor las nuevas medidas.
Ardern anunció también la prohibición de los cargadores de gran capacidad y de los dispositivos que permiten realizar disparos más rápidos. "Para resumir, cada arma semiautomática empleada en el ataque terrorista del viernes quedará prohibida en este país", defendió la primera ministra.
La jefa de Gobierno ha insistido en que se abrirá una investigación para determinar cómo pudo el australiano planificar y llevar a cabo sus ataques en Nueva Zelanda sin que los servicios de seguridad se percataran. El supremacista de 28 años, ha sido acusado por la justicia neozelandesa de asesinato.
Identificadas todas las víctimas
Las 50 víctimas mortales del atentado han sido identificadas, según ha asegurado este jueves la policía de Nueva Zelanda. El anuncio se produce después de que familiares y representantes de la comunidad musulmana pidiesen que se acelere la entrega de los cuerpos de los fallecidos. La mayoría eran inmigrantes o refugiados de Pakistán, India, Malasia, Indonesia, Turquía, Somalia, Afganistán, Bangladés y Siria.
Las víctimas mortales incluyen a Mucaad Ibrahim, que con sus tres años es el más joven de todos los fallecidos en el atentado, y Sayyad Milne, un estudiante neozelandés de 14 años que fue enterrado hoy en el cementerio Memorial Park, en el este de Christchurch.
En las próximas horas se celebrarán las exequias de Haji-Daoud Nabi, un afgano de 71 años que migró a Nueva Zelanda en la década de 1970 y quien salvó algunas vidas durante el ataque armado a la mezquita de Al Noor. Del total de los 50 heridos en el ataque, todavía continúan hospitalizados 29, de los cuales nueve siguen graves, entre ellos una niña de cuatro años que fue trasladada a Auckland, en la Isla Norte.
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