Valls anuncia controles inmediatos sobre Internet en la lucha antiyihadista
El primer ministro sostiene que el país “está en guerra contra el islamismo radical”
Francia abrió este martes en profundidad el debate sobre las medidas extraordinarias frente a los terroristas. Manuel Valls anunció en la Asamblea Nacional un paquete de “medidas excepcionales” para hacer frente a la oleada de ataques yihadistas en Francia. El primer ministro hizo hincapié en la necesidad de elevar el control sobre Internet y las redes utilizadas por los movimientos violentos para hacer propaganda y proselitismo. Precisó que París actuará en todo momento con el máximo respeto al “derecho, a los valores y a las libertades democráticas”, pero que se necesitan esas medidas excepcionales para afrontar “una situación excepcional”.
“Francia está en guerra contra el yihadismo y el islamismo radical. Pero no contra el islam y los musulmanes”, clamó Valls al cerrar con un vibrante discurso el emotivo homenaje que los diputados dedicaron a las 17 víctimas de los ataques de la pasada semana en París. El acto lo abrió el presidente de la Asamblea, el socialista Claude Bartolone, con la lectura de los 17 nombres. Los parlamentarios se pusieron de pie y cantaron La Marsellesa.
“Francia está de pie”
"Si tenemos heridos, nos levantaremos. Si tenemos muertos, los enterraremos y combatiremos". La cita de André Malraux, político y escritor francés fallecido en 1976, fue utilizada ayer por el presidente de la República, François Hollande, en su emocionante discurso durante el homenaje a los tres policías asesinados la pasada semana en París. En el patio del impresionante edificio de la Prefectura, junto al Ayuntamiento, asistían ante los tres féretros los familiares de Ahmed Merabet, el policía musulmán de origen argelino; Franck Brisolaro, guardaespaldas del director de Charlie Hebdo, y Clarissa Jean-Philippe, guardia municipal en prácticas nacida en Martinica. "Representan la diversidad de Francia, de las fuerzas de seguridad de Francia", dijo Hollande antes de imponerles a título póstumo la medalla de Legión de Honor. "Si Francia está de pie, es porque hay policías que han caído. Han muerto para que podamos ser libres. Francia no se rompe jamás, no cede jamás, no se somete jamás".
En ese ambiente, fueron acogidas en todo momento con gestos de asentimiento las nuevas medidas de Valls, quien advirtió que los riesgos de que se produzcan nuevos atentados son “serios y elevados”, dado que siguen en libertad los cómplices de los tres yihadistas abatidos la semana pasada.
Con respecto a Internet y las redes, el primer ministro insistió en que cada vez son más utilizadas para el “adoctrinamiento” y “la captación” de futuros yihadistas, así como para difusión de “mensajes de odio”. También para que los terroristas contacten entre ellos “y para la adquisición de técnicas que luego les permiten pasar a la acción”.
Por todo ello, anunció que, en el plazo de ocho días, los ministros de Interior y de Justicia presentarán iniciativas al respecto. Con el mismo objetivo, los servicios de información contarán con más sistemas técnicos “y con todos los medios jurídicos adecuados para cumplir su misión”. Las unidades antiterroristas serán reforzadas con al menos 400 nuevos miembros, sobre todo informáticos, analistas, investigadores y traductores, porque en estos momentos corren el riesgo de verse “desbordados” debido al incremento de yihadistas franceses. Valls recordó que al menos 1.250 han ido a Siria e Irak.
En breve, anunció, los servicios policiales y judiciales contarán con un listado actualizado de los detenidos por actividades islamistas radicales, que serán obligados a comunicar sus domicilios.
Francia aplicará por su cuenta antes de septiembre un control de datos sobre los pasajeros en aeropuertos. Hace años que el Parlamento Europeo tiene bloqueada una medida similar a nivel continental —el Passenger Name Record— pese a la presión de varios países. “No podemos perder tiempo”, advirtió Valls.
Como ya había adelantado el día anterior, Valls insistió en la necesidad de que los presos por delitos yihadistas estén en celdas aisladas. La administración penitenciaria tendrá nuevas competencias para controlar la actividad de los presos, una vez demostrado que las cárceles se han convertido en uno de los principales lugares de adoctrinamiento y radicalización.
Además, el Gobierno pretende intensificar la vigilancia sobre barrios de grandes ciudades en los que, desde hace años, se ha registrado un intenso tráfico de armas. Y pretende implicar a todo el sistema educativo para que, desde la escuela, se combatan las ideologías excluyentes y se explique la laicidad como valor básico de la República. La policía intensificará los controles sobre imames radicales. “Que la justicia sea implacable contra los predicadores del odio”, dijo Valls.
El partido de Nicolas Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), mantiene un debate interno sobre las medidas excepcionales. Alguno de sus dirigentes se ha decantado por una ley similar a la restrictiva Patriot Act aprobada en EE UU tras el 11-S. Ayer, su jefe de filas en la Asamblea, Christian Jacob, se mostró partidario de recortar las libertades individuales en unas circunstancias tan excepcionales. “Si tenemos que restringir las libertades de cada cual, hagámoslo”, aseguró.
Como colofón a la jornada, la Asamblea aprobó por 488 votos a favor, uno contrario (Jean-Pierre Gorges, de la UMP) y 13 abstenciones la autorización para que las fuerzas francesas mantengan los bombardeos contra el Estado Islámico en Irak. Era un paso obligado del Gobierno transcurridos ya cuatro meses desde el inicio de esos ataques. Francia tiene 15 cazabombarderos que operan desde Emiratos Árabes y desde Jordania. A su vez, el ministro de Defensa, Yves Le-Drian, informó de que ha zarpado hacia la zona el portaviones Charles De Gaulle.
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