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DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA

El primer Gobierno timorense toma posesión entre las celebraciones del pueblo

El Ejecutivo garantiza la viabilidad económica del pequeño Estado con la firma de un tratado con Australia sobre hidrocarburos

Los miembros del primer Gobierno timorense han tomado hoy posesión de sus cargos en una ceremonia celebrada a las puertas de la sede del Ejecutivo, que han contemplado miles de personas, así como representantes de 90 naciones. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se encuentra entre los asistentes al acto, que ha seguido a una larga noche de festejos con motivo de la declaración de la independencia.

El primer ministro timorés, Mari Alkatiri, ha indicado tras jurar su cargo ante el presidente Xanana Gusmao que las prioridades de su política nacional serán la "educación, salud, agricultura e infraestructuras".

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En cuanto a sus planes en el contexto internacional, Alkatiri ha insistido en que defenderá las causas independentistas de los pueblos palestino y saharaui. El presidente del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, se encuentra también en Dili para celebrar la independencia del pueblo timorense.

"Gobernaré para las futuras generaciones", ha prometido en portugués y tetum (lengua local) Alkatiri, que también ha tenido palabras de agradecimiento para la comunidad internacional por su contribución a que su nación se convirtiese en un Estado soberano la pasada medianoche.

Ramos Horta, ministro de Exteriores

Bajo un austero estrado de nipa y en plena calle, uno por uno, todos los ministros, incluido Alkatiri, que también se ha convertido en titular de Economía y Desarrollo, han asumido sus cargos en presencia del jefe del Estado, Xanana Gusmao, y el presidente de la Asamblea Legislativa, Francisco Guterres.

El Nobel de la Paz José Ramos Horta ha jurado como ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación; Estanislau Aleixo Da Silva, de Agricultura; Ovidio de Jesús Amaral, de Comunicaciones y Transportes; Armindo Maia, de Educación y Cultura; Mari Madalena Britos, de Finanzas; Rui María de Araujo, de Salud; Antoninho Bianco, de Administración Pública; y Ana Pessoa, de Justicia.

La ceremonia se ha celebrado ante la mirada de centenares de timorenses que, tras una larga noche de fiesta, viven hoy una gran resaca con una mezcla de sentimientos de alegría por su independencia, pero también de preocupación por su futuro.

Una vez concluido el acto, las autoridades, los invitados extranjeros, entre los que se encuentran el ex presidente de EE UU Bil Clinton y Esperanza Aguirre, en representación de la UE, una multitud de ciudadanos presenciaron el desfile de independencia, en el que han participado miembros de la antigua guerrilla timorense.

Un presupuesto de 5.700 millones de euros

Tras la celebración, el Parlamento de 88 miembros, elegido el año pasado, ha iniciado su sesión inaugural, en la que se ha aprobado la primera ley, la inscripción de Timor Oriental en el seno de la ONU y otras instituciones internacionales. Una decena de estados han establecido esta misma mañana relaciones diplomáticas formales con la nueva nación. China ha sido el primero, al que ha seguido Japón.

Además, Alkatiri ha realizado ya su primer acto de Gobierno, al firmar con Australia el histórico tratado sobre el reparto de los hidrocarburos del mar de Timor, con unos ingresos de 5.000 millones de dólares (unos 5.700 millones de euros) en los próximos 17 años, que garantizarán la viabilidad financiera del pequeño Estado, el más pobre de Asia.

Timor Oriental nace como la nación más pobre de Asia pero confía en que su población, poco menos de 800.000 habitantes, y sus grandes reservas naturales de petróleo, gas líquido y metano le permitirán desarrollarse sin agonizar bajo una deuda sofocante.

Mientras tanto, la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) planea ya repatriar a 40.000 refugiados timorenses y asentar a otros 15.000 en Indonesia, para solucionar el problema creado en 1999 cuando unos 250.000 huyeron a la parte indonesia debido a la violencia en su territorio.

AP

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