El horror de Auschwitz estremece Naciones Unidas
La ONU celebra la primera Asamblea General sobre el Holocausto a los 60 años de la liberación del campo de concentración nazi
Con motivo del 60º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, por primera vez se ha celebrado en Naciones Unidas una Asamblea General para conmemorar el Holocausto. En la sesión, que ha comenzado con un minuto de silencio, han intervenido supervivientes —entre ellos el español Jorge Semprún— y los ministros de Exteriores de Israel y Alemania, entre otros países.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha advertido durante su discurso que aquellos que incitaron al odio y el asesinato en masa no fueron sólo extremistas marginales sino también intelectuales. "¿Cómo pudo albergar tanto mal una nación culta y muy sofisticada, situada en el corazón de Europa, y cuyos artistas y pensadores han aportado tanto al mundo? Se ha dicho con razón: 'Lo único necesario para que el mal triunfe es que los hombres buenos no hagan nada'". Esta última cita es del filósofo inglés del siglo XVIII Edmund Burke.
Annan ha recordado además que, aunque el mundo ha dicho "nunca más", convertir palabras en hechos es más complicado. Desde la liberación de Auschwitz, ha dicho, se han producido genocidios en Camboya, Rwanda y la antigua Yugoslavia, y en estos momentos "tienen lugar cosas terribles en Darfur (Sudán)". Annan ha pedido al Consejo de Seguridad que pase a la acción una vez reciba un informe que confirme si lo que sucede en este último país es un genocidio.
En esa misma línea, Elie Wiesel (1928), escritor rumano, premio Nobel de la Paz (1995) y superviviente de un campo de concentración, ha señalado: "Si el mundo hubiera escuchado podríamos haber evitado Darfur, Camboya, Bosnia y claro, Rwanda". "Sabemos que para los muertos es demasiado tarde. Para ellos, abandonados por Dios y traicionados por la Humanidad, la victoria llegó demasiado tarde. Pero no es demasiado tarde para los niños de hoy en día, los nuestros y los vuestros", ha añadido Wiesel, y ha rememorado: "En aquellos tiempos, aquellos quienes estábamos allí no sólo nos sentíamos torturados y asesinados por el enemigo, sino también por aquello que considerábamos el silencio y la indiferencia del mundo. Ahora, 60 años más tarde, el mundo al menos trata de escuchar".
El ministro de Exteriores israelí, Silvan Shalom, ha advertido por su parte que "el exterminio brutal de gente no comenzó con las armas y tanques sino con las palabras que sistemáticamente calificaban a los judíos como ilegítimos, como algo inferior al ser humano". Sólo en Auschwitz murieron entre un millón y un millón y medio de prisioneros, la mayoría de ellos judíos, en las cámaras de gas, de hambre o presa de las enfermedades. El Holocausto acabó con seis millones de judíos y millones de personas cuyo único crimen fue ser polacos, homosexuales, soviéticos o gitanos.
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