Abu Mazen negocia contrarreloj una nueva tregua que evite la invasión israelí de Gaza
Las organizaciones radicales están dispuestas a hablar si Israel detiene los ataques contra sus dirigentes
Las autoridades palestinas se afanan en una lucha desesperada contra el reloj para retomar los contactos con las organizaciones radicales y forzar un nuevo acuerdo de alto el fuego que puedan presentar para su firma a Israel. Para ello han instado al Gobierno de Ariel Sharon a que evite realizar nuevos ataques selectivos contra activistas palestinos, condición requerida por los grupos extremistas para sentarse a la mesa. Pero sobre estas negociaciones al filo de la ruptura pesa una amenaza mayor: el Ejército israelí espera desde ayer desplegado y listo para intervenir para invadir la franja de Gaza.
El Ejecutivo del primer ministro palestino, Abu Mazen, goza así de un periodo en principio tan indefinido como presumiblemente breve para lograr, contra las cuerdas, un avance que impida el golpe de gracia al proceso de paz en forma de ataque militar israelí. El plan contemplado en la llamada Hoja de Ruta languidece tras la ruptura de la tregua de tres meses acordada por las tres principales organizaciones radicales palestinas en junio, hecho acontecido para Israel tras el atentado que costó la vida a 21 personas el pasado martes en Jerusalén, y para los extremistas un día después, cuando un ataque con misiles de un helicóptero israelí mató a uno de los principales dirigentes políticos de Hamás.
La amenaza de invadir Gaza
En cualquier caso, para el ministro de Asuntos Exteriores palestino, Nabil Sha'ath, ese deseado alto el fuego de las organizaciones radicales no sería suficiente, según las declaraciones recogidas por el diario Haaretz. Las intenciones del Ejecutivo de Mazen pasan por lograr un acuerdo que implique a ambos Gobiernos y a todos los grupos envueltos en este conflicto, que dura ya más de medio siglo.
Por ahora los grupos radicales no han emitido su veredicto, probablemente definitivo para la suerte de estas negociaciones, pero un portavoz de la Yihad Islámica ha dejado claro que no descartan sentarse a hablar sobre la tregua, siempre y cuando, eso sí, que Israel detenga los asesinatos selectivos. Hamás también se ha mostrado "dispuesto ha discutir ideas políticas, aunque sin tomas posiciones hasta conocer todos los detalles", según uno de sus dirigentes.
Entre tanto, Israel ultima sus preparativos para reocupar las localidades del norte de la franja de Gaza y efectuar incursiones en las del sur, mientras continúa la invasión de Yenín y Nablús, donde ayer tres activistas buscados murieron en enfrentamientos. El Ejército israelí ha empezado ya a acumular efectivos militares en los diferentes accesos desde los que podría penetrar durante las próximas horas en la franja de Gaza. Además, las tropas israelíes han acabado con la vida de un activista palestino (en un principio testigos del ataque hablaron de tres muertos, pero fuentes hospitalarias han rebajado esa cifra) cuando se escondía en el piso superior de un hospital de Nablús.
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