Fatah al Islam amenaza con nuevos atentados mientras la cifra de muertos en Líbano llega a los 78
Los combates se han intensificado durante esta madrugada en torno al campo de refugiados de Naher el Bared
Los combates en torno al campo de refugiados palestinos de Naher el Bared, al norte de Líbano, se han cobrado la vida de 78 personas desde el domingo pasado, según el último recuento oficial. Por otra parte, los enfrentamientos se han recrudecieron esta madrugada y se han extendido fuera del recinto. El grupo islamista Fatah al Islam, cuyos milicianos están cercados dentro del campo, ha amenzado con nuevos atentados suicidas en Líbano si continúan las hostilidades. Además, el Ejército libanés ha comenzado a recibir suministros militares de Estados Unidos.
"Ocho aviones de carga de las fuerzas aéreas de Estados Unidos han comenzado a llegar a Líbano para distribuir equipamiento militar y munciones al Ejército libanés", ha declarado una fuente diplomática occidental, quien se ha negado a precisar cuándo a llegado la ayuda.
La violencia se recrudece
Después de la medianoche (22.00 hora peninsular española) se han comenzado a oír cada vez más tiroteos en el interior del campo de refugiados palestinos y por primera vez los disparos empezaron a extenderse al exterior, según los testigos. Desde hace horas el Ejército libanés ataca con intensidad las posiciones de los rebeldes del grupo extremista suní Fatah Al Islam, en el campo de Nahr Al Bader, tras apenas dos días de una tregua que duró hasta el jueves, cuando se produjo un primer gran combate, que duró unos 45 minutos.
Hasta el recrudecimiento de los tiroteos de esta madrugada, ese combate había sido el más intenso desde que el pasado domingo las fuerzas armadas libanesas emprendieran su ofensiva contra los rebeldes de Fatah al Islam, organización presuntamente vinculada a la red terrorista Al Qaeda. En la ofensiva participan carros de combate equipados con ametralladoras de gran calibre, así como artillería pesada. Naher el Bared es escenario desde el pasado fin de semana de cruentos combates entre las Fuerzas Armadas libanesas y Fatah al Islam, que se ha hecho fuerte entre la maraña de callejones que componen el campo de refugiados.
Aunque en los dos días que duró la tensa y débil tregua más de la mitad de la población pudo abandonar sus casas, el Comité de la Cruz Roja Internacional calcula que en el interior todavía quedaban unos 20.000 civiles cuando comenzaron los tiroteos. Las agencias humanitarias temen que muchos de ellos sean rehenes de los insurgentes, que los usarían como escudos humanos.
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