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Ariana Grande rompe a llorar al reconocer que se inyectó bótox demasiado joven

“Me puse un montón de relleno en los labios a lo largo de los años. Dejé de hacerlo porque simplemente sentía que me estaba escondiendo”, ha confesado la cantante de ‘Side To Side’

Ariana Grande
Ariana Grande en la gala anual de los Grammy's, en julio de 2023Monty Brinton (CBS/Getty Images)
El País

Siempre que una celebridad habla de retoques estéticos, ya sea porque se los haya hecho o haya dejado de hacerlo, protagoniza titulares. “Siendo plenamente transparente, y como persona que trabaja en la industria de la belleza, les diré algo mientras maquillo mis labios”. Así comienza Ariana Grande (Florida, 30 años) un vídeo en el canal de YouTube de Vogue, en el que la artista ha compartido con sus seguidores los secretos de su rutina de maquillaje. La vocalista de temas mundialmente conocidos como Side to Side o One Last Time ha confesado, entre lágrimas, los problemas que tuvo después de inyectarse bótox en los labios y en la cara. “Me puse un montón de relleno de labios a lo largo de los años. Dejé de hacerlo en 2018 porque simplemente sentía que me estaba escondiendo”, afirma la artista reconvertida ahora también en empresaria de la industria cosmética y en actriz.

La fundadora de R.E.M Beauty entabla una íntima conversación con sus seguidores en la que no tiene reparos en contar abiertamente su experiencia. “Durante años, usé maquillaje como disfraz o como algo para esconderme. Ese fue el objetivo. Más pelo, más y más; cuanto más gruesa la raya del ojo... Todo eso puede ser bonito a veces, y todavía me gusta”. Grande reconoce de esta forma haber mejorado la relación consigo misma desde que ha dejado las inyecciones estéticas. “Estuve expuesta a la opinión de muchas personas desde muy joven y parece que la gente siempre tiene algo que decir sobre tu apariencia. Es complicado saber qué escuchar y qué no, pero tenía 17 años y no sabía cómo hacerlo”, recuerda la artista sobre el momento en el que empezó a hacerse retoques estéticos en la cara. Ahora, asegura, le gusta verle las líneas de expresión.

Ariana Grande recalca que sus palabras en la sección en vídeo Beauty Secrets de la revista son simples opiniones. “Esto son solo pensamientos que siento que deberíamos poder discutir. Si estamos sentados aquí hablando sobre secretos de belleza, joder, dejémoslo todo ahí fuera”. Además, explica que durante un tiempo concebía la belleza como una forma de “mantenerse oculta”. “Envejecer puede ser algo tan hermoso”, dice antes de agregar entre risas: “¿Podría hacerme un lifting dentro de 10 años? Podría, sí”.

“No esperaba emocionarme”, ha confesado la artista poco después de la publicación del vídeo en una publicación en su cuenta de Instagram, en la que acumula 379 millones de seguidores. “Definitivamente, no es la vez que mejor me he maquillado, pero lo pasé muy bien”, bromea en su post.


Ariana Grande no es la única celebrity que ha querido compartir sus malas experiencias con el bótox. Nicole Kidman, actriz y ganadora de un Óscar por la película de Virgina Woolf Las horas, confesó en una entrevista con el diario italiano La Repubblica haber utilizado bótox en el pasado, algo que describió como una “desafortunada experiencia”. “Lo dejé y ahora, por fin, puedo mover mi cara de nuevo”. La actriz ha afirmado en múltiples ocasiones que se siente “muy orgullosa” de utilizar remedios de rejuvenecimiento que no implican pasar por quirófano: “Siempre llevo crema solar, no fumo y me cuido mediante el ejercicio”.

La estrella televisiva, Kim Kardashian, fue una de las primeras celebridades en reconocer públicamente su mala experiencia con las inyecciones de esta toxina botulínica. La rica empresaria, dueña de una marca de ropa y de otra de maquillaje, aprovechó la emisión de su programa Keeping Up With The Kardashians, en 2010, para hacer la denuncia. “En el programa habréis visto que tenía algunos moratones alrededor de los ojos después del procedimiento, lo cual es algo completamente natural, pero como no había investigado sobre los posibles efectos secundarios, lo cierto es que me asusté. El bótox es absolutamente innecesario para mí en esta edad”, sentenciaba la fundadora de Skims, que por entonces tenía 30 años.

Ariana Grande está ahora mismo en un momento un poco más tranquilo tras haberse convertido el pasado mes de julio en protagonista del foco mediático al anunciar de su divorcio con Dalton Gomez tras dos años de matrimonio. Poco después, salía a la luz que la cantante había iniciado una relación con el actor Jonathan Bailey, su compañero en la película Embrujada —en la que ella interpreta a Glinda La Buena—, que también terminó rompiendo su matrimonio.

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