Mueren nueve soldados franceses en Costa de Marfil tras un ataque de las fuerzas del Gobierno
El deterioro de la situación obliga a intervenir a París y al Consejo de Seguridad de la ONU
Nueve soldados franceses de la fuerza de paz desplegada en Costa de Marfil han muerto tras un bombardeo aéreo "erróneo" de las fuerzas gubernamentales en la ciudad de Bouaké, feudo de los rebeldes marfileños, en el centro del país. Además, otros 22 soldados franceses de la misión de la ONU Licorne (Unicornio) han resultado heridos en el ataque, según ha informado el Ministerio francés de Defensa. El Gobierno francés ha ordenado, en respuesta, la destrucción de los aviones implicados en el ataque.
"Una posición de la fuerza francesa Licorne en Bouaké ha sido bombardeada este sábado a las 14.00 por dos aviones Sukhoi 25 de las fuerzas gubernamentales. En respuesta a esta agresión, la fuerza Licorne ha destruido los dos Sukhoi 25 hacia las 14.15 en el aeropuerto de Yamoussoukro", ha explicado el Ministerio francés de Defensa en un comunicado. Al balance de nueve muertos y 22 heridos entre las fuerzas francesas ha añadido después la presidencia francesa la muerte de un ciudadano estadounidense.
El incidente ha deteriorado sobremanera la situación en el país, obligando a intervenir a París y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que ha celebrado esta noche una reunión de urgencia sobre el asunto y que ha condenado el ataque. El propio presidente francés, Jacques Chirac, ha ordenado la "destrucción de los medios aéreos marfileños utilizados en la violación del alto el fuego", según ha informado el Elíseo en un comunicado. Además, ha anunciado el envío al país de dos compañías de refuerzo para asegurar la seguridad de los cooperantes franceses en el país. Finalmente, el ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, ha enviado un mensaje al presidente marfileño, Laurent Gbagbo, en el que le insta a asumir sus responsabilidades" para devolver la calma a Costa de Marfil. Ha ido más lejos el ministro francés de Defensa, que ha señalado a Gbagbo como "responsable personalmente" del orden público ante la comunidad internacional.
Pese a que el ejército marfileño ha asegurado que el ataque sobre las posiciones francesas ha sido debido a un "error" y que iba dirigido contra instalaciones cercanas de los rebeldes, el ataque ha desencadenado una serie de enfrentamientos entre las tropas francesas y las del Gobierno en torno al aeropuerto de Abidjan, la ciudad más importante del país. También allí, militantes anti-franceses han incendiado el Liceo Mermoz y se han enfrentado a las fuerzas del orden. También se han desatado combates entre las milicias rebeldes y el ejército en la ciudad de Bouaké.
Tres días de violencia
El ejército marfileño lleva tres días bombardeando la ciudad de Bouaké, ciudad controlada por los rebeldes, en una escalada de violencia que podría desatar de nuevo la guerra civil en este país africano. Al parecer, en uno de esos ataques, han alcanzado las fuerzas francesas de paz de la misión Licorne. Responsables del ejército marfileño han especulado con la posibilidad de que, tras los bombardeos, una fuerza de tierra proceda a la toma de la ciudad para sacar de una vez por todas de la ciudad a los rebeldes, que controlan el norte del país desde la guerra que se desató en septiembre de 2002 tras el intento de sacar del poder al presidente Laurent Gbagbo.
Tras este intento y el posterior conflicto, la ONU desplegó una fuerza de interposición, integrada por unos 10.000 soldados franceses, para vigilar la zona de separación entre el norte controlado por los rebeldes y el sur, controlado por el Gobierno de Gbagbo. Sin embargo, los rebeldes vienen acusando a la fuerza de interposición de no frenar seriamente las iniciativas militares del Gobierno. El ministro francés de Defensa, Michele Alliot-Marie, dijo ayer que la ONU debería reforzar el mandato de la misión en Costa de Marfil para poder evitar los enfrentamientos entre el Gobierno y los rebeldes.
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