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Los puños al aire de Xabi Alonso tras el clásico: “El equipo necesitaba la sensación de ganar un partido grande”

El entrenador del Real Madrid anuncia que hablará “por supuesto” con Vinicius por sus gestos al ser sustituido

Xabi Alonso celebra la victoria ante el Barcelona.Foto: Helios de la Rubia (Real Madrid via Getty Images) | Vídeo: AS
Lorenzo Calonge

Xabi Alonso dijo el sábado que no entregaban ningún trofeo a estas alturas del año por ganar un clásico, pero su reacción tras la victoria delató a un hombre que soltó lastre. La sombra del 4-0 del PSG y, sobre todo, el 5-2 de hace un mes del Atlético era indisimulable. “El equipo estaba muy motivado. No solo por los tres puntos, sino por de dónde veníamos, lo que podía suponer ganar un partido grande, merecerlo. Los chicos necesitaban la sensación de poder ganar en un día grande. El triunfo ha sido incluso corto. Para el futuro, necesitamos mucho de lo que hemos hecho hoy”, valoró el técnico, que restó importancia a la tangana final, en la que Lunin fue expulsado. “No hay que asustarse por ese pique sano. Es fútbol”, puntualizó.

De la tunda del Metropolitano, lo que más le escoció en caliente fue la nula capacidad de competir de un equipo arrasado, así que la actuación enérgica de este domingo le sirve para marcar un punto de inflexión. El vasco pidió “no regodearse demasiado” y aseguró que no se había quitado “ningún peso de encima”, pero lo que desprendió el equipo, el estadio y él mismo en cuanto Soto Grado pitó el final habló de un conjunto que se sacudió algunos fantasmas. “Nos va a venir bien, pero todavía queda mucho por remar”, apostilló el tolosarra.

La digestión de esta victoria de peso, no obstante, transcurrió en paralelo a la airada reacción de Vinicius al ser sustituido por Rodrygo a falta de 20 minutos. Xabi adelantó que habrá una gestión interna por lo sucedido, pero dejó claro que no iba a decir nada más sobre el tema en ese momento. “Me quedo con muchas cosas del partido y de Vini. No quiero perder el foco de lo importante. Son cosas que las hablaremos, por supuesto”, repitió hasta tres veces.

Llueve sobre mojado entre el extremo y Alonso, pero los gestos del extremo al ser cambiado fueron los más aparatosos de los que han quedado a la vista de todos. En cuanto vio que el luminoso señalaba su dorsal, el brasileño no paró de mostrar su desagrado. No hubo ningún saludo con el entrenador y se metió en los vestuarios, de donde no regresó hasta pasados unos minutos. El episodio supuso otro choque frontal y declarado con su jefe. Si el caso había amainado en las últimas semanas, volvió a subir mucho de volumen.

“La vuelta de Bellingham ha ido mejor de lo que esperábamos”

Fue el clásico también de las decisiones de Xabi, por el cambio de Vini y el movimiento táctico con Camavinga. Alonso, de 43 años, es uno de esos entrenadores a los que les gusta mover la pizarra y los onces. Fue señalado para mal ante el PSG en el Mundial, cuando incluyó a un convaleciente Mbappé, y contra el Atlético, cuando apostó por un Bellingham sin rodaje; pero le salió bien la jugada frente al Barcelona. La aparición de Camavinga en el once ya generó cierta sorpresa, pero todavía más fue cuando el francés se colocó a los pocos minutos en la banda derecha, una ubicación para la que cuesta encontrar antecedentes. “Eduardo, Jude [Bellingham] o incluso Arda [Güler] son jugadores flexibles. Necesitábamos dominar el centro del campo. No ser débiles en esa zona”, explicó el entrenador blanco, que aclaró que la elección había sido para este partido y que no implicaba necesariamente que la posición del francés para el futuro vaya a ser esta.

La sorpresa fue el extremo Camavinga y el liquidador acabó siendo Jude Bellingham, que completó su semana de regreso a todos los efectos. Despachó a la Juventus y su despliegue en el clásico, sobre todo en la primera hora, resultó decisivo. Para filtrar el pase del 1-0 de Mbappé, para remachar el 2-1 y para provocar el penalti que falló Kylian. Fue el que más intervenciones registró en el bando blanco (53 veces) y remató tanto (cinco) como Mbappé. Un golpe de pecho a la altura de su estatus que allana su inserción en la alineación. Los clásicos ya fueron su territorio en la 23-24 y repitió esta vez. “[Su vuelta] ha ido mejor de lo que esperábamos después del parón. Es un jugador muy de sensaciones”, concluyó Alonso, aliviado al final de la tarde.

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Sobre la firma

Lorenzo Calonge
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Desde 2018, en la sección de Deportes de EL PAÍS y desde 2020, en la información del Real Madrid. También cubro balonmano.
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