“No buscamos hacer un buen coche, sino un coche excelente”: Así ha logrado Polestar convertirse en la marca referente de la era eléctrica
La firma de coches eléctricos premium refuerza su presencia en nuestro país con la inauguración de su primer Space en la capital madrileña, un espacio minimalista que ha contado con el imponente Polestar Precept como protagonista de lujo. Hablamos con su diseñador, Nahum Escobedo
El ADN de la marca impregna la estancia y a su visitante. A medio camino entre una galería de arte y un sofisticado estudio de diseño, el nuevo Space que Polestar acaba de inaugurar en la capital madrileña –Avenida de Burgos, 114– exhibe y manifiesta buena parte de las cualidades que han posicionado a la marca de vehículos eléctricos de alto rendimiento en un puesto privilegiado dentro del segmento premium. Diseño minimalista, funcionalidad escandinava, tecnología interactiva y ejemplos de materiales y colores cuidadosamente seleccionados convergen en un espacio de más de 1000 metros cuadrados que reniega del concepto tradicional de concesionario para concebir una atmósfera libre de distracciones o presiones en la que lo más importante, al igual que al conducir uno de sus vehículos, es la propia experiencia. Aquí no se venden coches, una misión reservada para su página web, sino que se apuesta porque el visitante descubra, configure, pruebe y sienta modelos como el fastback con alma deportiva Polestar 2; o el Polestar 3, el primer SUV y flamante nuevo buque insignia de esta firma.
“Cuando tenemos una visión luchamos porque sea lo más pura posible”, sostiene Nahum Escobedo, diseñador de la firma y embajador en la apertura de la instalación, la segunda en territorio español tras la establecida en Barcelona el pasado año. La afirmación del especialista alcanza su sublimación en su última obra, el Polestar Precept, protagonista de lujo de la inauguración. Este imponente prototipo, de líneas esculturales y aerodinámicas, anticipa lo que será el Polestar 5, un gran turismo destinado a hacer realidad, allá por 2024, todas las ambiciones de la enseña en su camino a liderar el cambio hacia una movilidad eléctrica tan atractiva como sostenible. “Para nosotros el Precept es muy importante porque con él marcamos el lenguaje de diseño para el resto de nuestros coches”, confirma su artífice.
Mientras toma asiento en una sala de reuniones de la sede central de la firma en España, instalada en la plata superior del recién inaugurado espacio, Escobedo, de ascendencia mexicana, despliega un discurso que pone de manifiesto el ADN de la marca. “Este trabajo es mi pasión, mi hobby. Por eso mi cerebro nunca se detiene, siempre está captando información que quizá pueda serme útil en el futuro. Y con lo rápido que está cambiando todo… es el mejor momento para ser diseñador”, evoca mientras salta del inglés al español, un idioma que dice querer revitalizar durante su breve estancia en la capital. No es un desafío menor imaginar un vehículo que materialice las ambiciones de toda una compañía, pero conceptos como atemporalidad, rendimiento, impacto climático, tecnología digital y diseño, mucho diseño, brillan con luz propia en el Precept y en toda la gama Polestar.
La potencia más autónoma
Con más de 600km de autonomía, apenas 30 minutos de tiempo para cargar su batería del 10% al 80% y prestaciones como el sistema de planificación inteligente del trayecto, el nuevo Polestar 3 –ya disponible para reservas– cuenta con argumentos suficientes como para desterrar de una vez por todas los mitos relacionados con los viajes largos en los coches eléctricos. Pero este SUV no estaría destinado a marcar una nueva era en el segmento premium sin una dinámica de conducción precisa y las mejores sensaciones al volante. Su potencia máxima –superior a los 500CV– y la capacidad para acelerar de 0 a 100km/h en apenas 4,7 segundos convierten un cómodo turismo en un enérgico deportivo de manera súbita. ¿La diferencia con el resto de competidores en el mercado? “Nosotros no buscamos hacer un buen coche, sino un coche excelente en todos los sentidos: diseño, manejo, conducción…”, ratifica Escobedo.
Líderes de la movilidad sostenible
El compromiso por la protección del planeta de Polestar es uno de los puntos cardinales de su ADN, huyendo de eslóganes vacíos o escabulléndose con futuras compensaciones al medio ambiente. La marca ya ha logrado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 6% por cada vehículo vendido en 2021, pero los objetivos marcados son mucho más ambiciosos. La apuesta por la sostenibilidad, confirma Escobedo, ha cambiado incluso su propio proceso de diseño añadiendo desafíos que hacen aún más excitante su trabajo. “Yo lo veo como algo positivo porque nos está permitiendo repensar la forma de fabricar un coche desde el inicio”.
En su afán por acelerar hacia un futuro más sostenible, la marca anunció el proyecto Polestar 0, que promete eliminar todas las emisiones a lo largo de las cadenas de suministro y producción del vehículo para 2030. Es decir, que los coches que salgan de su fábrica lo hagan con la garantía de cero impacto medioambiental. Para el estadounidense, el potencial conductor de un Polestar debería ser cómplice de esta filosofía: “Si compras este coche ya estás marcando la diferencia”. Y pese al escepticismo que sigue reinando en las mentes de un buen número de conductores en lo que al cambio a lo eléctrico se refiere, confía en que la experiencia de conducción acabe disipando cualquier posible duda. “Cuando su vecino o su mejor amigo conduzcan un Polestar, su mente cambiará. La sensación es tan diferente que ni siquiera pensarán en si continúan conduciendo un vehículo de combustión o no”, subraya.
La excelencia está en los detalles
El Polestar 2, el primer modelo que la enseña sueca comercializa a gran escala, demuestra que su apuesta por compaginar una apariencia vanguardista, limpia y espaciosa con los últimos avances en tecnología e infoentretenimiento es una combinación ganadora. Los materiales empleados han sido seleccionados por su sostenibilidad (priorizan los veganos y aquellos que cumplen los estándares de bienestar animal), pero también con la intención de optimizar la sensación de lujo dentro del habitáculo. Además, su panel central de 11′2 pulgadas es tan sencillo de utilizar como tu propio smartphone, ya que el Polestar 2 es el primer coche del mundo en incorporar de forma nativa un sistema operativo desarrollado por Google (Android Automotive) y hasta tres años de conexión a Internet gratuita. Con solo un comando de voz podrás reproducir tu lista de reproducción favorita y disfrutar de su sistema de audio de alta definición.
En el exterior, sus líneas claras y definidas rompen con las convenciones automovilísticas y el acento sobre el detalle se deja notar tanto en sus luces de diseño distintivo como en los espejos sin marcos –que maximizan el campo de visión– o las manillas inteligentes. Para Escobedo, la diferencia de este fastback con las otras alternativas en el sector es que “todo lo que está presente en el coche tiene un propósito. No diseño cosas que solo sean cool o bonitas, deben tener un significado. Eso los clientes lo notan”.
Todo un legado en seguridad
Hasta 90 años de experiencia e investigación otorgan a la gama Polestar los sistemas más avanzados en cuestión de prevención, protección y, siempre que sea requerida, también de intervención en el trayecto. La renombrada filosofía Volvo en cuanto a la seguridad activa y pasiva de los pasajeros alcanza su punto más avanzado en vehículos como el Polestar 3, que incluye de serie la innovadora tecnología de supervisión del conductor Smart Eye. Este sistema de cámaras rastrea los movimientos de la cabeza, los ojos y los párpados del conductor y puede activar mensajes de alerta, sonidos o incluso una parada de emergencia en caso de posible somnolencia o distracción. El SUV también incluye sensores de radar que detectan movimientos submilimétricos en su interior para prevenir el olvido de niños y mascotas y hasta la conexión con su climatizador es capaz de prevenir golpes de calor o hipotermias.
Minimalismo nórdico
Formado en la costa californiana de Pasadena, el diseñador reconoce que su pasión por el minimalismo escandinavo, cuya calidez, simplicidad, artesanía y honestidad cimentan su prestigio alrededor del mundo, adquirió una dimensión completamente distinta al mudarse a Suecia, país natal de la compañía. “Tras hablar con muchísimos diseñadores y arquitectos para averiguar dónde reside la clave de su éxito, entendí que el diseño nórdico trata de buscar la forma más pura utilizando solo la cantidad justa de información. Gracias a eso consigues el ‘efecto wow”. Una onomatopeya que sin duda fue la más repetida por los afortunados que disfrutaron en primera persona del futuro más próximo en el mundo de la automoción, el Polestar Precept.
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