El Gobierno italiano aprobará una ley que endurece las condiciones de la inmigración
El Gobierno italiano de Silvio Berlusconi ha sometido hoy a estudio, durante la reunión del Consejo de Ministros, un proyecto de ley que endurece las disposiciones en materia de inmigración, el cual deberá ser adoptado en septiembre.
El proyecto, que será aprobado por el Consejo de ministros tras la pausa de vacaciones de verano, prevé que el actual "permiso de estadía" sea reemplazado por un "contrato de estadía", cuya duración corresponde a la determinada por el contrato de trabajo obtenido por el inmigrante, según se indica en un comunicado la oficina del prensa del primer ministro.
El texto, elaborado por el viceprimer ministro Gianfranco Fini (AN, post fascista) y el ministro para las Reformas Institucionales y líder de la xenófoba Liga Norte (populista), Umberto Bossi, prevé que el número de inmigrantes autorizados a entrar en Italia cada año sea fijado en base "a su inserción en el mundo del trabajo".
Las posibilidades para el inmigrante que ha perdido su trabajo de obtener documentos "serán limitadas", según han explicado sus autores a los medios de comunicación.
Según el documento, las normas para la expulsión serán "efectivas". "Nos basamos en el principio de dar solidaridad al inmigrante que viene a trabajar y a mejorar sus condiciones de vida y ser muy severos con aquellos que vienen para vivir como delincuentes", ha dicho Berlusconi.
El nuevo Gobierno de centro de derecha ha recordado que las modificaciones a la ley sobre la inmigración "son coherentes" con las promesas hechas durante la campaña electoral y que son necesarias "debido a las lagunas y dificultades registradas en los tres años de vigencia de la ley" adoptada por el anterior Gobierno de centro izquierda.
La ley aún en vigor permite, entre otras cláusulas, la entrada de los familiares más cercanos al trabajador extranjero y autoriza la estadía de grupos enteros por razones humanitarias.
"Pueden hablar y criticar, pero la gente no quiere que se facilite la inmigración", ha asegurado Bossi al ser interrogado sobre las críticas que suscita el proyecto. "Tanto los inmigrantes como los industriales, que necesitan mano de obra, tienen sus intereses. Pero el 70% de la gente quiere la inmigración como la queremos nosotros", ha dicho el líder xenófobo. El lunes pasado Bossi declaró que desea que el nivel de entrada de inmigrantes a Italia sea "cero".
Italia, que cuenta con 1 millón y medio de extranjeros regulares, es decir el 2,5% de la población, es el país de Europa que acoge el menor número de inmigrantes y el país del viejo continente de donde partió el mayor número de emigrantes por razones económicas a inicios del siglo XX.
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