El Gobierno mexicano se opone a la construcción del muro en la frontera estadounidense
Las barreras "son una señal de desconfianza y ésta nunca será la base de la amistad entre dos pueblos", ha declarado el portavoz del Presidente
La decisión de los legisladores de aprobar la construcción de un muro de 595 kilómetros, como parte de la prevista reforma sobre inmigración, fue tomada el miércoles, tres días después de que el presidente de EE UU, George W. Bush, anunciase el envío a la frontera de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional. El Gobierno de Fox considera que el despliegue de los efectivos no representa la "militarización" de la frontera, como aseguran los opositores a la medida en México y EE UU.
El Gobierno mexicano rechazó ayer la decisión del Senado de EE UU, adoptada la víspera, de construir un muro en la frontera para frenar la entrada de indocumentados, pese a lo cual confía en que a finales de este mes se apruebe una reforma migratoria "integral" en el país vecino.
Los muros "son una señal de desconfianza y ésta nunca será la base de la amistad entre dos pueblos", ha dicho a la prensa Rubén Aguilar, portavoz del presidente mexicano, Vicente Fox.
Por su parte, el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, ha anunciado que el Gobierno enviará una nota diplomática para expresar su preocupación tras la determinación de los legisladores estadounidenses.
Aguilar ha afirmado que el Gobierno de Fox "reitera su convicción de que los muros no resuelven el problema migratorio ni ofrecen una respuesta eficaz para garantizar la seguridad en la región fronteriza". El portavoz ha señalado que la decisión adoptada el miércoles por los senadores estadounidenses "va en contra de la tendencia de las relaciones internacionales, que busca tender puentes y no construir muros, y acercar a los pueblos derribando barreras físicas, comerciales y culturales".
Fox, que ayer viajó a las fronterizas ciudades de Tijuana y Mexicali y la próxima semana visitará los Estados estadounidenses de Utah, California y Washington, "sostiene que la confianza es el principal sustento de la cooperación y el trabajo conjunto" en las complejas relaciones con su vecino del norte, enfatizó Aguilar.
Bush, en la zona
El presidente estadounidense George W. Bush estuvo ayer en Arizona para comprobar in situ la situación en la frontera con México, mientras en el Senado de EE UU continúa el debate para aprobar una reforma migratoria integral. El viaje del presidente coincide con el intenso debate en el Senado para tratar de aprobar la nueva norma antes de que concluya la semana próxima.
El Senado de Estados Unidos aprobó el miércoles una propuesta que prevé levantar una triple valla fronteriza de 595 kilómetros en la frontera con México de 3.200 kilómetros.
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