Mueren 121 personas al estrellarse un avión de pasajeros cerca de Atenas

Un avión de pasajeros de la compañía chipriota Helios con 121 personas a bordo -115 pasajeros y seis tripulantes- se ha estrellado al norte de Atenas, en una colina y en un barranco próximos a la ciudad de Grammatiko, localidad costera situada a 40 kilómetros de la capital griega. La policía de ese país ha confirmado que no hay supervivientes. Al menos 48 de los fallecidos son niños, según Helios. Un problema de despresurización en la cabina es la causa más probable del accidente, según las primeras investigaciones. El avión, un boeing 373/800, había perdido contacto con la torre de control de Atenas, por lo que se han sido enviados dos cazas que han informado de que han visto a los pilotos inconscientes en la cabina.

Los primeros resultados de la investigación descartan que el siniestro se debiera a un sabotaje o atentado, según fuentes oficiales de Chipre. "No se trata de una acción terrorista", ha asegurado a la prensa el director de la oficina de Información de la Presidencia del país, Marios Karoyan. "No podemos hacer conjeturas. Los indicios que ahora tenemos nos llevan a pensar que es un fallo técnico, pero las investigaciones aún prosiguen", ha apostillado.

Esta tarde se han localizado las dos cajas negras de la nave, según ha informado la televisión estatal griega NET, lo que también ayudará a avanzar en las investigaciones. La compañía dueña del avión también ha informado de que la mayoría de las víctimas son de nacionalidad chipriota.

"Estamos congelados. Adios amigo"

El avión, alquilado por la compañía Helios a la aerolínea de bandera egipcia Egyptair y que hacía el recorrido Larnaca-Praga con una escala técnica en Atenas, se ha estrellado en una zona montañosa del norte de la capital griega, al parecer por un fallo en el sistema de refrigeración. Según fuentes de la investigación, las pesquisas sobre las causas de la tragedia, una de las más mortales en la historia de la aviación de Chipre, parten de un mensaje enviado por un pasajero al teléfono de un amigo que dice: "Hace mucho frío en el avión, estamos congelados. Adiós amigo".

Fuentes del ministerio chipriota de Orden Público han negado las informaciones que apuntaban a que muchas de las víctimas mortales eran niños. "Nuestros informes indican que 59 adultos y ocho niños tenían previsto bajarse en Atenas y 46 adultos y dos niños en Praga", ha explicado la fuente. Según fuentes de la investigación, el aparato tenía un historial de averías y reparaciones en el sistema de calefacción y de compresión de la cabina. Además, se cree que la mayor parte de los 115 pasajeros y los seis tripulantes murieron por congelación antes de estrellarse.

Señal de auxilio

El Boeing envió una señal de auxilio a la torre de control de Atenas casi tres horas después de salir del aeropuerto de Larnaca y dos cazabombarderos griegos F-16 fueron enviados a su encuentro. Al parecer, los pilotos de los cazabombarderos vieron que el capitán de la nave, de nacionalidad germana, no estaba en su puesto, el copiloto, griego-chipriota yacía en la cabina y el avión volaba con el piloto automático conectado. Los restos del avión han sido ya localizados y se han encontrado los primeros cadáveres, pero ningún superviviente ni ninguna señal de que nadie haya sobrevivido.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha informado de que, en principio, no hay ningún español entre las 115 pasajeros del avión. Esta misma fuente ha explicado que en el listado de pasajeros no hay ningún nombre español, de modo que en principio en el avión no viajaban españoles. Las embajadas españolas en Atenas y en Nicosia están pendientes de la información desde que se conoció el accidente.

El primer ministro griego, Kostas Karamanlis, ha interrumpido sus vacaciones en la isla griega de Tinos al conocer el siniestro. Helios, la principal compañía aérea privada de Chipre, fue establecida en 1999 y mantiene vuelos regulares a Dublin, Praga, Sofía, Varsovia, Estrasburgo y varios aeropuertos británicos. Utiliza una flota de Boeings B737.