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"Se quejó de problemas para respirar durante al menos 10 minutos"

Scotland Yard investiga la muerte de un angoleño cuando estaba siendo deportado desde el Reino Unido.- Varios testigos le escucharon quejarse de que se asfixiaba mientras era reducido por tres vigilantes

Scotland Yard está investigando la muerte de un solicitante de asilo que falleció el pasado martes cuando iba a ser deportado en un vuelo comercial de la compañía British Airways. Jimmy Mubenga, angoleño de 46 años, estaba vigilado por tres guardas de seguridad de la empresa G4S (contratada para escoltar a los expulsados por el Ministerio del Interior). Hasta tres testigos han acusado en el diario británico The Guardian a los vigilantes de brutalidad. "Se quejó de problemas para respirar", ha asegurado Kevin Wallis, que notó rápidamente que algo no iba bien: "No quiero ir", ha dicho que forcejeaba el inmigrante mientras intentaba levantarse.

Este testigo ha revelado a distintos medios británicos que los hombres "sujetaban al extranjero con excesiva fuerza" y que Mubenga se quejó al menos durante 10 minutos de problemas respiratorios antes de perder el conocimiento. "No puedo respirar, no puedo respirar", aseguró que pudo escuchar claramente. Cuando el detenido llegó a un hospital sólo pudieron certificar su muerte.

Otro de los testigos ha asegurado que el extranjero pidió ayuda antes de desplomarse, y ha planteado dudas sobre la rapidez con al que fue asistido el inmigrante. El pasajero ha confesado que está obsesionado con las peticiones de ayuda de Mubenga: "Tendré eso presente el resto de mi vida. Me pregunto si habría podido hacer algo. eso es algo que me va a perseguir toda la vida", ha subrayado. Y continúa: "No me metí porque pensé que me echarían del vuelo y perder mi trabajo. Pero lo último que oí fue que decía que no podía respirar".

El testigo, identificado por el diario británico como Michael, ha explicado que está convencido de que la autopsia revelará que se trata de un caso de asfixia. "Por lo que pude ver por debajo de los asientos, los guardas lo sujetaban con la cabeza hacia abajo".

Según este testigo, sentado a menos de seis metros de los asientos donde se produjeron los hechos, las azafatas comenzaron a correr hacia la parte delantera del avión. Una de ellas, ha relatado el pasajero, "temblaba tanto que casi tenía espasmos"; "Vi a uno de los hombres intentando sacar la cabeza [de Mubenga] de entre los asientos. El hombre pedía ayuda. Vi a los tres guardas sentados sobre él; después se hizo la calma", señaló el testigo al rotativo británico.

Añadió además que nadie pidió un médico y que transcurrieron unos 15 o 20 minutos hasta que volvieron a la terminal, tras abortar el despegue. "Si alguien le hubiera asistido, quizás no habría muerto, yo conozco las técnicas de reanimación", se lamenta Michael.

Los otros dos ocupantes del avión que se han narrado lo que vieron a The Guardian aseguraron que el africano estaba esposado y fue retenido con mucha fuerza. Aunque en esas versiones difiere el tiempo que estiman que estuvo comprimido el inmigrante: 10 y 45 minutos.

Según señaló un portavoz de Scotland Yard, "las investigaciones continúan para establecer las circunstancias que rodean al incidente" y "no ha habido detenciones", informa Efe. En un comunicado emitido el jueves por la noche por G4S, la compañía asegura que el hombre "se sintió mal" en un vuelo mientras estaba siendo deportado, una versión que corroboró el Ministerio británico del Interior.

Wallis, que ha asegurado que gozaba de una buena panorámica del resto de los pasajeros a bordo, ha tildado esta versión de "absoluta basura".

Jimmy Mubenga, angoleño de 46 años, murió cuando estaba siendo deportado desde el aeropuerto de Londres. En la imagen, una foto del fallecido, publicada en la página web de <i>The Guardian</i>.
Jimmy Mubenga, angoleño de 46 años, murió cuando estaba siendo deportado desde el aeropuerto de Londres. En la imagen, una foto del fallecido, publicada en la página web de The Guardian.

El caso de Osamuyia Aikpitanhi

El nigeriano Osamuyia Aikpitanhi, de 23 años y sin papeles, falleció en 2007 cuando era deportado a Nigeria en un avión de Iberia que tuvo que dar media vuelta y aterrizar, con el inmigrante ya muerto, en Alicante. Osamuyia, que tenía 11 antecedentes por agresión en España y otro por asesinato en su país, estaba siendo trasladado a Lagos en cumplimiento de una orden de expulsión. El informe forense señaló que el hombre había sido amordazado, y presentaba dos contusiones leves en la mano izquierda y en la espalda.

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