Más de un centenar de cuerpos recuperados del río Yangtsé
Los técnicos logran enderezar el buque, mientras las familias pide una investigación
Mientras los equipos de rescate siguen sacando cuerpos del interior del buque hundido en el río Yangtsé, la indignación de los familiares por la falta de respuestas sobre las causas de la tragedia es cada vez más evidente. Uno de ellos se coló este viernes en el recinto donde los oficiales explican el avance de los trabajos para denunciar la escasez de información y exigir una investigación que lleve a la depuración de responsabilidades. ¿Por qué el barco no amarró ante la alerta de tormenta, como hicieron otros?, se preguntó Xia Yunchen, cuya hermana mayor iba a bordo de la nave.
La respuesta oficial es que la decisión de seguir curso arriba o parar recayó en el capitán, uno de los 14 supervivientes de las 456 personas que viajaban en el Estrella de Oriente y que sigue bajo custodia policial. En total, los equipos de rescate han sacado 103 cuerpos, pero 339 permanecen en el interior. El presidente chino, Xi Jinping, reunió el jueves a la cúpula del Partido Comunista para tratar esta crisis y prometió una investigación "sin ningún encubrimiento". "Parece que los enemigos seamos nosotros, cuando en realidad somos ciudadanos que buscan respuestas", explicó Xia a los periodistas.
En un accidente similar en el año 1999, 280 personas perdieron la vida al hundirse un ferry en el mar Amarillo, cerca de la localidad de Yangtai. "Entonces el Gobierno no permitió que las familias identificaran los cuerpos y procedieron a incinerarlos secretamente. Esperemos que esto no se repita ahora", reclamó Xia. Más de 1.200 familiares han llegado durante los últimos días a Jianli, la localidad más próxima a la zona del naufragio. Si bien algunos han podido llegar a la zona del accidente, otros se han quejado constantemente de la falta de un canal de comunicación oficial que les informara de las tareas de rescate y atendiera sus demandas, centradas en ver los cuerpos de los fallecidos y gestionar cuanto antes el transporte de los difuntos hasta sus localidades de origen.
Una vez descartadas las posibilidades de encontrar a algún superviviente, desde la noche del jueves los trabajos se centraron a enderezar el barco, que permanecía boca abajo a 15 metros de profundidad. Hoy, los técnicos lograron sacarlo parcialmente a la superficie y empezaron a drenar el agua de su interior. Los buzos siguieron con los trabajos de búsqueda de desaparecidos, cabina por cabina. "Está siendo una tarea muy complicada porque los cables de acero que sujetan el casco con las grúas pueden atascarse fácilmente", aseguró el responsable del operativo, Xu Chengguang. El país ha desplegado hasta 3.400 soldados, 1.700 policías paramilitares, 149 embarcaciones y un helicóptero para la operación. Dos embarcaciones de 500 toneladas cada una apoyan las enormes grúas que sostienen la nave, de 76,5 metros de eslora, que volcó el pasado lunes y se hundió en solamente dos minutos mientras navegaba por el río en medio de un fuerte temporal.
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