_
_
_
_

Teoría del presidente gay

La democracia americana siempre nos lleva unos cuantos cuerpos de delantera. Incluso sus arcaísmos suelen señalar al futuro, a pesar de la aparente superioridad con que los europeos solemos juzgarles. Los militares norteamericanos serán ahora los primeros del mundo en admitir a ciudadanos abiertamente homosexuales en sus filas, rompiendo la prohibición implantada hace 17 años que les impedía de salir del armario. Había homosexuales, como no podía ser de otro modo y como los hay en todos los ejércitos y en todas las instituciones del mundo, pero estaban obligados a seguir la regla de la discreción vergonzante sintetizada en las siglas DADT (Don’t ask don’t tell: no preguntes, no cuentes).

Clinton dijo que sí, se armó la gran escandalera, y luego, gracias al Congreso, fue que no. Se presentó como un compromiso que superaba la situación anterior de exclusión abierta, pero se solventó de forma tan inconveniente que se convirtió en una prohibición más explícita. Fueron gajes de un presidente inexperto. Y quien lo ha podido corregir ahora, tantos años después, es otro presidente sin mucha experiencia que, habiendo fracasado en muchos puntos de su programa, se ha podido finalmente resarcir cumpliendo una promesa de su antecesor demócrata.

Nadie puede discutir que estamos ante un nuevo hito, que se apunta en la cuenta de Obama en el preciso momento en que sus cuentas se hallan bastante desequilibradas. Así se ha hecho Estados Unidos. Allí los combates políticos suelen cargarse de historia y de emoción, siempre siguiendo un guión dramático. Habrá películas y series sobre los nuevos militares gays, sus familias, sus sacrificios y su patriotismo.

Esta es una legislación que enriquece y actualiza el relato de la emancipación americana. Sus valores fundacionales salen reforzados y proyectados al mundo. Cabe interpretar incluso que este reconocimiento confirma el excepcionalismo americano, la idea de que Estados Unidos es una nación aparte, destinada siempre a convertir en realidad los sueños más ambiciosos de la humanidad. Pero la entrada de los gays en el ejército plantea también una pregunta, que la columnista del New York Times, Maureen Dowd ya ha lanzado: ¿Estamos preparados para un comandante en jefe gay?

El comandante en jefe es el presidente. Muchos ciudadanos estadounidenses todavía dudaban hace dos años de que su país estuviera preparado para tener un presidente afro americano. No fueron pocos los que interpretaron el resultado de las primarias como una expresión de los reflejos antifeministas, como si el país no estuviera preparado para una presidenta mujer. Nadie puede dudar de que lo está y sobradamente para uno y otra. Ahora la pregunta es si entre los próximos candidatos cabe pensar que aparezca ya un político que se confiese homosexual y que incluso nos presente a su pareja. Y luego la siguiente duda: ¿qué es mejor, matar dos pájaros de un tiro, y contar con una presidenta gay, o meramente con un presidente gay?

No son futilidades. En Europa ya tenemos alcaldes homosexuales en muchas grandes ciudades. Pero nadie ha osado todavía presentarse a una elección nacional con una identidad sexual distinta a la convencional. Es más: cada vez es más frecuente la utilización de la imagen de familia convencional como parte del bagaje personal del candidato a presidir un país. Hasta tal punto, que se hace difícil imaginar una campaña electoral que funcione de otra forma y no exalte, en el fondo y en la forma, los roles tradicionales y las formas de familia de siempre. Y por cierto, el único que escapa a esta convención y que cultiva una imagen sexual desordenada es alguien como Berlusconi, uno de los políticos más populistas y derechistas que Europa ha dado en años. 

Comentarios

A Bush cuando era alcohólico y drogadicto parece que le iba el rollo y lo casaron de apuro, luego encontró a dios.Pero antes que con un gay convendrá que los americanos prueben con un presidente judío, Bassets se olvidó de esa otra importante minoría marginada.Siguiendo la teoría de Bassets pueden probar con una mujer, judía y lesbiana así matan varios pájaros de un tiro, y por favor no se lo tomen literalmente.
Para matar varios pájaros de un tiro, que tal una presidenta gay, negra y judía?
Orientación sexual y política no tienen nada que ver, solo tiene que importar quién está más preparado. No debemos caer en la discriminación positiva como a hecho ZP al poner a mujeres incapacitadas ejerciendo de ministras.No os perdáis: Papá ¿Por qué los políticos nos abandonan? http://bit.ly/fW71BW
Buen post pero un apunte: en Europa sí que se ha presentado a la presidencia de un país-y ha ganado- un político abiertamente gay. Para ser exactos, una política. Y es presidenta de Islandia.
“La democracia americana siempre nos lleva unos cuantos cuerpos de delantera. Incluso sus arcaísmos suelen señalar al futuro, a pesar de la aparente superioridad con que los europeos solemos juzgarles.”Bien los ha dicho, Lluis, “aparente superioridad” y por eso mismo la verdad duele como pepitas de ají en el culo a todo aquel que no cree en el excepcionalismo americano de esta gran nación-civilización libre de ataduras y esclavismos ideológicos, hogar de guerreros y hombres libres…. (:=From the land of the braves -and cold tundra, I wish a happy, happy Marry Christmas and New Year to a fighter and friend, Hugo…, the only person I know of this blog who truly dares to speak and fight the enemies of United States of America with the truth!!-Gaze
oikos, llevas toda la razón. A mí se me ocurrían a vuelapluma el viceprimer secretario del PSC catalán, el ministro de asuntos exteriores alemán y el alcalde de Berlín, todos ellos políticos abiertamente gays, sin que ello haya generado controversia alguna. Es más, nos da igual, porque - y esto es algo que en EE.UU. sí que es importante - con quién se meta en la cama un político (por supuesto siempre que sea mayor de edad) nos es totalmente indiferente. Por eso no entiendo esta fascinación por la democracia americana de Bassets. Parece que hasta sus arcaismos (= su discriminación de los gays en el ejército) sean un signo de ventaja evolutiva, por el simple hecho de haberlos revertido ahora.
La orientación sexual, religión, origen étnico, profesión, títulos de toda índole, aspecto físico, edad, etc. etc. Nada tienen que ver con que un político séa competente o nó. Lo que cuenta es su capacidad para asumir y llevar a buen término un trabajo casi imposible de realizar, pues hay que complacer a varios frupos con distintas y aveces contradictorias agendas, y que además está más desprestigiado cada día, por la simple razón de que todo el mundo se da perfecta cuenta que hay una élite que lo decide todo por anticipado, y por encima de las necesidades de las personas o del bienestar del país o del planeta. Todo está planificado y decidido de antemano; los resultados son manipulados para que todo parezca "democrático" -otro espejismo-. Da igual quién séa el "elegido/a", porque no és una persona sola la que puede cambiar la situación -a menos que séa a base de una dictadura tiránica y bestial- pues los líderes dependen de un grupo principal de "asesores y consejeros", además de que hay que "devolver los favores" de aquellos que te dieron apoyo -económico o de otro tipo- y que te llevó al cargo, y ésto influye bastante a la hora de tomar una decisión. Total, que la política es un "carrera en la que el ganador ya está decidido antes de empezarla". Un "general en jefe" no vale un centavo si no tiene un "estado mayor" y una tropa, que además de ser honestos y preparados tienen que ser leales. En realidad a la mayoría nos da igual quién o quiénes ocupen un cargo, siempre que éste séa desempeñado con honradez y transparencia, algo que por lo visto está vedado a la gran mayoría de políticos, pues los intereses creados son más fuertes que todo lo demás. "Americano", sigue siendo sinónimo y adjetivo de todo lo que haya, y tenga que ver con todo lo que hay desde el estrecho de Bering hasta el cabo de Hornos, aunque los gringos/yanquis/ estadounidenses/los del "imperio" se hayan apropiado del término, y por lo visto han obligado al mundo a repetirlo, como si los demás países del continente no existieran. Un saludo
"Americano", sigue siendo sinónimo y adjetivo de todo lo que haya, y tenga que ver con >todo lo que hay desde el estrecho de Bering hasta el cabo de Hornos, aunque los gringos/yanquis/ estadounidenses/los del "imperio" se hayan apropiado del término,Yo no le veo mayor problema. Los estadounidenses o norteamericanos se llaman ellos mismos americanos como acortamiento de "United States of America" ("unitedstatesofamerican" suena farragoso ...). Que se llamen ellos como quieran y nosotros les llamamos como nos plazca.
> pepitas de ajíby GazeAsí es como lo llamaba mi profesor de guitarra colombiano (a las pepitas de pimiento).
“…, the only person I know of this blog who truly dares to speak and fight the enemies of United States of America with the truth!!”…, the only person I know FROM this blog who truly dares to speak and fight the enemies of THE United States of America with truth!!
Excelente, me encontré este villancico de los habituarlos de JC y quiero compartirla con vosotros.YA VIENE JOHN DOE CON EL AGUINALDO.LE PARECE MUCHO,VIENE REBUZNANDO.PAMPANITOS VERDESHOJAS DE LIMÓNLA VIRGEN MARÍAMADRE DEL SEÑOR.YA VIENE CHAPUZADE MARXISMO HABLANDO.DA TANTO LA TURRAQUE SE ESTÁ TORRANDO.PAMPANITOS VERDESHOJAS DE LIMÓNLA VIRGEN MARÍA,¡qué turra!, por Dios.VIENEN DE LA PLAYA POR AQUEL CAMINO,YA LE TRAEN A CRUZ SOPITAS CON VINO,PAMPANITOS VERDESHOJAS DE LIMÓNLA VIRGEN MARÍA¡madre que os parió!Publicado por: Zéjel | 20/12/2010 21:43:50
No entiendo porque le dan tanta batuta al pobre JC. Él solo hace su trabajo de abrir ventanillas no es fácil hacerlo por amor a las letras, si así lo habéis comprobado al leer tanta basura que le dejan los acólitos playeros. Y poco han dicho sobre los homos, creo que la población de UK es más liberada que los yunkies del norte.
Aunque estoy de acuerdo en casi todo lo que dice el articulo, hay bastantes afirmaciones incorrectas. Ya hay jefes de estado abiertamente homosexuales, como La socialdemócrata Jóhanna Sigurdardóttir, de 66 años y primera jefa de gobierno de Islandia. Ademas hay varios países en los que los homosexuales pueden servir abiertamente sin que se les pueda expulsar por serlo, como el británico o el español. otra cosa es que por privacidad o por miedo al que dirán, no lo digan públicamente.
Bonifacio, efectivamente: los 'infantiles' Estados Unidos se van acercando poco a poco a cosas que en la 'vieja' Europa hace décadas que se llevan a cabo (como, por ejemplo, no inmiscuirse en la vida privada de los políticos). Se me ocurren otros aspectos como la sanidad pública, universal y gratuita. En fin, que Europa, tan denostada por algunos, ES la avanzadilla, no los EEUU. Eso no quita que sí me admire otros aspectos de los norteamericanos, como esa energía y decisión en lo que emprenden o la apuesta decidida por el talento y -casi siempre- la meritocracia. Pero aparte de esto, por supuesto que Europa le lleva ventaja en bastantes cosas (también en la manera de integrar: nosotros creamos la UE; ellos bombardean directamente). La verdad es que si fuésemos un poco más inteligentes, los humanos digo, nos complementaríamos de maravilla.
La culpa es de Aznar Trueno
Aquí es poco probable, todas las especulaciones acerca de si Rajoy lo es -en su propio partido lo llaman "La Trotona"- se censuran inmediatamente, lo cual se entendería si no fuera alguien que pretende vetar las libertades de un colectivo al que él puede ser que pertenezca pero que por ocultarlo hace gestos para despistar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_