Los 6.000 habitantes de esta minúscula isla, adonde este mes fueron a morir 400 inmigrantes, llevan 15 años conviviendo con el drama
Vito Fiorino es un ejemplo de la solidaridad de los habitantes de la isla con los inmigrantes que llegan a su costa. Él salvó a 47 somalíes del naufragio de la noche del 3 de octubre y días después posa con algunos de ellos. Con la ley italiana en la mano, puede ser procesado por ayudar a la inmigración clandestina, considerada en sí un delito.Isabella BalenaLos restos de las barcazas en las que llegan los inmigrantes varados en la costa de Lampedusa.Isabella BalenaDos refugiados de Eritrea. Durante un tiempo permanecen en el Centro de Identificación y Expulsión (CIE). Un estricto control del Ejército en la puerta cierra el paso a todo aquel que no tenga un permiso expreso para entrar y salir.Isabella BalenaFrancesco Tuccio, de 47 años, es un carpintero que fabrica cruces en memoria de los inmigrantes con la madera de los restos de las barcazas.Isabella BalenaUn familiar de un fallecido en el naufragio con la mirada perdida el día del funeral.Isabella BalenaUn inmigrante bromea con un niño de Lampedusa. La isla tiene solo 20 kilómetros cuadrados y 6.000 habitantes.Isabella BalenaEl padre Mosie sostiene la foto de su hermana desaparecida en el naufragio del 3 de octubre. Cuenta que los submarinistas de los Carabinieri, al recuperar los cuerpos del barco hundido a 47 metros de profundidad, vieron víctimas llevaban en la boca una cruz o un rosario: “Un gesto de fe extrema que los eritreos hacemos en los momentos extremos”.Isabella BalenaUn grupo de inmigrantes se baña en la playa de Guitgia junto a los últimos turistas del verano –todos italianos— .Isabella Balena
