Mueren 28 personas, 22 de ellas niños, en un accidente de autobús en Suiza
Los menores, entre los 10 y 15 años, eran belgas (uno con doble nacionalidad española) y holandeses que volvían de esquiar. El vehículo chocó en un túnel en una confusa maniobra
Las vacaciones blancas se han cubierto de sangre y Bélgica de luto con la muerte en Suiza de 22 escolares (entre los 10 y 15 años de edad) y seis adultos en un accidente de autobús que ha puesto trágico final a la tradicional semana de vacaciones en la nieve. Otras 24 personas han resultado heridas -algunas de gravedad- y tres niños están en coma. Los menores son alumnos de dos colegios de las localidades flamencas de Lommel y Heverlee. “Es un día trágico para Bélgica”, ha dicho el primer ministro Elio di Rupo, reflejando el sentimiento de un país sobrecogido.
"La pérdida de un adulto es trágica, pero cuando se trata de un niño no hay palabras", ha señalado el primer ministro belga en una rueda de prensa en Suiza. Este miércoles será día de luto nacional en Bélgica.
Siete de los 10 niños holandeses que se encontraban en el autobús han fallecido. Los menores asistían a las escuelas belgas, informa Isabel Ferrer. También viajaban en el vehículo un ciudadano polaco y otro alemán. Según una información facilitada por las autoridades belgas al Ministerio de Exteriores español, en el autobús siniestrado viajaban tres estudiantes hispano-belgas, uno de los cuales falleció, informa Miguel González. Los restantes 37 pasajeros tienen la nacionalidad belga.
Por razones aún desconocidas en la noche del martes el autobús en que viajaban hizo una maniobra en falso y acabó estrellándose contra la pared de una zona de seguridad en un túnel alpino en el cantón del Valais, en la parte sur de Suiza limítrofe con Francia e Italia. La Fiscalía del cantón ha señalado en una rueda de prensa que "no hay señales" de que el vehículo circulara con un exceso de velocidad y que el conductor llevaba poco tiempo al volante. El Ministerio Público se centra en tres hipótesis: un fallo técnico del vehículo, un problema de salud del chófer o un error humano.
Una superviviente de doce años logró hablar con su padre por teléfono después del accidente. "Estaba oscuro, escuché un golpe fuerte. Todos los asientos salieron disparados, me quedé atrapada entre dos asientos", contó la niña, que tiene dos piernas y un brazo rotos, informa el diario belga Le Soir.
El accidente se produjo poco a las 21.15 cerca de la localidad suiza de Sierre, aunque ha sido la noticia con que se han despertado los belgas este miércoles. El autobús volvía ya a casa con 52 personas, casi todos escolares de primaria de dos localidades de Flandes, tras disfrutar de unos días de fiesta en la nieve suiza de Val d’Anniviers, una de tantas estaciones de esquí que se llena de escolares en estas vacaciones de primavera. De hecho, el vehículo formaba parte de un grupo de tres que viajaban juntos, según el ministro belga de Exteriores, Didier Reynders.
El autobús apenas había entrado en la autopista en dirección hacia Lausana cuando chocó contra el lateral de un túnel, el conductor perdió el control y el vehículo fue a estrellarse de pleno y frontalmente contra la pared de una zona de seguridad. La parte delantera del autocar quedó convertida en un amasijo de hierros. El resultado fue la muerte de 28 personas, 22 de ellas los escolares de alrededor de 12 años de edad, y los dos conductores. Los cadáveres han sido trasladados a la morgue de la localidad de Sion, a una hora y media de Ginebra. Al menos 24 personas han resultado heridas -la mayor parte de ellos menores- y tres niños están en coma, ha señalado Laurette Onkelinx, viceprimer ministra belga.
El primer despliegue de equipos de emergencia, que movilizó a unas 200 personas en el lugar, tuvo que trabajar con denuedo para rescatar de entre los hierros a algunos de los supervivientes. Todos fueron trasladados en ambulancias y helicópteros a diversos hospitales de la región. Los más graves están ingresados en el Centro Hospitalario Universitario de Vaud (Lausana).
“En el Valais nunca habíamos visto una cosa así, y probablemente tampoco en Suiza”, declaró un portavoz policial helvético. Se trata del peor accidente en el cantón del Valais, que en 2005 también vio morir a 12 personas al despeñarse otro autobús. El más mortífero habido en Suiza se produjo en 1982 en un paso a nivel donde un autobús de turistas alemanes fue alcanzado por un tren que se llevó por delante 39 vidas.
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