Un informe acusa a la policía de Kenia de 450 asesinatos
Una organización de derechos humanos vincula las muertes a una guerra contra una banda violenta
Una Guerra soterrada entre la policía y una banda callejera se ha cobrado la vida de al menos 450 kenianos en los últimos cinco meses en Kenia, según denuncia la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia, una organización financiada por el Estado keniano. Según sus datos, 450 jóvenes varones han sido asesinados por la policía en los últimos meses, después de que a principios de año se culpara a la banda criminal de una serie de decapitaciones y tiroteos.
La comisión cuenta que la mayoría de los fallecidos fueron disparados en la cabeza antes de ser depositados o tirados en cualquier sitio por todo el país. Las víctimas pertenecían todas al grupo étnico más numeroso de Kenia, los kikuyu, y vivían en su tradicional feudo al norte de Nairobi y en algunas barriadas de esta ciudad.
Los jóvenes asesinados pertenecían a la banda Mungiki, una organización semipolítica de estilo sectario, muy violenta e ilegalizada y apoyada por muchos de los miles de jóvenes desempleados kikuyu. Las autoridades relacionan a Mungiki con numerosos casos de asesinato, extorsión y violencia en los últimos años.
El borrador del informe de la comisión se queda a un paso de acusar directamente a la policía de los asesinatos de los jóvenes, pero dice que la fuerza del orden está relacionada con las muertes por "pruebas circunstanciales". Así, acusa a los agentes de ignorar los indicios y chivatazos y de negarse a recoger los cuerpos ?para proceder a investigar las muertes. Además, el informe da cuenta de que los investigadores de la comisión se han encontrado con todo tipo de "obstáculos, obstrucciones y negativas" por parte de la policía.
"Si la policía no es responsable, ¿por qué no han tenido la voluntad de investigar y contener los asesinatos?", se pregunta el presidente de la Comisión, Maina Kivi. "¿Qué ciudadano o grupo criminal tendría los medios y el atrevimiento para transportar cadáveres para tirarlos por las carreteras, que están repletas de controles policiales cada pocos kilómetros las 24 horas del día?", se pregunta.
Sin embargo, un portavoz de la policía, Eric Kiraithe, rechaza el informe de la Comisión y dice que las acusaciones son "tonterías. Invitamos a cualquiera que tenga información sobre los crímenes a que acuda a nosotros. Investigaremos lo que nos diga".
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