Secuestrado un buque belga en aguas del Océano Índico

El buque dragador belga Pompei ha sido hoy secuestrado en aguas del océano Índico cuando se dirigía a las Sychelles. El buque, con diez tripulantes a bordo, lanzó dos señales de alarma silenciosa para avisar de que estaba siendo atacado por piratas.

"Un helicóptero de la fuerza naval de la Unión Europea Operación Atalanta sobrevoló (la embarcación) y confirmó el secuestro visualmente", ha informado el capitán de corbeta Alexandre Fernandes a la agencia Reuters, a bordo de la fragata portuguesa Corte-Real, al norte del golfo de Adén. En el dragador belga viajan dos belgas, cuatro croatas, un holandés y tres filipinos, según ha informado Fernándes.

Este nuevo asalto a un buque en aguas del Océano Índico coincide con la liberación de 20 secuestrados por parte de piratas en una operación de la OTAN llevada a cabo por un buque holandés. Fernández ha asegurado que los rehenes, de origen yemení, fueron liberados después de que las fuerzas holandesas lograran capturar a siete piratas que habían atacado un buque cisterna con fusiles de asalto y granadas propulsadas con cohetes. El barco atacado, el Handytankers Magic, estaba administrado por la compañía griega Roxana Shipping. "Hemos liberado a los rehenes y tenemos sus armas", ha confirmado Fernandes. Sin embargo, sólo han podido retener e interrogar a los piratas, al no tener jurisdicción para arrestarles.

Juan Garat Caramé, capitán de navío y comandante de la misión Atalanta contra la piratería en Somalía, ha reconocido las limitaciones de la flota a su mando para prevenir este problema. Para Garat, que dirige la misión de la Unión Europea desde el pasado 6 de abril, los marinos europeos cubren un enorme espacio marino, lo que facilita la actuación de los piratas. "El potencial de ataque de los piratas (somalíes) ha ido aumentando con el paso de los años, hecho que también dificulta nuestra capacidad de respuesta, pues cada vez disponen de más dinero de los rescates para mejorar sus medios", ha asegurado.