Camela incendia las redes con un homenaje a la estética de ‘Star Wars’
El dúo madrileño presenta en Twitter la portada de ‘Que la música te acompañe’, su próximo álbum, con un homenaje a la saga galáctica
Lo nuevo de Camela sale a la venta en octubre y no se sabe a qué sonará, pero sí cuál será su primer gancho: una portada inspirada en Star Wars que, pocas horas después de publicarse en Twitter, en la noche del lunes, ya se ha convertido en el viral de la semana. En él, Dioni y Ángeles, fundadores del trío musical convertido en dúo tras la marcha de Miguel Ángel Cabrera en 2013, aparecen vestidos respectivamente como Qui-Gon Jinn y la princesa Leia con naves espaciales, espadas láser, colores nebulosos, luces digitales y elementos tipográficos que evocan la saga de George Lucas y juegan con una de sus frases más célebres: Que la música te acompañe.
El autor del tuit ha sido el propio Dioni, quien en el mismo mensaje anunciaba la publicación del disco en octubre. Las reacciones no se han hecho esperar, desde comentarios con frases como “La música se pasa al lado oscuro” hasta propuestas de tracklist con juegos de palabras que fusionan el universo de Lucas y el del dúo de tecno-rumba más famoso del mundo. No se puede decir que los propios artistas no echen leña al fuego: en el vídeo difundido por Dioni en sus redes, lo que se escucha no es un nuevo tema, sino unos compases interpretados con trompetas y cuerdas —es decir, evocando el inicio de la archiconocida banda sonora de John Williams para la saga— de Lágrimas de amor (1994), su canción más conocida. Esta canción, cuya dimensión cañí está apuntalada por chascarrillos como la versión que recreaban Paco León y Yolanda Ramos ―el Ruben y la Jessi, en uno de los sketches más famosos de Homo Zapping―, está en el origen del mito de Camela.
Os presentamos la portada de nuestro 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗼 'QUE LA MÚSICA TE ACOMPAÑE', que verá la luz el próximo mes de 𝗢𝗰𝘁𝘂𝗯𝗿𝗲.
— Camela (@camelaoficial) August 22, 2022
Podréis reservarlo a partir del 26 de Agosto.
¿Que os parece? 📀#QueLaMúsicaTeAcompañe 🎶 #NuevoDisco #Camela #Portada @WarnerMusicES pic.twitter.com/jbGZFV93jt
La suya ha sido una carrera construida, literalmente, en las carreteras de España: en las gasolineras que vendían sus casetes —y que, al estar autoeditadas, durante años no computaron en las listas de ventas a pesar de su popularidad— y en las rutas que recorren desde hace años en sus largas y prolijas giras. Camela es una banda de directo, con un público de fieles que abarrotan sus conciertos desde hace años, y con un repertorio de himnos incontestables como Cuando zarpa el amor, Has cambiado mi vida o Nunca debí enamorarme.
Hace años, en todo caso, que Camela no es un cliché ni un placer culpable para esnobs, sino una presencia con credenciales y méritos propios en la música. Su capacidad para generar melodías pegadizas, su apego a arreglos electrónicos que vuelven a ser vigentes y, sobre todo, la eficacia de unas letras directas que recuperan la magia de la mejor tradición melódica han sido aplaudidos por propios y ajenos. Rebobinando, el álbum que celebró sus 25 años en la industria, contaba con la colaboración de Alaska, Taburete, Javiera Mena, Juan Magán, Pitingo, Carlos Baute o Medina Azahara. Todos, a su manera, fans confesos de Camela y de su fidelidad a un sonido reconocible al primer compás.
También su imagen ha permanecido fiel a los mismos esquemas: Dioni, con melena y barba, ropa oscura, camisas abiertas y multitud de pulseras y colgantes que recuerdan más a un rockero aficionado a las artes marciales que a un cantaor flamenco —cosa que nunca ha pretendido ser—, se ha construido una personalidad extrovertida y gamberra amplificada por su participación en programas televisivos como Idol Kids y Levántate All Stars. A su vez, Ángeles nunca se ha esforzado por transmitir una imagen especialmente estudiada o sofisticada: le basta con una de las voces más inconfundibles de la música popular española, a cuyo estilo vocal rinden pleitesía desde Soleá Morente —Baila conmigo— hasta la insospechadamente rumbera Rocío Márquez de De mí, una de las revelaciones musicales de 2022.
La fantasía visual, por tanto, queda para sus portadas, herramientas de marketing en las que, como han confesado en distintas entrevistas, buscan divertirse, dar que hablar y provocar a su público. El cambio de rumbo fue en 2011; tras años de portadas más o menos sencillas, La magia del amor llegó con una recreación del cartel de Piratas del Caribe. Después vino el cine Bollywood en Más de lo que piensas y, en 2017, una recreación del cartel de Grease para su disco Me metí en tu corazón que, como ellos mismos contaron, había surgido como una broma. “La idea fue de la gente de Warner, que nos trajeron un día la portada de Grease con nuestras caras puestas por fotomontaje. Nos empezamos a reír y nos encantó”, explicaba Ángeles en 20 Minutos. “También era muy esperado porque estamos marcando tendencia”, añadía Dioni. “Primero nos disfrazamos de Piratas del Caribe, luego de Bollywood… en poco tiempo nos preguntarán de qué nos vamos a caracterizar en el próximo disco”.
Siguen siendo las personas más talentosas de este país eligiendo sus portadas https://t.co/paiCqij5TR pic.twitter.com/dd1DTAO7bR
— The Rubiew (@therubiew) August 22, 2022
Al final ha habido un lapso de cinco años hasta la llegada de su siguiente portada-meme, porque la carátula de Rebobinando (2019), en forma de casete, era un guiño al soporte fonográfico que apuntaló su ascenso en los noventa. Su incursión galáctica de 2022 es harina de otro costal, y llega en un momento en que el álbum como formato, salvo contadísimas excepciones, no impacta notablemente en las cuentas corrientes de los artistas, habituados ya a un sistema que premia las escuchas individuales en las plataformas digitales y que sirve para “calentar” el verdadero negocio, que es el de las giras y la música en directo. Camela, que podría vivir perfectamente de sus grandes éxitos, sigue queriendo ser un grupo ligero, intergeneracional —o sea, familiar—, con capacidad de reírse de sí mismo y, sobre todo, de conectar con su público.
Hace tiempo que los programas de retoque digital han puesto al alcance de todo el mundo este tipo de juegos visuales. Hoy, con un poco de paciencia y Photoshop —o, directamente, con un buen software de filtros para Instagram o TikTok—, cualquiera puede integrar su fotografía, fotomontaje mediante, en escenas de películas, discos y series. Pero, en un momento en que la tecnología apunta más al deep fake que a las felicitaciones de cumpleaños, Camela defiende que pasárselo bien no es tan difícil si demuestras a tu público que, en el fondo, eres igual que cualquiera de ellos. Esa capacidad de empatía y conexión con su público es lo que, más que cualquier meme, sigue ubicando a Camela en una categoría única en la industria musical española.
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