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Cientos de presos palestinos recluidos en Israel inician una huelga de hambre

Los retenidos exigen mejoras en sus condiciones de encarcelamiento

Presos palestinos recluidos en cárceles de Israel han comenzado hoy una huelga de hambre "a muerte" para reclamar una mejora de sus condiciones. La medida de protesta, según fuentes penitenciarias, se ha iniciado en las prisiones de Eshel y Nafha, situadas en el sur, y en la de Hadarim, en el centro del país, y afecta, en principio, a unos 1.500 de los 3.800 palestinos internados actualmente en cárceles israelíes.

Los carceleros israelíes han comenzado esta mañana a quitar de las celdas radios y televisores, no han distribuido los periódicos, se ha prohibido la venta de cigarrillos y se han cancelado las visitas. El ministro de Seguridad Interior, Tsaji Hanegbi, ha anticipado que, de acuerdo con el primer ministro, Ariel Sharon, no van a acceder a las peticiones de los presos.

Activistas de derechos humanos y abogados de los prisioneros aseguran que el trato que se les dispensa "es peor que el que reciben los iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib en Bagdad". "En lo que a mí respecta, pueden hacer la huelga por un día, una semana, un mes o incluso morirse de hambre", afirmó Hanegbi el pasado viernes, tras una reunión con las autoridades penitenciarias y los servicios secretos (Shin Bet).

Los presos palestinos exigen, entre otras reclamaciones, que se les deje usar teléfonos móviles y públicos, no ser sometidos desnudos a los cacheos y que les permitan el contacto personal con sus visitantes.

Consecuencias imprevisibles

El jefe del Servicio de Prisiones (SPI), Yaacov Ganot, dijo en una rueda de prensa que "los terroristas tienen mucho tiempo para planificar atentados y por medio de los teléfonos que exigen ordenan su ejecución a los que están fuera", en alusión a los milicianos de la resistencia contra la ocupación militar israelí en los territorios de Cisjordania y Gaza.

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Según fuentes palestinas, si las demandas no fuesen satisfechas, dentro de 48 horas y durante la Jornada del Prisionero Palestino se sumarán los demás presos y, eventualmente, también los detenidos en centros militares de Cisjordania y Gaza, con los cuales el número total asciende a unos 7.000.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) y los activistas de derechos humanos consideran a los militantes de la Intifada "prisioneros de guerra" sujetos a la Convención de Ginebra. En Israel son considerados "presos de seguridad" sometidos a la legislación criminal. Entre los prisioneros hay 600 condenados a cadena perpetua por su participación en sangrientos ataques contra la población civil.

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