Blair y Ahern abrirán en septiembre una negociación "clave" para el futuro del Ulster
El primer ministro británico advierte de que si no se produce un avance definitivo, habrá que replantarse los objetivos del proceso de paz
El primer ministro británico, Tony Blair, y su colega irlandés, Bertie Ahern, han fijado esta tarde en Londres el próximo mes de septiembre como la fecha clave para tratar de resolver la crisis del proceso de paz en Irlanda del Norte. Blair y Ahern han prometido impulsar durante varios días de septiembre unas negociaciones "intensivas" que desatasquen el proceso, al tiempo que han reclamado el fin de la actividad paramilitar, uno de los grandes obstáculos para lograr una solución.
Ambos líderes han hecho el anuncio tras celebrar reuniones con los principales partidos del Ulster en el palacete londinense de Lancaster House, sede de los contactos que desembocaron en el Acuerdo de Paz del Viernes Santo firmado en 1998. Blair ha subrayado que "es hora de llevar este tema a un punto de decisión" y "que la gente se decida", al tiempo que ha lanzado una seria advertencia: si en septiembre no se produce un avance definitivo, quizá haya que replantarse los objetivos. "Esperamos llegar a un acuerdo que permita a todas las partes avanzar juntos o, de forma alternativa, tendremos que buscar una manera diferente de progresar", ha indicado Blair.
Ahern ha señalado que, seis años después del inicio de las negociaciones del Acuerdo del Viernes Santo, que fijó un marco político de convivencia, "estamos listos para un último impulso". "No podemos seguir celebrando conversaciones que no conducen a una conclusiones finales", ha indicado el primer ministro irlandés, al precisar que los gobiernos británico e irlandés prepararán este verano la ronda de negociaciones de septiembre. Antes de esta rueda de prensa conjunta, Ahern y Blair han dialogado con los representantes de los partidos del Ulster, con el fin de fijar una especie de calendario para reavivar el proceso de paz y, sobre todo, restaurar la autonomía de la provincia, suspendida desde hace casi dos años.
Las críticas del Sinn Fein
Entre los asuntos que "hay que resolver" en septiembre, Blair ha citado el restablecimiento de las instituciones autónomas en la provincia, el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y el final de la actividad paramilitar. El jefe del Gobierno británico ha señalado que es necesario encontrar una solución "por la credibilidad del proceso, por nuestra propia credibilidad" y para evitar "la gran frustración del pueblo del Ulster".
La crisis del proceso de paz se remonta a octubre de 2002, cuando el Ejecutivo de Londres suspendió la autonomía del Ulster por un supuesto caso de espionaje del IRA en oficinas del palacio de Stormont (Belfast), sede de la Asamblea norirlandesa. La situación se complicó tras el triunfo del radical Partido Democrático del Ulster (DUP), gran detractor del Acuerdo del Viernes Santo, en las elecciones autonómicas del pasado noviembre. El DUP, que lidera el reverendo Ian Paisley, se niega a sentarse en el Gobierno norirlandés con el Sinn Fein, brazo político del IRA, a menos que esa banda terrorista destruya todas sus armas y anuncie el final de sus actividades violentas.
El presidente honorario del Sinn Fein, Mitchell McLaughlin, ha criticado al Gobierno británico por no abordar la intransigencia del DUP y le ha acusado de responder a un "calendario unionista", por lo que ha calificado la reunión de hoy de "oportunidad perdida". Por su parte, David Trimble, ex ministro principal norirlandés y líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), ha advertido de que el fracaso de las negociaciones de septiembre podría dañar "la credibilidad" del proceso de paz.
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