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Simon Peres pierde el liderazgo del Partido Laborista israelí

El nuevo presidente anunciará la salida de su partido de la coalición del Gobierno, lo que puede provocar el adelanto de las generales

Simon Perez ha perdido el liderazgo del Partido Laborista a manos del sindicalista Amir Peretz en las elecciones primarias celebradas ayer en Israel. Tras una reñida votación y el recuento minucioso de los votos de los cerca de 100.000 afiliados al partido, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada, el Partido Laborista ha nombrado hoy a su nuevo presidente, hasta ahora jefe de la principal central sindical en Israel, la Confederación de Trabajadores (Histadrut).

Un 42,35% de los afiliados que acudieron a las urnas han dado su apoyo al líder sindicalista, de 53 años, mientras que un 39,96% ha votado a Peres, de 82, según ha informado el secretario general del partido, Eitan Cabel. El tercer candidato, Benjamín Ben Eliezer, actual ministro de Infraestructura, sólo ha cosechado un 16,82% de los votos. La victoria de Peretz fue vaticinada por una encuesta realizada por la emisora pública Voz de Israel a pie de urna, aunque se ha confirmado en el último momento, debido al empate entre ambos candidatos a lo largo de todo el escrutinio. Peres, eterno perdedor de la política israelí, no ha aceptado el resultado y ha anunciado que apelará supuestas irregularidades en varios colegios, como Sderot y Beer Sheva. "Es ilógico que en comunidades en las que tenía mayoría haya obtenido sólo siete votos", se ha quejado.

La primera consecuencia del sorprendente triunfo de Peretz será la salida de los laboristas del Gobierno de Ariel Sharon. "Notificaremos al primer ministro que queremos irnos. Queremos abandonar el Gobierno para convertir al Partido Laborista en una alternativa que pretende hacerse con el poder en las próximas elecciones", ha señalado el vencedor a la prensa. Según su asesora legal, Yuli Tamir, Peretz "analizará la situación con el primer ministro y estudiará una fecha para las elecciones" generales, previstas para finales de 2006 y que podrían adelantarse. Los laboristas entraron en el Gobierno el 9 de enero para apoyar el plan de evacuación de Gaza, pero Peretz sostiene que en diciembre no podrá votar a favor de unos Presupuestos que no tienen en cuenta a los desfavorecidos.

Un cambio de prioridades

La victoria del carismático líder sindical, nacido en Marruecos, puede además suponer un giro histórico en la política israelí, al devolver a la agenda laborista la prioridad de defender a los trabajadores, en lugar del proceso de paz. Peretz, que a pesar de sus ideales pacifistas disfruta de gran apoyo entre las clases bajas de derechas, puede atraer al masivo electorado de bajos ingresos que militan tradicionalmente en partidos nacionalistas como el Likud o el ultra-ortodoxo Shas. Pero también provocaría una fuga de las clases intelectuales y elitistas que integran el Laborismo, que se sentirán incómodos con un "representante del pueblo" como líder.

El partido que puede beneficiarse de esa fuga es el anticlerical Shinui, una formación de centroderecha que reúne a profesionales e intelectuales moderados y que apoyan un proceso de paz con los palestinos. Los analistas barajan también la posibilidad de que el Partido Laborista sufra una división y que el ala pacifista que Peres representa, encarnado por empresarios e intelectuales, encuentre refugio en el bloque Méretz o quizá en un nuevo partido. En este último escenario no se descarta una alianza electoral entre Peres y Sharon, dos veteranos de la política que se resisten a retirarse a pesar de su edad.

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La alianza depende de si Sharon obtiene o no el liderazgo de su partido en las próximas primarias del Likud, ya que si es derrotado por su rival, Benjamin Netanyahu, es muy probable que se presente candidato a primer ministro al frente de una nueva formación, que se llamará No tengo otra tierra, según la televisión israelí Canal 1. Sharon sufrió esta semana una derrota simbólica en el Parlamento que le infligió un grupo de rebeldes que lidera Netanyahu, y que es indicio también de que las elecciones generales se adelantarán a la primavera de 2006.

Amir Peretz y su esposa Ahlama presentan sus respetos ante la tumbra del asesinado Isaac Rabin en Jerusalén.
Amir Peretz y su esposa Ahlama presentan sus respetos ante la tumbra del asesinado Isaac Rabin en Jerusalén.AP

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