Activistas denuncian la muerte en Siria de 2.300 personas en los últimos 30 días

Sea o no una guerra civil, como claman ya incluso altos cargos de la ONU, la violencia desatada en Siria desde marzo de 2011 ha dejado un rastro de muertos digno de un muy duro conflicto bélico. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización de activistas opositores con sede en Londres, más de 14.400 personas, la mayoría de ella civiles, han muerto en la revuelta contra el régimen de Bachar el Asad, que dura ya 15 meses. Y lo que ofrece nuevos argumentos para pensar en una escalada de la violencia durante las últimas semanas: solo en los últimos 30 días, la confrontación ha dejado más de 2.300 víctimas mortales.

El estudio detallado del OSDH, que trabaja con los datos aportados por activistas en el terreno, cifra en 14.475 los muertos desde marzo de 2011. De ellos, 10.117 son civiles, 3.552 soldados y 807, desertores del Ejército regular. La cifra de víctimas mortales que la comunidad internacional acepta como fiable, esto es, la que ofrece Naciones Unidas, ha coincidido, casi a pies juntillas con la que el OSDH ha ido adelantando desde el inicio de la revuelta.

El portavoz del grupo de activistas, Rami Abdel Rahman, ha señalado que desde el pasado 12 de abril, fecha en la que entró en vigor el teórico alto el fuego pactado por el enviado a Siria de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, y el régimen de El Asad, y que en la práctica no se ha cumplido, 3.353 personas han muerto. "En los últimos meses, ha habido una escalada de los enfrentamientos entre las fuerzas del régimen y las tropas rebeldes", ha explicado el OSDH.

Las mortíferas ofensivas del régimen sirio cometidas contra Hula y Al Qubeir son ejemplo de la aceleración de las hostilidades. Solo en los últimos 30 días, desde el 13 de mayo, según los datos recogidos por el OSDH, el choque entre rebeldes, y Ejército ha dejado 2.302 víctimas mortales: 1.455 civiles, 751 soldados y 96 desertores.