El presidente de Nigeria reclama ayuda internacional tras la "monumental tragedia" de Lagos

Olusegun Obasanjo, presidente de Nigeria, ha reclamado ayuda internacional para reconstruir Lagos, la ciudad más grande del país, golpeada la noche del domingo por lo que ha calificado de "monumental tragedia". 580 personas, según los testigos presenciales, murieron cuando huían de la explosión de un arsenal. Muchos de ellos perecieron ahogados al intentar escapar a través de un canal.

La cifra de muertos, sin embargo, podría subir sustancialmente. Según la prensa local, más de dos mil personas podrían haber muerto por el incendio y posterior estallido de pánico.

El presidente ha emitido un discurso divulgado por radio y televisión en el que ha pedido a la comunidad internacional que conceda ayuda económica a las víctimas de esta catástrofe y ha reiterado que se investigarán a fondo las causas del accidente, que siguen siendo un misterio. Además, el mandatario ha comunicado que las banderas ondearán a media asta en edificios públicos y se celebrarán oraciones en las iglesias y mezquitas de todo el país.

El incendio se declaró en una calle comercial y se extendió rápidamente al depósito de municiones y armas del cuartel militar. Cientos de personas cayeron a un canal cuando huían en estampida del incendio y las enormes explosiones producidas en el polvorín. El pánico de la multitud y el hecho de que muchos nigerianos no saben nadar provocaron esta tragedia.

Esas explosiones, que duraron casi una hora, hicieron temblar los edificios cercanos y causaron la ruptura de cristales en varias zonas de la capital económica del país, según han constatado diversos testigos.

En un primer momento, se escucharon dos detonaciones, y casi diez minutos después hubo una serie de explosiones. Un responsable militar ha declarado que el cuartel estaba en llamas. A su vez, municiones de gran calibre fueron proyectadas sobre la ciudad, según ha explicado un portavoz del Ejército.

Fuego en la ciudad

El fuego se propagó de inmediato a las zonas aledañas, donde decenas de fábricas, situadas en el barrio de Oshodi, cerca del cuartel, han ardido. Un fotógrafo ha declarado que un objeto, aparentemente un obús, había caído en el barrio de Ilu-Peju, matando por lo menos a una persona.

Las explosiones producidas en el edificio militar hicieron temer en un primer momento un golpe de Estado, puesto que Nigeria ha sido el escenario de seis de ellos en los últimos 40 años. Además, las explosiones han bloqueado todos los accesos a los locales de la presidencia nigeriana.

No obstante, el gobernador del Estado de Lagos, Bola Tinubu, ha señalado en una intervención televisiva que las explosiones han ocurrido por "un accidente y no por un golpe militar". "El presidente Olusegún Obasanjo está sano y salvo", ha añadido. "Las personas que viven en las inmediaciones de la zona están siendo evacuadas y están seguras. No se dejen llevar por el pánico", ha finalizado Tinubu.

La cercanía de la armería con los aeropuertos internacional y nacional de Lagos podría acarrear la interrupción de los vuelos procedentes o con destino a Lagos.