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Europa al revés

Lluís Bassets

No es Europa lo que nos falta. Tenemos Europa. Mucha. Nunca habíamos tenido tanta en nuestra historia. Pensamos como europeos, sobre todo fuera de Europa, y nuestras identidades regionales o nacionales no niegan la identidad europea, ni se niegan entre ellas, sino que se refuerzan. Europa es un éxito descomunal, insólito en nuestra historia violenta.

La idea de que nunca más habrá guerra entre nosotros está anclada profundamente en nuestras sociedades. También es un éxito económico, a pesar de las amarguras de esta crisis, sobre todo para los países mediterráneos. Pero es un éxito porque hay que fijar bien el punto comparativo de partida, que no es la burbuja de falsa prosperidad de finales de los noventa y principios del siglo XXI, sino el campo de ruinas y muerte de donde salió el proyecto europeo.

Los valores compartidos por los europeos, la paz y la libertad, la democracia y el Estado de derecho, la igualdad y la solidaridad, los derechos humanos y la tolerancia, han creado el espacio para la república europea. Es un espacio donde se penaliza a los fanáticos y a los ideólogos que enfrentan a pueblos y países unos contra otros. No hay nación europea alguna, vieja o nueva, ninguno de los 27 Estados que puedan vivir y crecer sin el consentimiento de sus ciudadanos. Y no hay integración europea que pueda hacerse a espaldas de los ciudadanos, es decir, sin su consentimiento.

Cosas así o parecidas dijo hace pocos días un político alemán, el presidente de la República, Joachim Gauck. Su discurso pronunciado en Berlín el 22 de febrero, a un año de su elección, es la otra cara de la mala luna europea, la respuesta a los silencios y a la sequedad europeístas de la canciller Angela Merkel. El presidente casi no tiene poder, excepto el poder formidable de la palabra.

No todo lo que dijo Gauck, predicador de profesión, halagó los oídos de su audiencia. También habló de la crisis de confianza, los desequilibrios entre quienes dan y quienes reciben o entre derechos y deberes, el hastío ante la burocracia y la regulación o el sentimiento de que Europa se construye a espaldas de la gente y sin escuchar su voz.

Y tuvo la osadía de decir, en alemán, que el inglés debiera ser la lengua europea para el espacio público compartido en un continente donde todos deberemos hablar al menos dos lenguas. Ideas discutibles y para la discusión europea, pero profundamente comprometidas con Europa. Si queremos más y mejor Europa, necesitamos más Gaucks.

Comentarios

A mi entender, Europa debe adoptar el modelo suizo de una Confederación de estados, y además, adoptar también un idioma común, con un bilingüismo, o sea, con dos idiomas para cada estado, el propio y el confederado. En este caso estoy de acuerdo con el Sr Bassets de adoptar el idioma inglés como lengua común. Ahora bien, lo que tiene que cambiar es la política económica, prohibiendo los paraisos fiscales y penando, sin prescripción, la corrupción de corruptos y corruptores. Y muy importante, mantener el desarrollo social, en educación, en sanidad, y en derechos laborales.
Vale en lo del inglés como idioma común entre los ciudadanos europeos, pero también la transparencia como moneda de cambio entre administradores y administrados. De vil metal que siga el euro.
Tanta Europa tenemos que estamos empachados. ¿ Qué es pensar como europeos ? ¿ Se puede pensar parecido con religiones distintas, necesidades distintas según cada país, desarrollos no acompasados, derechos no respetados, con odios recientes consecuencia de guerras ( Balcanes), con pueblos que reclaman un Estado independiente ? ¿ Con países en la Unión Europea rehenes ( energéticos, por ejemplo ) de países no incorporados a esa Unión ? ¿ Con países que pagan la deuda de otros o a otros precios ? ¿ Con países potentes – de esos que se admira su coraje militar – al margen todavía de la moneda y pensando en la vuelta atrás total ? ¿ Con una población que apenas participa en las elecciones a parlamentos europeos ? ¿ Con Presidentes que sólo tienen el poder de la palabra y Primeros Ministros – o Ministras – aplicando orgullosos las políticas neoliberales de los poderes económicos ? Quizás no es un empacho, es una pseudociesis, un falso embarazo. No hay feto, sólo aire o impresión psicológica. Un engaño que no es exclusivamente de la embarazada, un autoengaño, porque el vientre crece y da el camelo ante los que la contemplan.¿ Habrá que volver a repetir lo de la Europa de los mercaderes ? Los mercaderes no tienen patria . Todos deberíamos hablar al menos dos lenguas, sí pero – antes – todos deberíamos comer, no estar tirados en las calles, ser atendidos cuando estamos enfermos y somos dependientes. No olvidemos que hace más de medio siglo se firmo – en la Europa desunida y destruida de la post guerra - la declaración de los Derechos Humanos Universales. Estamos a la espera de que se respeten. Pensemos, además que su aplicación es incompatibles con el Sistema Capitalista. Empecemos, pues, por los cimientos, por las bases, por lo esencial. Dejémonos de palabras huecas y grandilocuentes. Aunque las diga un - quizás – bienintencionado Presidente.
Estimado Sr. Bassets , Le escribo desde Paris donde Europa es aceptada siempre y cuando sea una Francia en grande ,lo que no es ,y ademas declaraciones como las del desconocido Presidente alemán hablando del ingles como lengua europea ha hecho que los franceses se cabreen . Pero preguntes por Europa siempre pierde en las urnas : referéndum francés y holandés sobre la constitución europea, Irlanda y el euro dos referendos , Dinamarca ..... Y ahora Italia a la que la UE le dio un golpe de estado con ese tecnocrata , frío de Monti que es la representación del burócrata europeo, sin alma , ni discurso solo prestigio intelectual y ya ve no llega al 10% del voto y los europeistas se rasgan las vestiduras. Europa no es democritica ha pasado de ser un proyecto de la elite del Benelux y Francia a un protectorado alemán . Queremos ser un protectorado alemán UK , Fancia , países Bajos e Italia no . España con su complejo africano tal vez si y esta dispuesta a aceptar lo que Berlin, Frankfurt y Bruselas le dicten será el espíritu de Carlos V que prevalece.
Europa es hoy día como es lógico el resultado de su historia. Nació en el ayer pero es la joven del hoy. Es el campo verde fértil exento de toda mala hierba que originó sufrimiento y sangre en numerosas guerras fratricidas. Conservar su limpidez es responsabilidad de los honestos y realistas políticos más que de sus ciudadanos. Estos quieren prometedores resultados. Están dispuestos a acompañar. Aquellos deben actuar en pro del bien global sin dañar el interés individual y exterminarlo. La república europea sobrevivirá con su sistema de gobernación propio que busque la el beneficio mutuo con sus inmediatos vecinos en África y en Oriente Próximo, los árabes primero y no darles la espalda interesándonos sólo en venderles nuestros productos. Los europeos colonialistas han pasado a la historia, esta república europea debe restituir derechos violados y estrechar lazos de productiva colaboración.
Sinceramente, da un poco de escozor que España, que no consigue la unidad dentro de sí misma y que desatiende y desoye los reclamos de soberanía de sus propios ciudadanos en su propio territorio, pretenda que Europa toda, con su diversidad cultural, idiomática e histórica se unifique como un solo ente homogéneo...
De tanta tolerancia, toleramos hasta a los neonazis!
Efectivamente tenemos mucha Europa, absolutamente demasiada Europa, vivimos dominados por un federalismo europeo artificial y antidemocrático que pretende unificar un continente integrado por naciones diferentes en todo e irreductibles a unidad, que pueblos y ciudadanos rechazan cada vez con más vigor cuando se les permite expresarse. Por la soberanía nacional, por la justicia social NO a la austeridad neoliberal europeísta, NO al euro, NO a la Unión Europea. El único europeísmo viable y democrático es el basado en la Europa de las Patrias, respetando escrupulosamente la soberanía y la identidad de las naciones que cooperan sin subordinarse a engendros supranacionales sin ninguna base sociológica ni histórica y sin ninguna legitimidad democrática.
Parafraseaba, allá por el 93, Vázquez Montalban a George Arnaud en su prólogo a El salario del miedo ("Guatemala no existe, lo sé porque viví allí"), afirmando: hemos de asumir que Europa aún no existe, y lo sabemos porque vivimos en en ella. Ha cambiado mucho la Europa de entonces respecto a la de ahora, y puede que ahora sí exista de verdad, y también lo sabemos por lo mal que empezamos a vivir en ella.
Coincido con RAMÓN. El modelo suizo de una Confederación de Estados, es ideal. En cuanto al bilingüismo ,no me aderezo con esa salsa. Los idiomas de los pueblos son muy importantes. Son su origen,su modo de relacionarse con el Mundo.No podemos encorsetarnos con un par de idiomas. Lo verdaderamente importante, es cimentar la convivencia. El aprecio entre las gentes y las naciones. Profundizar y revalorizar las costumbres de unos y de otros sanamente, tal como lo hemos conocido en otros continentes que se formaron con las grandes migraciones posteriores a las guerras, donde una familia española vecina de otra ucraniana, descubren que usaban los mismos métodos para cultivar la tierra,o para convertir en tela al lino! Reavivar la PONDERACIÓN DEL OTRO ! Descubrir la felicidad de COMPARTIR lo poco o lo mucho!No creernos falsamente ricos ni mirar a los demás Pueblos como si fueran los peces rémora que viven de limpiar a las ballenas!
Para el 2020 se espera que Alemania sea el unico pais europea que aparezca entre los 10 mas influyentes. Para el 2030, la influencia de cada pais europeo por separado no llegara ese nivel. Nos estamos moviendo hacia un siglo de transición, sobre todo por el auge asiatico. Naciones diversas, pero con hambre y ambición. Es posible que nuestros nietos acaben sabiendo sobre conceptos asiaticos y su estilo de vida del mismo modo que nosotros los europeos aceptasemos habitos, costumbres y cultura americanas progresivamete, desde la posguerra de la WWW 2.
Lo ocurrido con la carne de caballo escenifica la Unión Europea en la que vivimos. Una UE en la que a pesar de todas las leyes y organismos públicos que existen para garantizar la seguridad alimentaria, esta, no existe. Cierto, el asunto de la carne de caballo no ha sido grave para la salud, no ha habido muertos, pero podía haberse colado un producto nocivo para la salud sin que los pertinentes mecanismos lo detectaran. Con el conjunto de valores al que Vd. hace referencia ocurre lo mismo, vivimos en un contexto en el que se dice defender y garantizar valores como libertad, democracia, Estado de derecho, justicia, igualdad, derechos humanos….., pero la verdad es que solo es palabrería. Entre esos valores materializados en leyes se cuelan muchos abusos e injusticias, de los que las instituciones de la UE, los que las controlan, no se enteran o hacen la vista gorda permitiéndolos. La actual UE es una gran mentira.En cuanto a lo de la guerra no hay que confiarse. Seria un grave error pensar que la naturaleza humana ha cambiado tanto con respecto al pasado como para poner fin para siempre a las guerras, en las sociedades de nuestra época existe una enorme violencia. En algunos países ya están saliendo a la luz problemas internos, en Francia por ejemplo con la inmigración
Hola, amigos. Reconforta el artículo del señor BASSETS, en medio del panorama sociopolítco que se respira en España. Nos muestra de dónde venimos, el paisaje desolado de donde brotó la Europa actual, magnífica plaza pública donde se puede pasear, mirar, hablar, reflexionar, pensar, discutir, cantar, sentarse a tomar una cerveza o simplemente, ponerse a charlar. Pero las cosas pueden deteriorarse demasiado al paso que van, especialmente en España. Hay demasiada basura política tirada por las calles, por los pasillos del Congreso, en los carros oficiales, en las oficinas de los partidos, que huele muy feo y hace tiempo que no se recoge. Y ya está que hiede, poniendo en peligro la salud de todos. Y así no puede seguir la charla en las mesas del café. Los embrollos, mentiras y trampantojos del PP, del rey y su séquito, de los partidos y sus pregoneros, del señor RAJOY y sus Cospedales y Santamarías, del poderoso señor BÁRCENAS y sus euros en el cantón, están a punto de asfixiarnos. ¿Dónde están los GAUCKS de la política española?
Es cierto todo lo que dice Lluís Bassets en este artículo, pero no deja de ser una especie de balance histórico del trabajo (bien) hecho y de los valores presentes del mundo europeo. Echo en falta una mirada al futuro, una visión estratégica de los retos y oportunidades que esperan a la UE a la vuelta de 20, 30 o 40 años. Los europeos siempre nos miramos al ombligo y nos recreamos en nuestra gesta histórica, pero no consigo escuchar una visión estratégica de cara al futuro. Y tenemos retos formidables por delante. A título de ejemplo echar un vistazo a este artículo: http://www.otraspoliticas.com/politica/la-burbuja-mas-peligrosa-de-europa-no-es-financiera
Estimada Beatriz, gracias por nuestra coincidencia en el tema de la confederación europea. Ahora bien , cuando mencionas el tema de los idiomas nunca he pensado en eliiminar la diversidad cultural y lingüística. Creo que un idioma común es fundamental para evitar convertir los debates públicos en innumerables traducciones. Imagina por un momento lo que sigbifica dirigirse a mas de 50 diferenciaciones lingüìsticas. Cuando señalo al idioma ingles lo hago con sentido internacional y no solo europeo. El inglés, como idoma, es asequible en India, en China, y en multitud de países de todo el planeta..
Con Europa nos pasa como a los gatos con los árboles, que nos hemos puesto a subir y a subir, y tan alto, que al final nos cuesta menos seguir hacia arriba que volver al suelo. En el fondo, pienso, muchos sienten la tentación de tirar para abajo y empezar de cero, pero nadie se atreve porque nadie se fía, ni de su agilidad ni de la resistencia de las ramas. La única solución sería llamar a los bomberos, que es la solución tradicional, pero no hay escalera tan larga para tanta altura. Así que, p'arriba y confiemos en el más allá, quiero decir, en que haya algo que merezca la pena el viaje.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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