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Europa no puede esperar

Lluís Bassets

A más de dos meses del referéndum del Brexit, la economía británica no se ha hundido. La bolsa se ha recuperado. La libra ha caído, para satisfacción de los visitantes que llegan a Reino Unido y en detrimento de los británicos que viajan a Europa. Pero no se ha producido el efecto Lehmann, que arrastró al sistema financiero de Wall Street, tal como se ha encargado de subrayar el Council on Foreign Relations. Este think tank estadounidense ha advertido acerca de la engañosa calma posterior a la expresión de la voluntad británica de abandonar la Unión Europea. Según el dictamen de Robert Kahn (Brexit a los dos meses: la lenta combustión de la integración europea), será un trauma de efectos lentos y con un enorme grado de incertidumbre, que “puede lastrar durante mucho tiempo en las economías de Reino Unido y del conjunto de Europa y terminar amenazando la viabilidad de la UE”.

Nada distinto ha señalado Angela Merkel en Varsovia, en su gira preparatoria de la cumbre de Bratislava que la ha llevado a reunirse con 18 mandatarios europeos. Para la canciller no es un acontecimiento más en la vida de la UE sino “una profunda ruptura” en la historia europea, que requiere una respuesta muy bien calculada.


Parece claro que el referéndum no fue el final de un proceso sino solo el principio de un camino desconocido y arriesgado. Dos meses después, todo está envuelto en la mayor oscuridad: la ruta, la fecha e incluso su significado exacto. La primera ministra, Theresa May, lo explica con su tautología —“Brexit es Brexit”— y rechaza un eventual segundo referéndum, como propugna el candidato al liderazgo laborista, Owen Smith. Lo único que se conoce de sus intenciones es que activará el artículo 50 del Tratado Europeo antes de que termine 2017, cuando ya sabrá con quien tendrá que encontrarse en la negociación de salida en el palacio de El Elíseo de París y en la Cancillería de Berlín, donde sendas elecciones que se celebrarán entre mayo y septiembre despejarán la incógnita de si siguen Hollande y Merkel en tales funciones.

El Brexit dividió a los británicos en dos mitades en el referéndum —con un 4% de diferencia entre una y otra—, pero no ha conseguido unirles después del referéndum. La división se ha traslado al Gabinete de Theresa May, que tiene que ponerlo en marcha, entre quienes quieren un Brexit suave, que mantenga el mercado único europeo, y quienes quieren un Brexit duro, sin libertad de circulación de personas sobre todo, a costa de poner incluso en peligro la economía británica y la europea. Y aún los partidarios de este último se hallan también peleados por el control de las competencias en la negociación.

El Brexit divide a todos, laboristas y conservadores, y también a los socios europeos, entre los duros que quieren dar prisa a los británicos y los condescendientes que prefieren darles tiempo y facilidades. Para la UE, el problema es saber qué lugar ocupará en los próximos años en su vida política y si será al fin la tarea que ocupará sus mejores energías en el futuro, algo que sería lo más próximo a la defunción del entero proyecto europeo.

Comentarios

1.Una cosa el problema británico... que tendrán que resolver ellos y otra muy distinta el problema de la UE, que ya existía, y que el Brexit ha agravado. A nosotros, los de la UE, nos toca resolver nuestro problema.Mientras no se "dispare" el artículo 50 y se empiece a negociar de verdad... ni Gran Bretaña ni el resto sabremos realmente donde estamos metidos y cuales son sus consecuencias.La situación actual es la misma que cuando se declaró la segunda guerra mundial... y todo el mundo confiaba en sus "infranqueables" líneas de defensa y se lo tomaba con cierta calma.... luego, cuando empezaron las tortas de verdad..., vimos lo que pasó.2.Es verdad que es una RUPTURA PROFUNDA (y por tanto con consecuencias para los unos, para los otros y... para el resto) en la historia europea y que hay que calibrar muy bien la respuesta PERO LA RUPTURA SE HA PRODUCIDO, la vajilla se ha roto... y es verdad que estamos al principio de un nuevo camino que... no sabemos adónde nos conducirá... y todo eso en un momento de cambios y de amenazas geopolíticas para la seguridad y la estabilidad de Europa... y no precisamente procedentes del este... que es a lo que está dedicada la OTAN sino del sur... donde la mezcla de refugiados (provocados por las disparatadas políticas seguidas por los que nos han traído hasta aquí) y los millones y millones de inmigrantes económicos manejados por las mafias... conocidas por todos... suponen una amenaza gravísima a nuestra estabilidad y seguridad presente y futura... (y mientras tanto, con la casa en llamas, los políticos españoles jugando a lo suyo y sin preocuparse ni un poquito de como se encrespa el volcán sobre el que tan comodamente están aposentados.... No cabe mayor irresponsablidad.3.Pronto habrá varias elecciones en distintos países europeos... y veremos lo que opina "el soberano". Con las mismas políticas... y los mismos políticos... es evidente que vamos a seguir yendo mal.. Por desgracia, en España, la vieja y la nueva política... están en lo mismo por lo que... se desvanece la esperanza...
Señora CASLA:Usted mucho bla, bla, bla, pero Europa es lo que es, y sus politicos hacen politicas que son lo que son, las que salen de su naturaleza. No hay cambio posible dentro de esta Europa ''humanitaria'' y del ''bienestar'' y del deficit y la deuda giagantes. Todo fue un camelo que duró poco. La Europa de las mayores Miserias y los mayores Genocidios de la historia de este Planeta no pudo ser de un dia para el otro el ''Paraiso Solidario Humanitario Progre'' y bla bla bla. Usted le pide Peras al Olmo, y eso es imposible.Todo el mundo que progresa va por el capitalismo de Libre Mercado, déjense los europeos de inventar atajos y paridas que solo llevaron a la ruina.MIentras EE.UU. ya salió de la crisis y se apresta a subir las tasas de interes, Europa sigue en la crisis... con tasas negativas : ahora hay que pagar al banco para que te guarde tu pasta! Vaya! Nunca visto!Los hechos son claros, y si usted sigue prefiriendo el sistema de Europa al de EE.UU., es por pura necedad o masoquismo. Usted misma!

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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