Carlos Menem lanza su precandidatura para las elecciones de 2003

El ex presidente argentino Carlos Menem, que se encuentra en libertad desde que ayer fuera absuelto en un caso de venta ilegal de armas, ha anunciado su precandidatura electoral para las elecciones de 2003 dentro del Partido Justicialista. "Vengo a mi tierra a lanzar la candidatura a presidente de la nación", anunció Menem desde un balcón de la Casa de Gobierno de la provincia de La Rioja.

Menem aprovechó su aparición pública para atacar al Gobierno de Fernando de la Rúa. Según el ex presidente, el actual jefe de Gobierno argentino contrató "a los profesionales

norteamericanos para crear un ambiente de corrupción de mi Gobierno, pero los corruptos están ahora en el Gobierno".

Además, el precandidato peronista criticó a su propio partido al cuestionar el congreso nacional del Partido Justicialista que realizó Eduardo Duhalde y que sirvió para recortar los poderes como titular nacional del principal partido opositor. "Un congreso que no tiene fuerza no puede tomar las medidas que ha tomado", aseguró Menem.

Y es que el que ya fuera líder peronista Menem ha iniciado una ofensiva política y judicial para retomar el poder en el consejo nacional justicialista. Menem ha aleccionado a los dirigentes de su confianza, el senador Eduardo Bauzá, y el gobernador de La Pampa, Rubén Marín, para que inicien contactos con gobernadores del partido para "consensuar" un encuentro del consejo nacional, que el menemismo quiere realizar el próximo miércoles en Buenos Aires.

En su discurso Menem criticó también, sin dar nombres, al fiscal Carlos Stornelli y al juez Jorge Urso, que ordenaron su detención por el contrabando de armas. "A nosotros no nos detendrán grupos pequeños de leguleyos y doctorcitos capitalinos que siempre atacan a los del interior. Hay una organización siniestra donde también se mezclan nuestros adversarios políticos", afirmó.

Para hacer alarde de que no está aíslado políticamente, Menem citó varios nombres de presidentes iberoamericanos, al ex presidente de Estados Unidos George Bush y a su hijo, actual jefe de Estado del país, que le llamaron por teléfono para solidarizarse con él.