Un viaje a bordo de la inmensa línea de mercancías construida por el Gulag, y que hoy Rusia considera clave en su expansión asiática, revela un territorio inhóspito y olvidado por Moscú
En tren por la isla de Sajalin.Iván ShapoválovIsla de Sajalín, un tren a punto de entrar en un túnel en Nikolaichuk, fotografiado desde un puente.Iván ShapoválovPuerto de Jolmsk, isla de Sajalín, llega el transbordador procedente de Vánino.Iván ShapoválovPuerto de Jolmsk, isla de Sajalín, esperando el transbordador del continente.Iván ShapoválovPuerto de Jolmsk, Sajalín, llegada del transbordador procedente de Vánino.Iván ShapoválovPuerto de Jolmsk, isla de Sajalín, la fila para subir al transbordador del continente.La ciudad de Jabárovsk lucha contra las inundaciones de este verano protegiendo las riberas del río Amur.Iván ShapoválovLucha contra las inundaciones en algún lugar de la provincia de Jabárovsk.Estación ferroviaria de Jabárovsk.Ciudad de Komsomolsk del Amur.El tren en marcha por la ruta del BAM.Iván ShapoválovVacas en las calles de Vysokogorni.Iván ShapoválovReclutas llegando a la estación de Vánino.Iván ShapoválovPuerto de Vánino, grúas cargando carbón para exportar.Iván ShapoválovNuevas traviesas para sustituir a traviesas japonesas en Sajalín.Pilar BonetAbuelo paseando a su nieto en Vysokogorni.Pilar BonetComida en establecimiento turístico en Yasnomorski (isla de Sajalín).Pilar Bonet
