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El TPI de La Haya advierte a Belgrado de las consecuencias de no cooperar con la justicia internacional

El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha advertido a las autoridades serbias y yugoslavas contra una eventual suspensión de la cooperación con la justicia internacional que tendría consecuencias negativas para Belgrado.

"Si anuncian que ciertos fugitivos que se encuentran en el territorio, entre los que se encuentra Slobodan Milosevic, no se entregarán nunca a La Haya, significará que renuncian a una plena cooperación con el Tribunal y deberá atenerse a las consecuencias", ha señalado la portavoz del fiscal, Florence Hartmann.

El ministro serbio del Interior, Dusan Mihajlovic, ha avanzado que Slobodan Milosevic no sería detenido para ser enviado a La Haya o por un juicio por crímenes de guerra sino por "abuso de autoridad" e "infracción de las leyes penales".

El portavoz del fiscal ha avanzado que, vista "la situación caótica" que prevalece en Belgrado por el momento, es demasiado pronto para evaluar en que medida este género de declaración, excluyendo toda transferencia de Milosevic, corresponde verdaderamente a la política de Belgrado.

El fiscal del TPI Carla Del Ponte considera que el procedimiento legal en curso en RFY contra Milosevic es perfectamente legítimo y ha tendido una mano a las autoridades de Belgrado para reunir elementos de prueba en el marco de la investigación realizada por la justicia yugoslava.

En este sentido Del Ponte ha reclamado a las autoridades yugoslavas "un copromiso claro, inmediato y sin ambigüedades" para que éste sea entregado al TPI lo antes posible.

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"El arresto de Milosevic es un primer paso para su traslado a La Haya. El ex presidente yugoslavo está acusado de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en Kosovo.

Del Ponte, que no se opone a un proceso judicial en Belgrado, estima que Milosevic debería ser juzgado primero en La Haya por la justicia internacional y ha apelado a la primacía del derecho internacional y la jurisdiccion del TPI sobre el derecho nacional y la justicia nacional yugoslava.

Estados Unidos había pedido a Belgrado numerosas muestras de cooperación con el TPI en relación al arresto de Milosevic, so pena de cortar las ayudas económicas prometidas a Yugoslavia.

Tal y como ha señalado la portavoz de la fiscal, "todo estaba preparado para empezar el proceso de Milosevic en La Haya lo antes posible". Del Ponte ha insistido en que tras el proceso de La Haya debería tener lugar un proceso en Belgrado por corrupción.

Por su parte, la reacción de Occidente a las noticias de la supuesta detención de Milosevic han sido unánimes. Varios países europeos reaccionaron con cautela a la noticia recibida desde Yugoslavia pero aseguraban que, de ser cierta, darán la bienvenida a este cambio.

Inglaterra ha declarado que recibiría con optimismo cualquier movimiento que suponga llevar a Milosevic a los tribunales.

Por su parte, el presidente George Bush declaró que Estados Unidos está dispuesto a cooperar. Al recibir la noticia del arresto de Milosevic Bush señaló que "hemos dicho siempre que Milosevic debería ser llevado a la justicia. Es un asunto que acabo de discutir con el secretario de Estado (Colin Powell). Seguimos la situación con mucha atención y cooperaremos si se nos pide".

Asimismo, la ex secretaria de Estado, Madeleine Albright y el representante de EE UU en la ONU, Richard Holbrooke, se felicitaron por las noticias recibidas sobre el arresto de Milosevic. Tal y como ha dicho Holbrooke "este es un acontecimiento importantísimo para los Balcanes" y ha insistido en la importancia de pedir también el arresto de otros acusados por La Haya como es el caso del serbobosnio Radovan Karadzic.

Por su parte, Albright ha señalado que "hay que felicitar a los serbios porque han empezado el proceso de reemplazar a Milosevic por el presidente Vojislav Kostunica y eso demuestra que el Estado de derecho funciona". Según ésta, "Milosevic ha cometido crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y es necesario que se haga justicia".

Las reacciones de los vecinos más cercanos a Yugoslavia, han sido de otra índole. El presidente de Montenegro, Milo Djikanovic, ha señalado que al ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, "le está pasando lo que se merece". "Milosevic es un perdedor político que está pasando por la decadencia moral", ha declarado Djukanovic, que fue uno de los más severos críticos de la política implantada por el ex jefe de la República Federal Yugoslava (RFY).

El jefe del Parlamento montenegrino, Svetozar Marovic, ha calificado la actual situación de Belgrado de "triste final de una dictadura". La detención de Milosevic "debe producirse en el respeto de las legislaciones serbia e internacional", ha insistido Marovic, para añadir

que "un solo hombre no tiene derecho a frenar el desarrollo de un

país".

Por su parte, el Gobierno ruso ha declarado que la decisión del gobierno yugoslavo de detener al ex presidente Slobodan Milosevic es un asunto interno de Yugoslavia, y ha advertido contra las "presiones externas" que podrían "desestabilizar" la frágil situación en el país balcánico.

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