Sadismo social

Parece que los ricachones del mundo como el octogenario Warren Buffett (que duplica hasta las letras de su apellido)empiezan a verle las orejas al lobo cuando se ofrecen como corderos degollados a los fiscos de sus respectivos países. Quieren ayudar, los pobres. ¿Desde cuándo hay que pedir ayuda a nadie para ayudar? ¿De qué les sirve ser tan poderosos a nuestros poderosos, valga la apropiación redundante? ¿Desconocen, acaso, estos tiburones de las altas finanzas y los grandes negocios, la noble institución de la donación a fondo perdido? Demasiados paños calientes para hacer el bien por el bien. ¿No será por hacerse valer? ¿Más aún? Hay un refrán ruso que dice que 'un viejo que miente es como un rico que roba'. Falta averiguar cómo quedaría la segunda parte del adagio cuando el viejo que miente es ya rico de por sí.

Y perdón por todas las comas comidas de la primera frase. No había desayunado aún, y eso, quieras que no, se acaba notando.

Si, soy un sádico social, quiero pagar muchos menos impuestos. Es inadmisible desde cualquier punto de vista que la empresa para la que trabajo me suba el salario como reconocimiento a mi trabajo y el Estado me quite más porcentaje del salario cada mes del que me quitaba antes. Y todo esto sin ni siquiera preguntar...

Ayer leía en un periódico francés una comparación muy gráfica: ¿Si a quien te ha robado 100 euros y luego te da 5 euros de propina, le tienes que dar las gracias? Pues eso, que quieren repartir las migajas para que nos peguemos por ellas, eso sí, de muy buen gusto.

El neoliberalismo con el cuento de que los impuestos disuaden la actividad privada y sólo sirven para financiar a los “inútiles subversivos" los ricos se han ido lucrando de lo lindo y siguen,siguen,siguen....Ahora por razones de nuevo interesadas piden que les suban impuestos,¿a razón de qué nos vamos a creer su buena voluntad si son ellos los grandes culpables de las desgracias de muchos?.En el caso de Warren Buffett tuvo que ser que leyó en pijama de seda algo asÍ:“La pobreza infantil en Estados Unidos aumentó un 18% entre 2000 y 2009”,daría un respingo y se dijo así mismo: "mi prole está en peligro,¡hay que hacer algo!".Y los ricos franceses se montan en el mismo carro después de desayunar con diamantes y aromas perfumados ,y seguro que otros seguirán...Y así se puede justificar aún más y más la política de recortes con final ¿feliz?,sí para ellos que saben jugar sus cartas políticas y con sus sacas llenándose por días a costa de la mayoría.No es solidaridad,es limosneo muy barato y yo me pregunto ¿temen a una revolución de las masas? .Saludos a todos.

Felicidades Lluís por el excelente y comprometido incitador. Recuerdo haber comentado aquí en tu blog, la dificultad de mantener en equilibrio la libertad informativa con el mantenimiento empresarial.Ello no supone dejar de intentarlo, aún a riesgo de impedimento el que sea. En alguna ocasión he reivindicado aquí, (copio textualmente el comentario), “Solo se necesita, que quienes tenéis la capacidad de influir y estáis en un observatorio privilegiado, que dicho sea de paso, ya quisiera yo para compartir con los demás, asumáis de una vez vuestra responsabilidad que habéis elegido libremente, al igual que la mayoría de los gobernantes y dirigentes democráticos del mundo, para despertar y promover la conciencia social como valedores de los principios y valores que latentemente tenemos casi todos los seres humanos.”“Naturalmente, antes deberéis desprenderos del lastre que condiciona y somete vuestras conciencias y dejaros de escusas y justificaciones retóricas de falsas normas sociales impuestas artificialmente contra natura del verdadero espíritu de los seres humanos”.Esto me lleva a un comentario que le hice ayer a Ciro sobre las piedras ;)) en relación sin citarlo, al Reportaje: Un novel contra el sistema, publicado el 24 de julio 2011 aquí en El País de Günter Grass titulado “La piedra de Sísifo”.Con cuanto está sucediendo y está por llegar, quizás, algún día sin más, levantemos el vuelo todos a una espontáneamente, sin que medie necesidad o intención alguna. Resulta, que la conciencia es una pesada carga, por poca que se tenga, pues más se desequilibra con cuanto más se acumula inmoralmente a cargo de la labor y riqueza ajena.