Para hacerse una idea de la catástrofe ideológica que yace detrás de este debate basta con leer el libro del encargado de promoverlo y sostenerlo, el ex socialista Eric Besson, ahora ministro de Sarkozy al cargo de la cartera de –sentémonos antes de empezar a enunciar el nombre del ministerio- la Inmigración, de la Integración, de la Identidad Nacional y del Desarrollo Solidario. Se titula ‘Pour la Nation’, que debería traducirse como ‘A favor de la Nación’, y constituye un auténtico manual de un comunitarismo esencialista, que no se reconoce a sí mismo como tal y se disfraza de los oropeles republicanos, puesto que constituye una tipo de nacionalismo y de soberanismo antieuropeo y bonapartista. Por economía de escritura prefiero aportar los argumentos a través del texto.
Antología, rápidamente traducida del francés:
“Hablar de la Nación, es decir, de lo que une a los hombres, y de los valores que les reúnen, afecta a lo más profundo y sensible que hay en cada uno de nosotros”.
“Aunque la dominación del imperio franco rehace temporalmente la unidad de occidente, una vez esta unidad definitivamente desaparecida a mitad del siglo IX, es el Tratado de Verdún el que conduce a Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia, a su plena existencia”. [En 843 los hijos de Carlomagno, Carlos el Calvo, Lotario y Luis el Germánico, se reparten su imperio en Verdún; dejo a la consideración del lector el valor del anacronismo, de viejo manual escolar francés, que efectúa el señor ministro].
“Cuando se intenta comprender porque nuestra Nación está tan impregnada de unitarismo y rechazo del comunitarismo no es inútil convocar su historia y sus orígenes. Francia no es una Nación que se haya dotado progresivamente de un Estado, como pueden ser Inglaterra, Alemania, Italia o España. (…) Francia es una Nación creada por el Estado”.
“Nuestro territorio es uno de los elementos fundamentales de la unidad nacional (…) Este territorio, porque no es un lugar de estacionamiento sino de paso y migración, sólo puede ser gobernado por un poder central fuerte (…) Nuestra Nación sólo puede ser construida por un poder centralizador. (…) Pero instaura sobre todo una lengua oficial imponiendo la redacción de todos los actos administrativos y notariales en francés y nunca más en lenguas regionales como el occitano o en latín”.
“La búsqueda de una consciencia y unos valores comunes es probablemente más imperiosa en una Nación cuyos orígenes son tan plurales como los nuestros.Este llamamiento a la superación de los orígenes y la reunión alrededor de valores comunes constituye, desde su primer aliento, y mucho antes de la Ilustración, el universalismo de nuestra Nación”.
“En el siglo X todos los habitantes de Francia con franceses, pues la Nación no es todavía plenamente consciente de ella misma. Esta consciencia nacional está vinculada a las política centralizadoras, sobre todo en el terreno militar y fiscal”.
“La Nación es una herencia de glorias y de reproches compartidos, pero también un proyecto a realizar”.
“A la exaltación de la Nación, los posnacionalistas responden con su negación. (…) Desarrollan incluso el concepto de ‘ciudadano del mundo’. (Para ellos) los derechos del hombre podrían existir y ser respetados sin necesidad de una Nación para expresar su poder soberano”.
“Pues no existen derechos del hombre que no sean derechos del ciudadano. (…) La Nación republicana constituye el cuadro de ejercicio de las libertades. Los derechos del hombre no serían más que un sueño, si no hubiera ciudadanos para ejercerlos”.
“La Nación es un conjunto de hombres y de mujeres que disponen de una historia, una cultura, una lengua, valores comunes y se comprometen en un proyecto común”.
“Los intentos de instauración en Francia de un régimen parlamentario, siguiendo el modelo británico (…) han conducido todos a la inestabilidad. (…) Esto es lo que ha conducido a instaurar la elección del Presidente de la República por sufragio universal desde 1962. (…) Esta presidencialización me parece conforme a la identidad misma de nuestra Nación. (…) La elección presidencial se ha convertido en catalizador de nuestra ciudadanía. (…) La presidencialización de nuestra República no es un hecho nuevo, que estaría vinculado a la personalidad de Nicolas Sarkozy, sino un hecho ya inscrito, deseado y deseable".
“La presidencialización, porque permite superar las polarizaciones partidistas y asegurar una mejor representación del poder ejecutivo, responde a las aspiraciones de una nación que se ha construido alrededor de un poder central fuerte y de una soberanía nacional perteneciente al pueblo todo entero”.
El tren de la evolución y la historia no detendrá su marcha, por mucho que varios grupos de poder de todo tipo, intenten con un nutrido arsenal y de manera legal o nó, cambiar, alterar, desviar, frenar, o tratar de controlar y dirigir su rumbo acorde a sus propios intereses y para proteger sus cuantiosos beneficios. Llevan ya bastante tiempo intentándolo y con cierto éxito, pero no es viable a largo plazo. Lo que no cambia perece, sinó no habría evolución
Ese comunitarismo es peligroso cuando viene de naciones sin estado,peligroso e inaceptable con urgencia cuando se combina con un estado fuerte, centralizado y presidencialista como preconiza Besson. En la Francia contemporánea presenta dos versiones : o neopoujadismo siglo XXI o blandir la Cruz de Lorena, exacerbando un gaullismo corto de miras que obviamente se encuentra todavía muy presente en la élite política francesa.Sin embargo es imposible rehuir el debate. Sabemos que el patriotismo constitucional, es decir el patriotismo que se centra en la defensa de los derechos y de las libertades es demasiado frió y poco movilizador sin añadirle ciertas dosis de identidad.Me cuento entre los que lamentan esa realidad pero me cuesta cerrar los ojos a la evidencia de que, incluso en Francia, las libertades republicanas no son suficientes para sustentar la convivencia. La constatación de que esto no es un excepcionalismo francés la tenemos en el reconocimiento por el mayor teórico del patriotismo constitucional, Jürgen Habermas ya en los años ochenta, de su insuficiencia en la legitimación de la República Federal Alemana.
Pese a la innegable bondad de la idea de adaptación que ha calado considerablemente en Europa, se ha arrogado ésta el deber de moldearse para eludir el inevitable choque con sensibilidades propias de sociedades de diferente senda histórica i religiosa. De este modo la sociedad europea auto-certifica su superioridad moral.
Dando por buena la intención, e incluso el resultado a estas alturas de la historia de la humanidad, cabría preguntarse si Europa es una isla en un mudo que a su vez es radicalmente diferente a ésta a la vez que igual entre sí; o si Europa comparte rasgos, principios, moral y valores con otras sociedades no necesariamente idénticas a la europea, pero que conviven en paz con ésta a pesar de la natural diferencia. Es el caso del continente americano, oceanía, Extremo oriente y gran parte de Asia Central. A pesar de las diferencias de todo tipo, también religiosas, no supone trauma alguno la asimilación de ciudadanos de tales zonas del mundo, salvo contadas excepciones. De modo que nos queda por considerar la situación de esa parte del mundo que ofrece problemas a Europa para adaptarse a los ciudadanos que de allí provienen. Hablamos del mundo islámico.
Es un error, a estas alturas de la película, hablar de un mundo en constante cambio al que Europa debe adaptarse por imperativo moral, y no preguntarse si es realmente Europa la que se encuentra en ese mundo en cambio constante y son los ciudadanos de paises islámicos quienes se resisten al cambio y pretenden exportar su "modus vivendi" allá donde van. Quizá, antes de pensar en adaptación como única solución, cabría preguntarse qué fuerza a un ciudadano de un país islámico a emigrar y la relación de causalidad que tienen sus valores en el hecho de que no pueda llevar la vida digna que todo ser humano merece en su propio país.
Los mentirosos patológicos con una mano se declaran contrarios al burka mientras con la otra tratan de evitar cualquier tipo de legislación que impida su existencia en Europa. Veremos quien desaparece antes, si el Estado nación europeo o la pléyade de expertos visionarios encargados de anunciar un nuevo tiempo.
Si una fuerza exterior pone en peligro la estabilidad de la Nación solo existen dos reacciones. La antigua: Se considera que es un acto de guerra y se responde con otro acto de guerra. La moderna que admite tres posibilidades: La primera,se pasan leyes para tolerar ese acto agresivo como normal; la segunda, se entra en un ciclo irresoluble donde se dudan los derechos de los locales frente a los extranjeros; y la tercera: se pasan leyes de protección de los derechos locales que preserven la existencia de la Nación.Las "odiosas" leyes italianas buscan defender la "esencia" de lo que es Italia y ser italiano. Estas leyes se justifican al ver que Italia poco a poco parece África en unas áreas, y Pakistán en otras.Italia es un caso especial, pues como Caput Mundi siempre tuvo un gran componente de extranjeros dentro de sus fronteras italianas (los esclavos y residentes en Italia, y los habitantes de las provincias.) ¿Cuál es la diferencia que se percibe hoy que hace intolerable la presencia de extranjeros? Hay varias razones, pero la más importante es la falta de asimilación a la costumbre italiana.En tiempos Romanos todos los habitantes del Imperio trataban en la mayor parte de seguir la norma: "En Roma como los romanos" de forma mas o menos voluntaria. En nuestros días esta norma casi no se sigue, y lo que es peor lo contrario es normalmente el caso. Se rechaza la asimilación. Ahora es común oír: "Soy libre de actuar como me da la gana", y eso aparentemente da cubierta a costumbres que violentan la tolerancia de los locales. Ahora hemos llegado a tiempos que nos obligan a contemplar la coexistencia de diferentes leyes (la ley sharía es ya un hecho en GB,) a tolerar mutilación femenina, y muchos actos contra los derechos humanos. ¿Está Europa preparada a tolerar la eliminación de el Ser Europeo dentro de sus fronteras? Parece que en Italia la respuesta es un tímido "No", al igual que en Francia. ¿Serán esas leyes protectoras suficientes? Está por verse, pero el resultado es dudoso en extremo.¿Por qué cayó el Imperio Romano? Ah, por la invasión de extranjeros desasimilados. Pobre Europa, siempre repite sus errores.
Ojalá se cumplieran todos esos puntos y en todoas las naciones del mundo.
"Un portavoz de la Casa del Rey ha negado que la pareja haya iniciado ya los trámites para lograr la nulidad de su matrimonio, si bien fuentes cercanas a la pareja admiten que el deseo de doña Elena es solicitar al Papa que lo haga. Para iniciar el proceso es necesario que la pareja esté de acuerdo."¿No fue por esta misma idea que Enrique VIII armó lío con el Papa, y nos dio la religión Anglicana? ¿No amenazó el Rey de España con invadir Inglaterra por la misma monería? ¿No basta diverciarse y quitarle el ducado de Lugo?O temporas o mores dijo mi amiguito Cicero, el sin manos.
Dilemas del Inmigrantes recién llegado:La relación del inmigrante que deja su país a cambio de otro, voluntariamente o exiliados, es absolutamente edípica e identidataria. Ej: Rememoranza del “allá-mamá-chacrita-nación” que dejó, aunque viva con el trasero aquí. La “asimilación”, “adaptación” o “aculturación” del inmigrante es pretendida en el sentir-nacionalista-mamá-chacrita-nacion del inmigrante, no es real y presenta peligros para la sociedad en general; según lo vemos en los apartados de Darwin y más tarde en los de Herbert Spencer (survival of the fittest). No hay excusas para el inmigrante, o bien se funde de corazón con el sistema que lo recibe o bien se queda marginado como “otredad” si se resiste.Este es el problema de Europa, el liberalismo-socialista que lidera esas naciones no eceptan estas lecturas como algo concreto y por ello se encuentran con un bipolarismo multicultural enfermo.Recomiendo leer con calma y sabor a Ernest Gellner: Nations and Nationalism (1983), un librito seminal que todo inmigrante debiera leer antes de salir de país de origen.
No, Roma no cayó por invasión.
Sencillamente, los supuestos vasallos bárbaros que vivian en virtud del "foedus" (tratado militar) en territorio romano encontraron más práctico coger las riendas de un poder dividido y débil.
Luego, el empuje migratorio hizo el resto.
La verdad, sólo los "imperios" de indole étnica perduran (como la China de los Han hasta hoy).
Roma llevaba en su multiplicidad su fuerza y su debilidad.
Lo increíble es que durara tanto, fiándose en sus leyes y en la fuerza integradora de su ejército (los veteranos adquirian la ciudadania).
"Summum corda", pues.
Estimado Lluís, estimad@s tod@s, si hay que tratar de estas ilusorias articulaciones -supuestamente- teorizadas de las normas morales, las visiones organizativas, y las esencias de la filosofía política, o la sociología teórica ... pues, bueno, tratamos.
Que los entretenimientos de la Francia se concreten en una muy dedicada labor desplegada en la acumulación de escritos y pensamientos teóricos de la vida francesa, vista desde la filosofía francesa, no es nuevo ... y, por más que la cultura francesa pueda ser dignificada, sigue lejos de ser una referencia universalizable en verdad alguna.
Posiblemente, éstos y otros despliegues del hacer papel-mojado hasta de la parte identitaria de las personas; mucho me temo que sea una especie de entrenimiento vano de las muchas cabezas-ilustradas que pueblan las Europas del mucho decir, mucho escribir, mucho proclamar ... con resultados, demasiadas veces, inconsecuentes ... y, no pocas veces, perfectamente perjudiciales, como expresa Lluís al calificar el daño hecho, y las conclusiones absurdas o contraproducentes de un tal debate inútil.
La cuestión es que, dentro del mucho tener tiempo libre para armar castillos en el aire, algunas personas del pensar cuadrado, sin sorpresa, nos llegan emanando de un conjunto amplio de intelectuales académicos que no tienen otra cosa mejor que hacer que el justificarse, entre ell@s, en plenitud y con muchas letras puestas negro sobre blanco ... para rellenar y rellenar papel-mojado (aunque muy bien pagado, con dinero ajeno, claro).
La escuela del pensamiento europeo anda enfermiza por la realidad, yace acomodada en la hipocresía de convicciones remachadas a base de talonario, de privilegios insostenibles, y de consentimientos espúreos a la cultura de vida cierta.
Y es que, todo ésto, responde a la muy asentada fórmula del ... "me ponen Uds. lo que quiero oir en letra bonita, así resulten los cimientos de alguna razón que me sirva a mis propósitos, y no me insistan mucho en verdades, que ya están Uds. pagados y bien pagados. Y es para ya".
Con esta humana-realidad históricamente sostenida y golfa, apuntalada en una falsificada modernidad, las consecuencias las conocemos con cierto detalle, y las padecemos sin mucho más alivio que una consentida e irrisoria reclamación de nada bueno. En la verdad, estamos sobrepasados hace demasiado tiempo.
Dentro del esquema de lo expresado, las consideraciones teóricas (y prácticas) acerca del funcionamiento de las cosas en materia de inmigrantes, derechos/deberes y ciudadanía ... por mucho que quieran nombrarse con modernidad ilusamente humana, las esencias siempre terminan por aflorar en su desnudez cruda y miserias muy ciertas, recordándonos que el tiempo de la tal modernidad nunca ha existido, y que el tiempo de la vida es, muy ciertamente, irrecuperable, indetenible y escurridizo a toda razón ajena a la biología (así sea vestida de idea-política, ésta sobre todo).
El rumbo de las Europas está, en demasiadas cuestiones, haciendo círculos permanentes ... y, ésto, debiera inducirnos a pensar que -quizá- marchamos algo perdid@s.
Pedir pensamiento nuevo a quienes han sostenido a rajatabla el pensamiento que nos ha metido en estos lodos y berenjenales ... es más espúreo y peligroso que cualesquiera ideologías proclamadas o por inventarse los líderes y sus bien pagad@s escribientes de una academia de por vida.
Saludos cordiales,
Estimado Lluís, estimad@s tod@s, si hay que tratar de estas ilusorias articulaciones -supuestamente- teorizadas de las normas morales, las visiones organizativas, y las esencias de la filosofía política, o la sociología teórica ... pues, bueno, tratamos.
Que los entretenimientos de la Francia se concreten en una muy dedicada labor desplegada en la acumulación de escritos y pensamientos teóricos de la vida francesa, vista desde la filosofía francesa, no es nuevo ... y, por más que la cultura francesa pueda ser dignificada, sigue lejos de ser una referencia universalizable en verdad alguna.
Posiblemente, éstos y otros despliegues del hacer papel-mojado hasta de la parte identitaria de las personas; mucho me temo que sea una especie de entrenimiento vano de las muchas cabezas-ilustradas que pueblan las Europas del mucho decir, mucho escribir, mucho proclamar ... con resultados, demasiadas veces, inconsecuentes ... y, no pocas veces, perfectamente perjudiciales, como expresa Lluís al calificar el daño hecho, y las conclusiones absurdas o contraproducentes de un tal debate inútil.
La cuestión es que, dentro del mucho tener tiempo libre para armar castillos en el aire, algunas personas del pensar cuadrado, sin sorpresa, nos llegan emanando de un conjunto amplio de intelectuales académicos que no tienen otra cosa mejor que hacer que el justificarse, entre ell@s, en plenitud y con muchas letras puestas negro sobre blanco ... para rellenar y rellenar papel-mojado (aunque muy bien pagado, con dinero ajeno, claro).
La escuela del pensamiento europeo anda enfermiza por la realidad, yace acomodada en la hipocresía de convicciones remachadas a base de talonario, de privilegios insostenibles, y de consentimientos espúreos a la cultura de vida cierta.
Y es que, todo ésto, responde a la muy asentada fórmula del ... "me ponen Uds. lo que quiero oir en letra bonita, así resulten los cimientos de alguna razón que me sirva a mis propósitos, y no me insistan mucho en verdades, que ya están Uds. pagados y bien pagados. Y es para ya".
Con esta humana-realidad históricamente sostenida y golfa, apuntalada en una falsificada modernidad, las consecuencias las conocemos con cierto detalle, y las padecemos sin mucho más alivio que una consentida e irrisoria reclamación de nada bueno. En la verdad, estamos sobrepasados hace demasiado tiempo.
Dentro del esquema de lo expresado, las consideraciones teóricas (y prácticas) acerca del funcionamiento de las cosas en materia de inmigrantes, derechos/deberes y ciudadanía ... por mucho que quieran nombrarse con modernidad ilusamente humana, las esencias siempre terminan por aflorar en su desnudez cruda y miserias muy ciertas, recordándonos que el tiempo de la tal modernidad nunca ha existido, y que el tiempo de la vida es, muy ciertamente, irrecuperable, indetenible y escurridizo a toda razón ajena a la biología (así sea vestida de idea-política, ésta sobre todo).
El rumbo de las Europas está, en demasiadas cuestiones, haciendo círculos permanentes ... y, ésto, debiera inducirnos a pensar que -quizá- marchamos algo perdid@s.
Pedir pensamiento nuevo a quienes han sostenido a rajatabla el pensamiento que nos ha metido en estos lodos y berenjenales ... es más espúreo y peligroso que cualesquiera ideologías proclamadas o por inventarse los líderes y sus bien pagad@s escribientes de una academia de por vida.
Saludos cordiales,
Suena a himno.
El anacronismo, fatal. Se contradice con la pluralidad original. O bien, solamente se conciben los orígenes que marcaron los tratadistas. No se correspondería el argumento con la historia , sino con la política.
Lo que más me ha alertado ha sido leer que lo que une a los hombres y lo que crea valor; que lo más sensible y lo más profundo que hay en cada uno de nosotros sea el concepto de Nación.
Quizás sea una parca trascripción de alguna contienda napoleónica. ¿O de alguna promoción de alistamiento de la segunda guerra mundial?...
No se... No trato con ello de herir el sentimiento patriotico de nadie, pero tampoco se debe herir ningun otro...
Pues a mi me parecen bastante lógicas la mayoria de las cuestiones planteadas por el gobierno francés.
Claro que aquí dificilmente lo entenderemos porque en esto, como en todo, vamos siempre por detrás, y cuando el mundo se prepara ante la inminente crisis económica, nosostros nos ponemos la sonrisita lela y contestamos:"¿Crisis? ¿que crisis? Si nuestro sistema bancario es la envidia del mundo..." Lo que por supuesto no nos salva unos meses despues de ser los más corneados por la "inexistente", crisis y encima objeto de mofa y escarnio.
Con el "fabuloso fenómeno de la inmigración" pasa tres cuartos de lo mismo. Aquí las elites politico mediáticas se empeñan en ver unicamente la cara buena del asunto y los vecinos europeos, mas serios (como se constata continuamente) y con mucha más experiencia que nosotros en este tema son criticados con una ligereza asombrosa. Incluso diríase que nos molesta que debatan. ¿Para que van a debatir, si nosotros que somos tan listos tenemos ya todas las respuestas? ¿Crisis? ¿Que crisis?
Estimado Jorge:Tienes toda la razón, Roma no fue invadida, algo pasó, veamos la cronología.El último emperador romano fue Romulus Augustulus. Fue "hecho" emperador por su padre Orestes (nombre muy, pero muy romano) originanario de Pannonia Savia y con origenes germanos, ayudado por mercenarios Heruli, Scirian y Turcilingi quienes inmediatamente reclamaron la tercera parte de Italia en pago.Como si eso no fuese prueba de la invasión, fue destronado por Odoacer, jefe de los mercenarios Scirianos que habian ayudado a Orestes a poner a Romulo de emperador. Mató a Orestes en Piacenza, y avanzó a Ravenna donde apresó a Romulus Augustulus. Como R. Augustulus tenía 14 años, Ordoacer le perdonó la vida, le concedió una renta de 6.000 solidi y lo mandó a vivir con parientes en Campania.Y esa invasión fue la final, porque tambien recuerdo que los moros invadieron las dos Hispanias. En fin, no, el Imperio Romano de Occidente no cayó, solo se disipó y casi nadie se dio cuenta. Lo que si sucedió fue que los salvajes querían ser romanos, y amaron Roma tanto que al final la mataron. Igual que el demonio amó tanto a su hijo que al final lo mató.¿No detectas el paralelo? Europa se esfuma entre africanos, orientales, y americanos que la aman tanto que la destruyen. He estado en España, y aunque hablo español pasablemente hay momentos de total incomunicación. Entre los "españoles" que se consideran otra cosa (Catalunya no es España vi en la TV en USA en los anuncios de las Olimpíadas,) y los no-europeos que no hablan ni una jota de español, socavan la "españolidad" de España. Pero es a gusto de los españoles lo que hacen con su país. El problema es para los otros europeos que tenemos que soportar las políticas suicidas del gobierno español. No todos los ilegales que llegan a España se quedan en España, una buena parte emigra a otros países con mejores prospectos gracias a la falta de fronteras internas. Italia comienza a poner controles a la estupidez de permitir el abuso de sus leyes migratorias, y el abuso de su sociedad, y a su NACIÓN (por si la señora no se ha dado cuenta, los ITALIANOS SOMOS ITALIANOS, TENEMOS NUESTRO PROPIO IDIOMA QUE NOS GUSTA, NUESTRAS PROPIAS COMIDAS, Y NUESTRAS PROPIAS ETNIAS.) Los italianos queremos continuar siendo italianos, sin avergonzarnos de nuestra identidad.
"Catalonia is an Autonomous Community (Nation) within the Spanish state of which the 1992 host city of Barcelona is the capital. Catalonia has its own national language (Catalan) and a Mediterranean culture, history,personality and folk tradition quite distinct from other parts of Spain.", documento de imagen para la prensa usado por el Comité Olímpico de BCN. (Encontrado usando Google)Me entró la curiosidad... En la TV decia: "Barcelona es una ciudad en Catalunya, una nación con 6 millones de habitantes localizada en España.""Catalunya no es España" lo vi en rótulos por toda BCN, pegados en los cristales de restaurantes y tiendas. Apuesto que allí siguen.Una búsqueda trivial en Google produce un rotulo grande en el Camp Nou que se lee "Catalonia is not Spain"Si las diferencias y percepciones de identidad son despreciables y merecedoras de burla, ¿por qué son tan notables? ¿Los tontos útiles no las logran borrar todavía?
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