El veto de China impiede a la ONU imponer sanciones al régimen militar de Birmania
El Ejército mata a varios monjes
La Unión Europea y Estados Unidos condenaron este miércoles a través de un comunicado conjunto la represión de las manifestaciones encabezadas por monjes budistas en Birmania, donde al menos cinco personas han muerto tras dispersar la Policía una concentración en Yangón. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá con carácter urgente a las 21.00 hora peninsular española para analizar la crisis en el país asiático.
Los titulares de Exteriores de la UE y de Estados Unidos han instado en una nota oficial al Gobierno birmano a poner fin a la violencia y abrir el diálogo con la oposición democrática. Además, piden al Consejo de Seguridad, que se reunirá con carácter de urgencia a petición de Reino Unido, "discutir urgentemente esta situación y considerar los futuros pasos, incluida la posibilidad de sanciones". Los asistentes a la cumbre ministerial, celebrada al margen de la Asamblea General de la ONU, también han emplazado a China, India y las naciones del sureste asiático a utilizar su influencia para poner fin a los enfrentamientos.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha decidido enviar a su representante especial, Ibrahim Gambari, a la región asiática, ante "el deterioro" de la situación política y civil en Birmania. En un comunicado de prensa, Ban insta al "liderazgo" del país asiático a "cooperar plenamente" con la misión de Gambari, para "aprovechar la buena voluntad de la ONU de asistir (a Birmania) en su proceso de reconciliación nacional a través del diálogo".
Un muerto oficial
Tras una semana de protestas contra el régimen birmano encabezadas por los monjes budistas, las fuerzas de seguridad han abierto fuego contra unos 200 monjes budistas que marchaban junto a miles de civiles hacia la pagoda de Sule, en Yangon. Al menos cinco personas han muerto, entre ellas dos monjes, y una veintena han resutlado heridas. Además, alrededor de 80 personas, incluidos 30 monjes, han sido golpeados, detenidos y trasladados en vehículos militares a centros de detención, según testigos citados por diversos medios birmanos.
La Junta Militar que gobierna el país sólo ha admitido, a través de la radio y la televisión estatales, que un civil ha muerto y otros tres han resultado heridos durante la actuación de las fuerzas del orden, en lo que constituye la primera confirmación oficial de que se empleó la fuerza para reprimir las protestas.
Según el comunicado oficial, se realizaron disparos después de que una multitud de unas 10.000 personas, incluidos "los denominados monjes", no se dispersara en la Pagoda de Sule, aunque la Junta Militar asegura que la Policía empleó la fuerza mínima. La víctima, un hombre de 30 años, no ha sido identificada y aparentemente resultó alcanzado por una bala que rebotó. Mientras, los tres heridos no fueron alcanzados por disparos sino que se vieron inmersos en una estampida, siempre según la versión oficial.
Pocas horas antes, al menos cuatro religiosos resultaron heridos en las cercanías de la pagoda de Shwedagon, donde los manifestantes fueron disueltos con botes de gas lacrimógeno y disparos al aire y algunos monjes fueron golpeados antes de ser arrestados y llevados en vehículos del Ejército a centros de detención. En los aledaños del templo, se han producido roturas en los cristales de un coche, incendios de motocicletas y neumáticos, mientras en el barrio de Sanchaung, los civiles se enfrentaron a las fuerzas de seguridad que estaban deteniendo a los religiosos.
El Ejército peina las calles
Mientras tanto, el Ejército peina las calles del centro de la ciudad con grupos de unos 30 soldados seguidos de camiones. La Junta Militar declaró anoche el toque de queda, desplegó tropas en varias ciudades a fin de impedir que continúen las manifestaciones de monjes que comenzaron el 17 de septiembre y arrestó a varios y miembros de la oposición.
Además, traspasó al Ejército el control directo de la seguridad en todo el país y prohibió las asambleas y todo tipo de reuniones de más de cinco personas. Los militares han incrementado su presencia en lugares estratégicos como Shwedagon y Sule, así como la sede en Yangon de la Liga Nacional para la Democracia (LND), principal fuerza opositora que dirige Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991 y bajo arresto domiciliario desde 2003.
A pesar de estas medidas, los manifestantes aseguraron que no cederán ante las intimidaciones del régimen y continuarán con sus protestas en la movilización más importante contra los generales desde hace casi veinte años. Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió de manera abrumadora ante la LND.
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