Detenida una periodista británica en Afganistán
La periodista llevaba puesto el velo que deben utilizar las mujeres afganas para cubrirse la cabeza y el cuerpo
Una periodista británica, Yvonne Ridley, ha sido detenida por los talibán en territorio afgano -cerca de Jalalabad, al este- por entrar ilegalmente en el país, según ha informado la agencia de noticias privada Afgan Islamic Press (AIP), con base en Pakistán y portavoz de los talibán.
Por el momento se conocen pocos detalles del arresto, pero sí ha trascendido que la periodista vestía un burka, vestimenta que cubre a las mujeres de los pies a la cabeza con una rejilla a la altura de los ojos para ver, y que es obligatoria en todo el territorio afgano bajo control talibán, el 90%.
Según la agencia, la periodista Yvonne Ridley, que trabaja para el semanario Sunday Express y para el diario Daily Express, se encontraba acompañada por dos "guías" cuando fue detenida en el distrito de Daur Buba, cerca de Jalalabad. Riddley se encuentra en la región desde poco después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
"También ha sido incautada una cámara que tenía en su manos", ha indiado la AIP, citando a un portavoz no identificado de los talibán. Este distrito está ubicado a unos 15 kilómetros de la frontera paquistaní.
Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores británico intenta a estas horas averiguar el paradero de la periodista.
"Buscamos urgentemente clarificar las informaciones de que la periodista británica Yvonne Ridley ha sido detenida en Afganistán. Estamos haciendo averiguaciones sobre el estado de Yvonne y si se ha presentado algún cargo contra ella", según ha asegurado una portavoz de Exteriores.
Prohibido el paso a extranjeros
Recientemente los talibán habían expulsado de la capital afgana a la corresponsal de la BBC, uno de los pocos medios de comunicación extranjeros que tiene una oficina permanente en Kabul, alegando que su información era imparcial.
Pero días después de los atentados terroristas en Washington y Nueva York, y ante el temor de un ataque militar de los EEUU si los talibán no le entregaban al principal sospechoso, Osama Bin Laden, refugiado en Afganistán, los talibán pidieron a todos los extranjeros que salieran del país.
El régimen de Kabul alegó que no podía garantizar su seguridad y forzó a todos los extranjeros a abandonar Afganistán, incluidos periodistas, cooperantes de organizaciones no gubernamentales, del Comité Internacional de la Cruz Roja y de organizaciones internacionales como la ONU.
