'Marines' y policías iraquíes formarán patrullas conjuntas para acabar con el pillaje en Bagdad
Además, se baraja la posibilidad de imponer el toque de queda durante la noche en la capital iraquí
Bagdad es una ciudad sin ley desde que hace cuatro días entraran las tropas de la coalición y acabaran de forma simbólica con el régimen de Sadam. Sin autoridad visible y ante la pasividad de las fuerzas aliadas, las calles de la capital se convirtieron en una tierra de nadie donde la mayoría ha intentado sacar provecho. Para paliar esta situación, que se hace cada día más peligrosa, representantes de las fuerzas norteamericanas, la Cruz Roja Internacional y la Policía iraquí han llegado a un acuerdo para la formación de patrullas conjuntas que luchen contra el pillaje y los saqueos.
El hotel Palestina, donde se aloja la prensa internacional, ha sido escenario ayer y hoy de una serie de reuniones entre representantes de las tropas norteamericanos, la Cruz Roja Internacional y responsables de la policía iraquí de las que ha salido esta alianza. Según fuentes cercanas a la negociación, las patrullas podrían comenzar su labor en 24 ó 48 horas, señalaron las fuentes.
En las conversaciones también se ha analizado la posibilidad de imponer el toque de queda durante la noche en la capital iraquí, una ciudad de casi seis millones de habitantes. Sin embargo, por el momento no hay ningún acuerdo sobre este extremo.
Bagdad ha vivido unas jornadas de auténtico caos tras la caída, el pasado miércoles, del régimen de Sadam Husein, cuando la gente se lanzó a saquear y robar en multitud de edificios públicos, residencias particulares, tiendas o el propio Museo Nacional, donde se guardaban algunos de los principales tesoros de las culturas de Mesopotamia.
La calma llega al norte
Los saqueos generalizados continuaban hoy en Bagdad pero parecían disminuir en las ciudades norteñas de Kirkuk y Mosul, y en la meridional Basora,. En la capital han afectado a casi todos los ministerios, edificios gubernamentales, bancos y otras instituciones, así como a muchos hoteles y propiedades privadas. Los hospitales y los museos tampoco se han librado del pillaje.
Ante esta situación de caos centenares de iraquíes se manifestaron frente al Hotel Palestina, donde exigieron que las tropas norteamericanas trabajen por el restablecimiento de la seguridad. "Queremos un nuevo Gobierno lo más rápidamente posible. Queremos seguridad", se leía en uno de los carteles que portaban los manifestantes.
Sin embargo, el pueblo iraquí no sólo demanda calma. También busca cómo limpiar de las cercanías de sus viviendas numerosas bombas y artefactos abandonados por el Ejército iraquí o arrojados por la aviación anglo-estadounidense.
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